Salud y Fármacos is an international non-profit organization that promotes access and the appropriate use of pharmaceuticals among the Spanish-speaking population.

PRESCRIPCIÓN, FARMACIA Y UTILIZACIÓN

Utilización

El uso de medicamentos en ancianos es preocupante en Brasil(Uso de medicamentos em idosos é preocupante no Brasil)
Instituto Salus, 25 de enero de 2013
http://tinyurl.com/bsbgvq4
Traducido por Omar de Santi

Según las tasas registradas el uso de medicamentos en ancianos es preocupante en Brasil. La Salud Pública en Brasil exige un mayor cuidado en este grupo etario.

De acuerdo con los datos del Censo 2010 de IBGE, el número de ancianos en Brasil superó el número de nacimientos. En 1991, los ancianos representaban el 4.8 % de la población; en el 2005, 5.8% y ahora las cifra llega al 7.4%. Del total de 190.755.000 de la población brasilera, 14.081.480 tienen 65 años o más.

Desde el punto de vista de la salud, esto representa mayores gastos en recursos. De hecho, los adultos mayores constituyen la franja etaria con más problemas de salud y para ello reciben tratamientos médicos con fármacos. El uso de medicamentos en ancianos es extremadamente común. Las mujeres emplean más medicamentos que los hombres. Ciertos estudios demuestran que las mujeres emplean más analgésicos, antireumáticos, psicotrópicos y que en los hombres se observa una mayor utilización de trombolíticos, cardioterápicos y fármacos para el asma.

En Brasil, la farmacoepidemiología del envejecimiento es un área promisoria, aún con pocas investigaciones sobre la diferencia entre mujeres y hombres en la frecuencia de uso de medicamentos.

El empleo de fármacos en adultos mayores es un hecho preocupante, pues deviene también del marketing de la industria farmacéutica, que invierte mucho en la investigación y desarrollo de nuevos agentes para el tratamiento de patologías prevalentes en ancianos.

Además, el fácil acceso a los medicamentos en farmacias y droguerías también es una cuestión a ser considerada, debido a que estimula la automedicación irracional y los problemas relacionados con la terapia farmacológica, como la aparición de reacciones adversas e interacciones medicamentosas.

Cerca del 80% de los adultos mayores tiene al menos una enfermedad crónica y requieren de cuidados médicos y medicamentos más frecuentemente, utilizando los servicios de salud en mayor escala que otros grupos etarios. Presentan más consultas médicas que los jóvenes (en EE UU 5 de cada 10 consultas al año son de ancianos) y representan buena parte de las internaciones hsopitalarias. Asimismo, con el número de ancianos en aumento, los recursos financieros destinados a salud son cada vez más limitados y no acompañan tal crecimiento.

La prescripción de medicamentos para ancianos es una práctica común. Estos consumen proporcionalmente cerca de tres veces más medicamentos que los individuos más jóvenes.

El uso simultáneo de múltiples fármacos, denominado polifarmacia, es una regla en este grupo etario, lo cual predispone a la ocurrencia de interacciones. Los grupos de fármacos más comúnmente utilizados son aquellos que actúan en el sistema cardiovascular (55%), seguido por los psicofármacos (11%).

Los óbitos por enfermedad cardiovascular lideran los rankings de mortalidad en Brasil, de acuerdo a estadísticas de DATASUS del 2007. Por esto, el mercado de medicamentos que actúan en el sistema cardiovascular es importante.

Los principales problemas psiquiátricos en ancianos incluyen depresión, ansiedad e insomnio que son tratados con antidepresivos y benzodiacepinas.

El uso de benzodiacepinas en adultos mayores es particularmente preocupante. Se estima que en el 2001 fueron 6.960 millones de dosis diarias de estos fármacos usados como hipnóticos en el mundo.

El tratamiento de condiciones clínicas en ancianos merece atención especial, en la óptica de la integralidad de las acciones, y no solo desde el punto de vista farmacológico. ¿Hasta qué punto los problemas de salud que son tratados con medicamentos podrían ser manejados con otras medidas terapéuticas?

La mejoría de la calidad de vida de los ancianos depende de la responsabilidad entre profesionales de la salud y pacientes. Educación en salud, acompañamiento terapéutico, y la promoción del uso racional de medicamentos, son medidas que deben ser estimuladas.

modificado el 28 de noviembre de 2013