Salud y Fármacos is an international non-profit organization that promotes access and the appropriate use of pharmaceuticals among the Spanish-speaking population.

ÉTICA Y DERECHO

Adulteraciones y falsificaciones

Guatemala. Falsos, dañinos y vencidos
Siglo XXl, 6 de Julio de 2010
http://www.sigloxxi.com/nacional.php?id=14474

Medicamentos naturales fueron sometidos a análisis en laboratorios de la Universidad de San Carlos, a petición de Bajo la Lupa. Los productos no contienen el ingrediente activo promocionado y dos de ellos resultan no aceptables para el organismo humano.

Ahora con geriátrico H3! Tiene una acción tonificante… Elimina el insomnio físico y mental, la fatiga cerebral (sic); fortalece y protege el organismo reproductivo, restaura la virilidad… Fórmula avanzada 100% natural, ginseng rojo 250 mg, polen de abeja 50 mg.

Ese es el conjunto de propiedades que se le atribuyen al Vitasex (ginseng), un “estimulador sexual” en cápsulas color café que puede comprarse, tanto en una farmacia de la zona 4 como en el mercado de Villa Nueva. Sin embargo, ¡qué lejos está de la realidad! “No se puede afirmar que la muestra analizada sea ginseng”, confirma el Laboratorio de Investigación de Productos Naturales (Lipronat) de la Facultad de Ciencias Químicas y Farmacia de la Universidad de San Carlos de Guatemala (Usac).

A dicha entidad también se llevaron cápsulas de fenogreco y gingko biloba, las cuales se compraron a Q40 y Q25, respectivamente. De acuerdo con Lipronat, estas plantas medicinales tampoco cumplen con las especificaciones establecidas ni con las características químicas que debieran presentar. Sin embargo, en los empaques de ambos productos se asegura su efectividad contra dolores menstruales, cálculos biliares, artritis, hemorroides, anemia, debilidad sexual y úlceras, entre otros. De hecho, recomiendan tomar 2 cápsulas diarias de fenogreco y 3 de gingko biloba.

Aunque el Vitasex no revela indicios de ser nocivo para la salud, el fenogreco y el gingko biloba, sí. “La muestra recibida y analizada en el laboratorio presenta alto el recuento de bacterias aeróbicas y de mohos y levaduras, con relación a los límites recomendados, por lo que se considera no aceptable”, concluye otra unidad de la Usac, donde se efectuó un análisis microbiológico.

Por si fuera poco, ninguno de los tres productos mencionados y analizados cuenta con registro sanitario, pese a que está estipulado en el Código de Salud, Decreto 90-97 y en el Reglamento Para el Control Sanitario de los Medicamentos y Productos Afines 712-99, del Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social (MSPAS).

El artículo 228 del Código de Salud establece que constituyen “casos especiales de infracciones contra la recuperación y rehabilitación de la salud, acciones como la comercialización de medicamentos “sin contar con el registro sanitario de referencia”.
Dicho registro se constituye en una garantía, pues el artículo 30 del reglamento en mención advierte que “el farmacéutico es responsable de la inalterabilidad de la fórmula cuantitativa y cualitativa y de la pureza de las substancias que componen el producto”. Esto, claro, no ocurre con los tres productos analizados por los expertos de la Usac.

“El registro es la garantía de que el producto fue evaluado por profesionales para asegurar la calidad, seguridad y eficacia”, advierte Elizabeth Recinos de Posadas, directora del Departamento de Regulación y Control de Productos Farmacéuticos y Afines del MSPAS. 

Otro detalle que vale la pena destacar es que de los productos que compró Bajo la Lupa, cuatro ya estaban vencidos. Dos frascos, uno con cápsulas de ajenjo para “regular el período menstrual y hemorragias uterinas”, y otro con cápsulas de “cáscara sagrada” para el “tratamiento del colon”, muestran como fecha de vencimiento el 10 de diciembre de 2008 y diciembre de 2009, respectivamente.

De igual forma, una pomada azufrada cuya etiqueta asegura que cura “afecciones de la piel, acné y descamación”, había vencido en noviembre de 2009. 

No sólo en la calle
La química farmacéutica María Esther Morán Gómez realizó en 2007 su tesis Evaluación de la Calidad de la Raíz de Panax Ginseng (Ginseng) que se distribuye en centros naturistas de la ciudad de Guatemala. El documento se encuentra en la biblioteca de la Usac.

La profesional obtuvo siete muestras de siete diferentes centros naturistas de la ciudad de Guatemala. Todas eran cápsulas y se vendían como polvo de la raíz de P. ginseng. “Fueron numeradas según se iba colectando la muestra del uno al siete para la realización de los análisis”, explica la autora.

El análisis físico que realizó Morán evidenció la presencia de contaminantes tales como insectos, heces, pelo y polvo, entre otros. “Bajo inspección cuidadosa se pudo observar que todas las muestras presentaban contaminantes de algún tipo, por lo que se pudo deducir que ninguna cumplía con este requisito de calidad”, indica la experta.

En la muestra 4, según cita en su informe, encontró “heces en gran cantidad, que presumiblemente provenían de algún insecto (cucarachas)”. La adulteración también se hizo notar en su estudio, pues detectó estructuras cristalinas “que se asemejan a azúcar muy fina”. 

La conclusión de la tesis es contundente: “De las siete muestras analizadas, solamente tres cumplen con el criterio de identificación según análisis cromatográfico, mientras que cuatro no lo cumplen, por lo que se puede decir que más de la mitad de los centros naturistas de la ciudad de Guatemala que comercializan raíz de ginseng no cumplen con lo establecido en la farmacopea”. 

Se buscó en repetidas ocasiones a la Asociación Naturista Guatemalteca, pero no fue posible obtener su versión.

Denuncia ¿y factura?
Al hecho de que estos productos se encuentren vencidos, sean falsos o que cuenten con altos niveles de mohos, bacterias y levaduras, se suma el que se distribuyan también en mercados y sitios no autorizados para la venta de productos medicinales. El artículo 228 del Código de Salud considera como una infracción “poner en funcionamiento establecimientos farmacéuticos, sin contar con autorización previa del Ministerio de Salud”. 

Pese a ello, Recinos advierte que el MSPAS no puede inspeccionar en lugares no autorizados y que la acción corresponde “a una instancia policial”. En el caso de farmacias donde se distribuyan medicamentos en las condiciones descritas anteriormente, “se imponen sanciones administrativas que van hasta el cierre del establecimiento”.

Jaime Otzín, director de la Policía Nacional Civil (PNC), explica que la entidad que dirige necesita que el MSPAS le indique dónde hay una infracción. “Yo necesito una comunicación con el Ministerio, porque nosotros no conocemos nada de medicina; que ellos nos indiquen dónde está lo malo, o una denuncia de las empresas para que nosotros podamos accionar”, informa Otzín.

La subjefa de la Dirección de Atención al Consumidor (Diaco), Mónica Gramajo, delega la responsabilidad de atender este problema al MSPAS, aunque advierte que, con una denuncia, la Diaco podría actuar. “Podríamos hacer un estudio, revisando este tipo de situaciones, en coordinación con el MSPAS, porque es el ente competente”, expresa.

Sin embargo, enfatiza en que el hecho de que no exista una factura de por medio podría limitar sus acciones. “Para que nosotros podamos tomar en cuenta una queja, deben traernos la fotocopia de cédula y la copia de la factura (…) para que la queja proceda formalmente sí necesitamos el documento, y así podamos sancionar a alguien. De oficio no podemos hacer verificaciones”, refiere Gramajo.

El médico naturista Víctor Cifuentes aconseja comprar la medicina natural con especialistas en el tema y en clínicas certificadas en la materia. “Debe buscarse un producto que sea lo más natural posible. Algunos extractos resultan ser falsos. Todo medicamento debe contar con un registro sanitario”, explica el galeno. De igual forma, el experto recomienda asesorarse con su médico tratante.

Leonel Rodas, presidente de la Gremial de Farmacéuticos de Guatemala, señala que hay un sinfín de hechos ilícitos a los que se recurre con los medicamentos. “En lugares como El Guarda o atrás de la Catedral (zona 1), encuentra productos que no tienen registro sanitario; incluso, productos a los que se les altera la fecha de vencimiento”, señala. 

De acuerdo con el industrial, las investigaciones que la entidad a su cargo ha realizado han identificado jarabes mezclados con agua y miel. De igual forma, se han hallado tabletas de yeso, ampollas con agua y colorante y otros productos que no tienen la sustancia activa que ofrecen en el empaque. 

Ante esto, advierte que trabajan en una nueva legislación que sea drástica con quienes propicien daños a la salud por medio de estas prácticas.

modificado el 28 de noviembre de 2013