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Investigaciones en América Latina

DESCRIPCIÓN DE REACCIONES ADVERSAS A MEDICINA NATURAL Y TRADICIONAL EN CUBA EN EL AÑO 2000

Francisco Debesa García*, Giset Jiménez López*, Jenny Avila Pérez* *Unidad Coordinadora Nacional de Farmacovigilancia, CDF. Cuba

Palabras clave: reacciones adversas medicamentosas, medicina natural, herbolaria, Cuba

Introducción

La Organización Mundial de la Salud (OMS) desde 1976 ha estado promoviendo la utilización apropiada de los sistemas tradicionales de medicina como parte de los programas de Atención Primaria de Salud, que comprende el empleo de plantas medicinales y de la acupuntura.(1)

El hombre ha buscado en la flora los medicamentos contra las enfermedades que le son propias, relacionadas con su ambiente, son conocidos desde la antigüedad múltiples ejemplos de especies medicinales que hoy tienen vigencias absolutas.

La OMS y muchas organizaciones prestigiosas fomentan y financian planes de desarrollo, con el objetivo de fundamentar, con el debido rigor científico, la utilización de las plantas medicinales; es decir, la aplicación de las plantas medicinales tradicionales se recomienda que se efectúe sobre una base científica que valide la efectividad terapéutica y la relativa inocuidad de éstas.(1)

En Cuba la medicina tradicional que llega a nuestros días, no tiene como fuente fundamental la aborigen, porque su población fue exterminada; nos llega la desarrollada a partir del siglo XV por españoles y más tarde por africanos, chinos y yucatecas. (1)

En la década del 40 el doctor cubano doctor Juan Tomás Roig, botánico, farmacéutico y agrónomo identificó 595 especies que eran empleadas por la población cubana para diferentes usos curativos. En los años 60 comienza un desarrollo ascendente de la investigación científica sobre las plantas medicinales, pero más bien con fines académicos y de forma aislada por distintos investigadores. No fue hasta la década del 80 que comenzó un trabajo de rescate de la medicina tradicional al evaluar estratégicamente las potencialidades existentes, en especial con las plantas medicinales, teniendo en cuenta las recomendaciones de la OMS y, por supuesto, los antecedentes que existían en la isla.(1)

La medicina tradicional es una realidad presente en todo el mundo. Como su nombre indica, forma parte del patrimonio cultural de cada país y emplea prácticas que se han transmitido de una generación a otra desde centenares de años antes del desarrollo de nuestra medicina actual.

La aceptación por un pueblo resulta notablemente condicionada a los factores culturales, por lo que tiende a no ser transferible fácilmente y podemos añadir que estos aspectos también son importantes para la forma de relación entre la medicina tradicional y la académica que debe elegir cada país.

Situación en Cuba

El desarrollo prioritario del Sistema Nacional de Salud a partir del triunfo de la Revolución en 1959 propició(2):

· Acceso gratuito y fácil para la población a todos los servicios médicos calificados.

· Desarrollo de la industria médico-farmacéutica nacional, que alcanzó a elaborar el 80 % de los medicamentos y su venta a precios módicos, e incluso sin costo para algunos programas de salud.

· Educación y nuevas oportunidades laborales de la población que favorecieron la disminución y casi extinción de las parteras, yerberos y otros practicantes.

· Desarrollo de los recursos humanos y de la infraestructura necesaria en un sistema de salud único.

· Desarrollo de las especialidades médicas y estomatológicas, así como de la industria médico-farmacéutica hasta el año 2000.

· Educación sanitaria de la población.

En este proceso hay que señalar algunos errores cometidos. En la educación médica superior se eliminaron de los planes de estudio los contenidos relacionados con las plantas medicinales y otros recursos naturales de utilidad, e incluso había profesores que enfocaban, con realidad incuestionable los aspectos tradicionales con simple oscurantismo en un contexto mítico-mágico, negando la realidad del uso de muchos remedios tradicionales que hacía nuestra población por considerarlos útiles, independientemente del acceso garantizado a los servicios de salud, como antes indicamos.(2)

Esta tendencia también fue llevada a la enseñanza media en la formación de los técnicos de la salud, al punto de suprimir de los programas de los técnicos en farmacia los conocimientos teóricos y el desarrollo de habilidades relacionadas con la elaboración y dispensación de medicamentos herbarios y sus controles de calidad. De igual forma, a los técnicos en fisioterapia y rehabilitación no se les impartían aspectos de medicina bioenergética como la acupuntura y otras técnicas afines y se les consideraba como prácticas "empíricas".(2)

Cuba, al igual que la mayoría de los países latinoamericanos, tiene una difícil situación económica que se ha hecho más grave en los últimos años, que incuestionablemente atenta contra los logros en el campo de la salud, por la afectación en los niveles de recursos y particularmente de medicamentos adquiridos en divisas. La situación actual nos obliga a ser eficientes y emplear al máximo los recursos nacionales disponibles.

Las limitaciones que antes señalamos hicieron que la utilización de recursos medicinales tradicionales se convirtieran como nunca antes en una necesidad para nuestro Sistema de Salud, lo cual impulsó su incorporación acelerada, sobre todo en la atención primaria a partir del desarrollo alcanzado en la investigación y la enseñanza.

En los últimos años se ha potenciado la vigilancia de los productos naturales y las prácticas tradicionales, dado el incremento de los mismos en todo el mundo, es así como en las últimas reuniones del Programa Internacional de Monitorización de Reacciones Adversas se ha incluido con mayor fuerza el tema de la seguridad de estos productos.(2)

En Cuba dado el incremento de la utilización en todos los niveles de atención de estos recursos y el aumento de la calidad de la atención médica ha hecho posible la observación estrecha de la aparición de eventos adversos no solo a fármacos, derivados de la sangre, medios diagnósticos y otros, sino también a productos de medicina natural y tradicional.

Resultados en el año 2000

En este trabajo se pretende presentar el comportamiento de las notificaciones de sospechas de reacciones adversas medicamentosas (RAM) de estos productos a la Unidad Nacional Coordinadora de Farmacovigilancia (UNCFV) durante todo el año 2000.

Los reportes de medicina natural y tradicional fueron el 0.5% de todos los reportes recibidos, en total 147 y de ellos 108 eran de productos de plantas medicinales. A la UNCFV han llegado reportes sobre:

Terapia floral: Hipoglicemia, hipertensión y edema facial.

Fango medicinal: Eritema.

Acupuntura: Reacción vagal, náuseas, sudoraciones, edema, eritema, rash, lipotimia, frialdad, palidez, vértigo, dolor, hipertensión y linfangitis.

PV-2: Epigastralgia, insomnio, hipotensión, ansiedad, náuseas, irritabilidad, astenia, vómitos y cefalea.

Propóleo: Inflamación, irritación local y somnolencia.

Jalea Real: Epigastralgia.

Cartílago de Tiburón: Dispepsia.

Champú de placenta: Rash y dermatitis.

Todas estas reacciones son de intensidad leve, excepto la reacción vagal, lipotimia, hipertensión, hipotensión y linfangitis que son de moderada severidad, ya que son reacciones que por lo general necesitan de un tratamiento para desaparecer o causan reposo o atención de urgencia.

Afortunadamente, no hubo reacciones graves ni con desenlace fatal en la que estuviera presente alguno de estos fármacos o prácticas tradicionales, siendo de gran aceptación en el consumo por parte de la población.

La medicina natural tiene un amplio campo de utilización, pero es necesario tener en cuenta los aspectos de seguridad, y observar de cerca y atentamente cualquier evento adverso que se produzca ya que hasta la fecha no hay estudios de seguridad realizados en este campo. Solo resta seguir estos productos y sus reacciones en busca de una señal.

Perspectivas de trabajo

Entre los criterios de fármacos de vigilancia intensiva, se encuentran todos los productos de medicina natural y tradicional en nuestro país, por lo que los notificadores los incluyen en sus observaciones y este aspecto está ampliamente demostrado en el número de reportes recibidos en el año 2000 en relación con el año anterior, en el que el número de reportes no llegó a 80 notificaciones.

En la UCNFV se pretende crear una base de datos destinada al seguimiento específico de estos fármacos y prácticas tradicionales, con lo cual se daría un salto de calidad en la vigilancia de la seguridad de estos productos que tradicionalmente se han considerado inocuos e inofensivos y que en la práctica han demostrado que como todo medicamento también tiene sus riesgos.

Referencias

1. Soler BA, Porto M. Experiencia Cubana en el Estudio y Aplicación de los Medicamentos Herbarios. Rev. Plantas Med 1997;2:

2. Morón F, Jardines JB. La Medicina Tradicional en las Universidades Médicas. Rev. Plantas Med 1997;2

 

Cuadro 1. Reacciones adversas a  medicinas herbales, año 2000, Cuba

Medicinas herbales

Reacciones adversas

Aloe (jarabe, crema)

Náuseas, vómitos, rash, prurito, edema facial,  eritema, irritación y disnea,

Crema antimicótica

Edema, dolor y prurito

Cañandonga (jarabe)

Vómitos

Guayaba (tintura)

Rash y lipotimia

Orégano (jarabe)

Dolor abdominal, vómitos, cefalea, rash, urticaria, epigastralgia, náuseas e hipotensión.

Jarabe anticatarral

Rash

Ajo (jarabe, tintura)

Epigastralgia, náuseas, vómitos, gastritis, diarreas y dermatitis.

Mangle Rojo (jarabe)

Náuseas, acidez, epigastralgia

Pasiflora (gotas)

Insomnio, sudoración, disnea, ansiedad, diarreas, ardor bucal, náuseas y eritema.

Caléndula (tintura)

Epigastralgia, prurito

Pino Macho (tintura)

Eritema, edema, prurito y urticaria

Manzanilla(tintura)

Dermatitis, eritema y urticaria.

Ají picante (tintura)

Eritema, calor y rubicundez

Calabaza (papelillos)

Astenia, mareos y vómitos

Tilo (jarabe, mellito)

Epigastralgia, vómitos, mareos y hipotensión.

Eucalipto (mellito)

Epigastralgia, astenia y disnea.

Jengibre (tintura)

Náuseas, vómitos, shock vagal.

Gotas circulatorias

Astenia y náuseas.

Caña Santa (tintura)

Sudoraciones, astenia, epigastralgia, vómito, acidez, calor, rash y prurito.

Jarabe Broncodilatador

Mareos, astenia y sudoraciones.

Jarabe analgésico

Depresión, somnolencia

Fuente: Unidad Coordinadora Nacional de Farmacovigilancia. 2000.

 

 

modificado el 22 de septiembre de 2017