Salud y Fármacos is an international non-profit organization that promotes access and the appropriate use of pharmaceuticals among the Spanish-speaking population.

Prescripción, Farmacia y Utilización
Utilización

EE.UU. Resistencia a los antibióticos cuesta entre US$17.000 millones y 26.000 millones en EE.UU
James Gallagher
Triangle Business Journal, 19 de octubre de 2009 
Ver en Economía y Acceso sección Investigaciones

Chile. "Drogas inteligentes": la obsesiva búsqueda de un mayor rendimiento mental
Sebastián Urbina / Noelia Zunino
La Tercera, 19 de septiembre de 2009
www.latercera.com/contenido/741_183658_9.shtml
Editado por Salud y Fármacos

Colombia. Tomar muchos medicamentos puede afectar a la tercera edad
El Tiempo, 30 de septiembre de 2009
www.eltiempo.com/vidadehoy/salud/tomar-muchos-medicamentos-puede-afectar-a-la-tercera-edad-_6204967-1

EE.UU. ¿Por qué estamos más tristes? Esto es lo que piensan los médicos y la industria. (Are we now twice as sad? The drug industry and doctors think we are!)
Worst Pills, Best Pills News
, 2009:15(10):7
Resumido por Salud y Fármacos

España. El 20 por ciento de las urgencias en España están causadas por problemas de medicamentos
Siglo XXI (España), 12 de noviembre 2009

Reino Unido. Aumenta el uso de fármacos antiobesidad entre los niños británicos
El Mundo, 3 de septiembre de 2009.
www.elmundo.es/elmundosalud/2009/09/03/nutricion/1252001204.html


EE.UU. Resistencia a los antibióticos cuesta entre US$17.000 millones y 26.000 millones en EE.UU
James Gallagher
Triangle Business Journal, 19 de octubre de 2009 
Ver en Economía y Acceso sección Investigaciones

 

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Chile. "Drogas inteligentes": la obsesiva búsqueda de un mayor rendimiento mental
Sebastián Urbina / Noelia Zunino
La Tercera, 19 de septiembre de 2009
www.latercera.com/contenido/741_183658_9.shtml
Editado por Salud y Fármacos

Contar con algunas horas extra de lucidez para acabar con el reporte cuando estamos a punto de colapsar y sólo anhelamos nuestra cama, o para obtener una nota 7 (en lugar del tradicional 6) en el examen de fin de año. Cada era tiene una droga que la define. En los 60 fueron aquellas que abrieron las puertas a la experimentación, en los 80 las que permitían la fiesta interminable. Ahora, una nueva generación de fármacos, conocidos como neuroestimulantes, están invadiendo el mercado. Medicamentos que encajan perfecto con la ansiedad de una cultura obsesionada con la eficiencia y que ya se están usando masivamente también en Chile.

Porque junto con ir develando el intrincado funcionamiento del cerebro, los científicos están empecinados en crear sustancias que mejoren sus capacidades, más allá de lo puramente terapéutico. Una tendencia que ha llegado a conocerse como "neurocosmética" y que dio sus primeros pasos en 1998, con la aprobación por la FDA de Estados Unidos del modafinilo, molécula creada para combatir la somnolencia y aumentar el alerta en los casos de narcolepsia. Cinco años más tarde, sin embargo, este fármaco revolucionó a la industria cuando se descubrió que, por no ser adictivo, podía reemplazar el uso de anfetaminas en los pilotos de guerra estadounidenses en las misiones que exigían máxima atención por más de 24 horas.

Ese mismo año, modafinilo aterrizó en Chile bajo el nombre de mentix. Es el compuesto que usa Soledad (25) para preparar su examen de grado en Derecho, que rinde dentro de dos meses. "Ayer me tomé una pastilla a las 10 y media de la noche y recién hoy al mediodía se me terminó la pila para estudiar", dice a La Tercera. Ella, como muchos de sus compañeros, descubrió esta droga hace dos años y la usa en período de exámenes. La mezcla con café y cigarrillos, para así memorizar las "toneladas de materia" que, según dice, debe rendir para titularse. Pero reconoce que a veces deja de consumirla una semana, porque el cuerpo le pide bajar las revoluciones.

Desde su llegada al país, el medicamento registra un crecimiento permanente en su consumo, alza que sólo el año pasado fue de 40%. En la actualidad, hay otras siete marcas de modafinilo en el mercado, según el Instituto de Salud Pública (ISP). Otro reflejo de la propagación de boca en boca de esta molécula es que, entre febrero de 2008 y enero de 2009, generó ventas por más de PCl$ 1.000 millones en el país. ($1.00 USD=$501.9 Pesos Chilenos).

Otras drogas que integran esta generación de activadores cerebrales son las también recientes atomoxetina y pemolina, y un primo lejano aunque antiguo, como es el metilfenidato (Ritalín). Pronto se sumará una nueva familia, las ampakinas, que actúan sobre los receptores cerebrales del glutamato, mejorando la memoria. Algo más que una generación de relevo de la tradicional mezcla de café y Coca Cola que se usaba para estudiar de noche. Se trata de sustancias más limpias en su efecto, aunque su mal uso también puede traer consecuencias adversas, como dolor de cabeza, ansiedad y pérdida del apetito.

La real era de la neurocosmética

La tendencia parece incontenible. En abril pasado, por ejemplo, la revista médica Nature publicó los resultados de una encuesta realizada entre 1.400 de sus lectores -investigadores y académicos en su mayoría- sobre el consumo de Ritalín y Provigil (modafinilo en Estados Unidos). El 25% reconoció su uso, el 69% dijo que los efectos secundarios leves son un riesgo aceptable y, si bien la mayoría reconoció que no debía permitirse su consumo en niños que no tienen un diagnóstico médico, un tercio admitió que se sentiría presionado a dar "drogas inteligentes" a sus niños si supieran que otros padres lo hacen.

Para el neurólogo de la Universidad de Pensilvania, Anjan Chatterjee, el uso de estas drogas o la "neurología cosmética", como él le llama, será pronto algo tan aceptable como la cirugía estética, según declaró a la revista New Yorker: "La demanda está ahí. Una población que envejece y que no soporta perder su memoria, padres obsesionados con dar a sus hijos cualquier ventaja posible, empleados ansiosos por un trabajo interminable".

Por el momento, los especialistas consultados coinciden en que el consumo no terapéutico de estos medicamentos en Chile parece estar centrado entre universitarios, alumnos de posgrado o quienes trabajan y estudian al mismo tiempo. En el caso de Ricardo (26), durante dos años usó Ritalín porque estudiaba dos carreras a la vez. Lo tomaba en las pruebas solemnes y exámenes. "Me lo conseguía con mi polola, que lo usaba para su déficit atencional. Me concentraba mejor y podía asimilar bien la materia", cuenta. Pamela (25) probó con modafinilo puntualmente para su examen de grado en enfermería. "Necesitaba estudiar más y estar más atenta", dice. En todo caso, reconoce que en el hospital sus colegas lo usan cuando tienen muchos turnos.

"Trabajaba 20 horas diarias”


Pero la competencia también se siente a nivel laboral. Roberto (34) se desempeñó un tiempo en dos trabajos. Decidió tomar modafinilo por cuatro días para cumplir con los plazos: "Trabajaba 20 horas diarias y dormía entre dos y cuatro. Tomaba café y andaba bien activo, pero cuando dormía, al despertar me sentía mal, con mucho dolor de cabeza", explica.

En opinión del doctor Leonardo Serra, neurólogo del Centro de Trastornos del Sueño de Clínica Alemana, "los jóvenes consumen modafinilo porque sienten que no les alcanza el día para todo lo que tienen que hacer". Esto es parte, según él, de este tiempo de las cosas fáciles y rápidas que estamos viviendo: "Buscamos la solución corta y más sencilla, que es el medicamento".

El mayor consumo de estas drogas se da entre los 20 y 35 años, dicen los especialistas nacionales. "Las consultas sobre estos productos se dan más a principio y a fin de año, es decir, por el estrés del inicio de los cursos y por los exámenes finales", dice Serra. También existe la sospecha de que lo usan más los hombres, pero lo cierto es que no se ha estudiado bien el perfil de consumo en Chile. "Este año tenemos incorporado el modafinilo a la encuesta sobre uso de drogas, debido a la inquietud de algunos especialistas y a la consulta de algunos padres", dice Mariano Montenegro, siquiatra y jefe del área de tratamiento del Conace.

Aunque en los registros sanitarios del ISP, para las distintas marcas de modafinilo se establece como condición de venta la receta médica retenida, lo cierto es que en los primeros años su venta era libre. Luego se pidió receta simple y recién en mayo de este año, según explica Soledad Velásquez -presidenta del Colegio de Químicos Farmacéuticos-, se empezó a exigir la receta retenida debido a la explosión en su consumo. Claro que cualquiera que navega por internet puede ingresar a foros en que se ofrecen recetas o comprimidos de modafinilo.

Entre todas las llamadas "drogas inteligentes" disponibles en Chile, lejos el mayor consumo en el país lo tiene modafinilo, con más de 90 mil unidades vendidas entre julio de 2008 e igual mes de 2009. A mucha distancia, con más de 37 mil unidades, está el metilfenidato (Ritalín). Mucho menor es el consumo de atomoxetina (24 mil unidades) que, "aunque no requiere receta, al tener un efecto acumulativo y no inmediato, lo usan menos", dice la neuróloga de la U. de Chile Andrea Slachevsky. En el último lugar está la pemolina, que requiere receta cheque pero, además, tiene riesgo de ser tóxica para el hígado.

 

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Colombia. Tomar muchos medicamentos puede afectar a la tercera edad
El Tiempo, 30 de septiembre de 2009
www.eltiempo.com/vidadehoy/salud/tomar-muchos-medicamentos-puede-afectar-a-la-tercera-edad-_6204967-1

En promedio, los mayores de 65 años toman 9,5 medicamentos a la vez. La fórmula edad-enfermedad, requiere un cuidado que no siempre se tiene en cuenta.

Con la vejez disminuyen muchos factores de protección del organismo, así como la fuerza física y las funciones de diferentes órganos. En esencia, con la edad hay mayor fragilidad y más riesgo de toxicidad. Esto exige estar más atentos al efecto de las medicinas en las personas de más de 65 años, que por su condición de enfermedad o de cronicidad, son quienes más medicamentos consumen.

Esto configura un fenómeno de medicación múltiple, que si bien en algunos casos es necesaria, en otros es fruto de la falta de atención integral para los adultos mayores, lo que obliga a estas personas a deambular de un especialista a otro donde el mal principal puede desaparecer por un “efecto cascada” que resulta más grave que lo que se quería curar.

Basta poner por ejemplo el caso hipotético de un paciente que va al psiquiatra y este le receta un medicamento que produce como efecto adverso temblores similares a los de la enfermedad de Parkinson. En lugar de discontinuar el primer medicamento, un neurólogo le receta una segunda droga contra el Parkinson. Este segundo remedio, a la vez le produce un estreñimiento que requiere de laxante. Y este último puede alterar el agua y las sales del cuerpo con lo que a su vez se genera hipertensión arterial. Así, sin contar el riesgo de daños renales o hepáticos por sobremedicación, que es mayor a medida que aumenta la edad.

“Rosario” de pastillas

"Lo grave es que, además, muchas veces esos medicamentos que se administran juntos tienen efectos contrapuestos", explica el geriatra Moisés Schapira, de la Sociedad Argentina de Geriatría y Gerontología. Según él, algunos estudios muestran que los pacientes de estas edades reciben en promedio 9,6 medicamentos a la vez.

El problema no es solo cuestión de cantidad, ya que a veces en geriatría se combinan más medicamentos y la polimedicación es una estrategia aceptada. Pero existe una diferencia entre esa polimedicación racional y la polifarmacia indiscriminada que implica el uso de múltiples drogas de manera poco clara.

"Para el uso racional y adecuado se requiere un estudio integral del paciente, y un acompañamiento que ayude a cumplir el esquema de medicación: la adherencia es una de las partes más difíciles de cualquier tratamiento crónico", añade Schapira.

El hígado y los riñones son los órganos más afectados

Entre los órganos que más se deterioran con la edad están los riñones, que se encargan de filtrar la sangre y liberarla de toxinas. Esto hace que la posibilidad de eliminar los residuos de los medicamentos es menor en las personas añosas, lo que aumenta al riesgo de intoxicaciones. 

En las personas con insuficiencia renal, que según la Sociedad Argentina de Nefrología (SAN) afecta a una de cada nueve personas y en especial a las de más edad, hay que regular de manera diferente la medicación. Como el riñón no funciona los residuos de los medicamentos se quedan en el organismo, o tardan más en ser eliminados.

Si además, a estos residuos que quedan, se les suman residuos de sucesivas dosis o de medicamentos nuevos, el potencial tóxico se acumula.  Esto exige, espaciar más de lo normal las dosis, especialmente de los analgésicos de venta libre, que las personas suelen comprar y consumir sin receta médica. 

Hay alteraciones en el riñón que revierten al suspender la medicación, pero en el caso de lesiones severas se puede llegar a una falla renal incompatible con la vida.

Los especialistas recomiendan que todas las personas mayores de 65 años sean sometidas a pruebas para analizar la función de sus riñones, al igual que del hígado, porque son órganos vitales cuyo buen funcionamiento es imprescindible para la salud general, pero además son decisivos para determinar la manera en que la persona responde a los medicamentos, más aún si recibe muchos y tiene más de 65 años.

 


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EE.UU. ¿Por qué estamos más tristes? Esto es lo que piensan los médicos y la industria. (Are we now twice as sad? The drug industry and doctors think we are!)
Worst Pills, Best Pills News
, 2009:15(10):7
Resumido por Salud y Fármacos

El uso de antidepresivos se duplicó entre 1996 y 2005. No ha habido cambios importantes en la mente de los norteamericanos que justifiquen un aumento tan elevado. ¿Qué significan los números y que nos dicen acerca del mercado de  estos medicamentos? 

27 millones de norteamericanos están usando antidepresivos, que se ha convertido en la clase de medicamentos más prescritos en los EEUU. Hoy, el 10% de los mayores de 6 años están tomando algún tipo de psicotrópico. Nos podemos preguntar ¿Estar medicado se ha convertido en lo que ahora se considera normal? 

Un dato interesante es que la proporción de personas que reciben tratamiento por depresión solo se ha incrementado ligeramente, de modo que no podemos atribuir el aumento del uso a una mayor incidencia de depresión. El número de personas en psicoterapia disminuyó del 31,5% al 19,87%. Se podría decir que hay dos fenómenos que se están dando en forma paralela: (1) hay más personas que deciden utilizar medicamentos en lugar de promover que las personas superen sus problemas hablando; y (2) un número creciente de personas dependen de estos medicamentos para tratar una amplia gama de problemas incluyendo ansiedad y otros problemas relacionados con el estado de ánimo.

Los investigadores sugieren que el aumento del uso de antidepresivos podría atribuirse a la aparición de antidepresivos nuevos, a la ampliación de las condiciones para las que se prescriben los antidepresivos, al aumento de la propaganda dirigida al consumidor (“pregúntele a su médico acerca de…”), al marketing, y a la reducción del estigma asociado con los problemas mentales. Vale la pena recordar que el aumento en el consumo ocurrió al mismo tiempo en que se empezó a hablar de pensamientos suicidas entre los jóvenes que los consumen, lo que ocasionó que la FDA exigiera una advertencia de caja negra. A pesar de esto, el mercado de estos medicamentos sigue creciendo, y como muchos de los medicamentos se encuentran en forma genérica ahora son más asequibles. Muchos pacientes desconocen el riesgo de estos medicamentos. Un estudio realizado por la Universidad de California demostró que dos terceras partes de los médicos no mencionan la duración del tratamiento, la mitad no hablan sobre la dosis ni en el intervalo de tiempo que debe transcurrir entre dos dosis consecutivas, y solo una tercera parte discuten los efectos adversos.

Uno de los efectos adversos que la FDA no menciona es el efecto de este consumo en el medio ambiente. Se han identificado restos de medicamentos en las aguas de los ríos y otras fuentes de agua; y las plantas de tratamiento del agua que se distribuye a los hogares carecen de capacidad para eliminar medicamentos. La presencia de estos compuestos en el agua afecta a todo el ecosistema, incluyendo al ser humano.

[Nota del Editor. En Brasil la situación no es muy diferente, y probablemente tampoco lo sea en otros países. Elza Oliveria envió la siguiente nota a la lista de discusión de REDSAF el 22 de octubre:

“En mi tesis doctoral, desarrollada con el el objetivo de discutir el consumo de los psicotrópicos autorizados por la Secretaría Municipal de Salud de Ribeirão Preto (SMSRP), São Paulo (Brasil) en 2001, arrojó datos muy interesantes. Los psicotrópicos más consumidos fue en primer término el diazepam (DZP) (DDD/10000=96,8), seguido por el fenobarbital (DDD/10000=32,8). De los antidepresivos, la amitriptilina (AMT) fue la más consumida y el 4to entre todos los psicotrópico (DDD/10000=18,6). Se observó una tendencia creciente en el consumo de DZP y AMT, siendo la mayoría de las prescripciones hechas por especialistas en psiquiatría (53 y 60% respectivamente), y el resto del consumo tuvo origen en las prescripciones de las clínicas de neurología, reumatología y ambulatorio de SIDA.

Trabajos recientes desarrollados en la Ciudad de Ouro Preto, Minas Gerais, Brasil en 2008, han obtenido resultados semejantes, los psicotrópicos más consumidos han sido: clonazepan (19,9%), diazepan (19,1%) y amitriptilina (16,4%). Estos resultados apuntan a que el consumo cuantificado y calificado de psicotrópicos (ansiolíticos y antidepresivos) se mantiene inalterado.

Así que puedo opinar por experiencia propia con estudios de utilización de medicamentos, que en Brasil, el consumo del consumo de antidepresivos sugiere una gran utilización, incluso para fines no psiquiátricos, especialmente de la AMT, destacando su utilización en analgesia. Se concluye que aunque los datos obtenidos no son suficientes para determinar el riesgo-costo beneficio de estos tratamientos, ni los factores determinantes del consumo de psicotrópicos, los mismos indican la necesidad de evaluaciones multidimensionales para verificar la existencia o no de medicalización de los síntomas por la medicina no psiquiátrica y sus consecuencias iatrogénicas.

Les recomiendo los siguientes artículos:
1. Sebastião ECO, Pelá IR. Consumo de medicamentos psicotrópicos: análisis de recetas médicas ambulatorias como base para estudios de problemas relacionados con medicamentos. Seguimiento Farmacoterapéutico 2004; 2(4): 250-266.
2. Sebastião ECO, Pelá IR. Reacciones adversas a amitriptilina relatadas por pacientes ambulatorios. Seguimiento Farmacoterapéutico 2004; 3(1): 17-29.”]

 


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España. El 20 por ciento de las urgencias en España están causadas por problemas de medicamentos
Siglo XXI (España), 12 de noviembre 2009

Un 20 por ciento de los ingresos en servicios de urgencia hospitalarios en España se debe a un problema con los medicamentos, "problema que además es casi siempre evitable", según advirtió este viernes el presidente del VI Congreso Nacional de Atención Farmacéutica, Manuel Machuca, durante la presentación del acto.

En España, el segmento de población que consume más medicamentos es el de personas mayores de 65 años, que utilizan más del 30 por ciento. El consumo diario medio por anciano oscila entre dos y tres medicamentos y más del 75 por ciento lo hace de forma crónica; si se tiene en cuenta la automedicación, asciende a más de 5 medicamentos.

Además, distintos trabajos indican que entre un tercio y la mitad de los ancianos tratados no consumen adecuadamente los medicamentos y más del 90 por ciento toman dosis menores de las prescriptas por su médico.

"Si no se toma la medicación o se siguen las normas establecidas por el médico [Nota del editor: asumiendo que la prescripción y la dispensación sea apropiada] es de esperar que tenga consecuencias negativas para la salud y haya un incremento de los costes difícil de justificar", explicó Machuca.

En su opinión, la falta de adherencia a tratamientos crónicos en personas mayores de 65 años condiciona un porcentaje importante de ingresos hospitalarios e incrementa el coste sanitario".

Según los expertos, los sobrecostes de una mediación que no cumple sus objetivos superan, incluso doblan, los de los propios medicamentos. Esos sobrecostes se traducen en nuevas consultas, medicamentos no utilizados sustituidos por otros medicamentos, aumento de la utilización de los servicios de urgencia, ingresos hospitalarios evitables, prolongación de estancias hospitalarias e incremento y prolongación de bajas laborales.

Los expertos del Comité Organizador y Comité Científico del congreso consideran que evitando los problemas asociados a los medicamentos la administración podría ahorrarse una gran cantidad de recursos que podría ser reinvertida en otras mejoras asistenciales, razón por la que piden un mayor compromiso y esfuerzo por parte de la administración y, en general, por parte de todos los agentes, para promover el desarrollo de la Atención Farmacéutica, especialmente en su vertiente más especializada del seguimiento farmacoterapéutico.

 

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Reino Unido. Aumenta el uso de fármacos antiobesidad entre los niños británicos
El Mundo, 3 de septiembre de 2009.
www.elmundo.es/elmundosalud/2009/09/03/nutricion/1252001204.html

"Hoy tengo clase de matemáticas, dentista, y en la cena, que no se me olvide la pastilla para adelgazar". Según muestra un estudio, esta es la realidad de cientos de niños británicos, para quienes los fármacos antiobesidad son una rutina más en el día a día. Un trabajo ha puesto de manifiesto que el consumo de estos medicamentos se ha incrementado considerablemente en los últimos años, pese a no estar indicados específicamente para la población infantil.

Los autores de este trabajo, miembros de la Universidad de Londres, analizaron las recetas de este tipo de fármacos realizadas en distintas clínicas de atención primaria del país (cubrían aproximadamente al 5% de la población) entre 1999 y 2006.

Pese a que Orlistat y sibutramina sólo están indicados en Reino Unido para adultos, las autoridades sanitarias del país autorizaron su uso para el tratamiento de niños y adolescentes obesos aunque sólo "en determinadas circunstancias".

La realidad es que, desde la introducción de estos fármacos en el mercado "su uso creció de forma muy rápida", comentan los investigadores, quienes observaron que el consumo en 2006 era 15 veces mayor al registrado en 1999. En este periodo, un total de 452 niños y adolescentes -la mayoría chicas- recibieron 1.334 recetas de fármacos antiobesidad (principalmente Orlistat y sibutramina).

Abandono del tratamiento

La investigación también puso de manifiesto que el seguimiento de la medicación era muy pobre. "Sólo el 25% de quienes tomaban Orlistat y el 35% de los que estaban en tratamiento con sibutramina continuaron con la terapia durante más de tres meses, periodo que se considera adecuado para comprobar sus beneficios clínicos", apuntan los investigadores.

Aunque no disponen de información sobre las razones de este abandono, los investigadores sugieren que estos datos "probablemente reflejen tanto una eficacia terapéutica pobre, como una falta de educación y preparación al paciente antes de la prescripción". Al extrapolar sus datos a la población general, estos autores apuntan que, en realidad, alrededor de 1.300 niños británicos al año podrían estar recibiendo fármacos antiobesidad.

En sus conclusiones, los investigadores remarcan que, dada la extensa utilización de los fármacos entre la población infantil, se hacen más que necesarios nuevos trabajos que estudien a fondo la seguridad y la efectividad específica de estos medicamentos en esta población y que, por otro lado, analicen las causas del rápido abandono de los tratamientos detectado.

La situación en España

Aunque no hay estudios similares sobre el consumo infantil de estos fármacos en España, parece que la situación en nuestro país es bien distinta a la del Reino Unido.

Empar Lurbe, jefa del servicio de pediatría del Consorcio Hospital General Universitario de Valencia e investigadora del Centro de Investigación en Red sobre obesidad y nutrición (CIBERobn), señala que estos medicamentos sólo se indican en casos excepcionales. "Generalmente en niños con otros problemas asociados, y únicamente cuando ya se han aplicado cambios en sus hábitos", comenta. "Nunca es la primera opción y, realmente, se lleva a cabo en muy pocos chicos", insiste.

Lurbe, que está al frente del programa ETIOBE, una iniciativa que utiliza las nuevas tecnologías para personalizar los tratamientos y aumentar la motivación y el seguimiento de las terapias en menores con obesidad, asegura que "la solución a estos problemas nunca es una pastilla".

Según sus palabras, "la clave está en aprender a comer bien y a llevar una vida activa", lo que muchas veces exige a los especialistas un enfoque multidisciplinar (endocrinos, pediatras, psicólogos, etcétera) y la implicación de todo el entorno del afectado.

 

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modificado el 19 de septiembre de 2017