Salud y Fármacos is an international non-profit organization that promotes access and the appropriate use of pharmaceuticals among the Spanish-speaking population.

Comunicación
RESPUESTA DEL MINISTRO DE SALUD BRASILEÑO AL COMUNICADO DE LA CASA BLANCA

En referencia al informe que la ofician de comercio de la Casa Blanca ha hecho público el día de hoy, primero de mayo de 2001 es necesario hacer las siguientes aclaraciones:

Primero, que si hay algún país en las Américas que merece el calificativo de proteccionista es Estados Unidos. Estados Unidos utiliza todos los mecanismos que no involucran tarifas para impedir la entrada de productos latinoamericanos en su mercado. En el caso de Brasil le recordamos la discriminación que sufrimos en las exportaciones de acero y de jugo de naranja. También recordamos los subsidios proteccionistas que el gobierno americano les concede a los agricultores y a su ineficiente industria del acero.

Brasil no recurre a medidas no tarifarias, no sabría como. Prueba de ello es que estamos haciendo frente a un gran déficit en el comercio con los Estados Unidos desde mediados de la pasada década.

En realidad, por lo que respecta a la industria farmacéutica, la Casa Blanca no está defendiendo ni el libre comercio ni la competencia. Lo único que hace es defender los intereses de su industria, que tiene una gran influencia en el gobierno del presidente Bush.

Es importante distinguir entre los intereses de la oficina de comercio de la Casa Blanca y el libre comercio. Es de sobras conocido que la Casa Blanca se especializa en defender la economía Estados Unidos, no el libre comercio a nivel universal.

Nuestra ley de patentes se adhiere a acuerdos de patentes de la OMC, de la que Estados Unidos es país miembro. La ley permite otorgar licencias obligatorias cuando el medicamento no se fabrica en Brasil después de un período de 3 años y cuando el precio del medicamento con patente se considera abusivo.

La primera medida todavía no la hemos utilizado. Es de destacar que la legislación de los Estados Unidos incluye una cláusula muy parecida, pero como es costumbre EE.UU. resiente que otros países adopten medidas que ellos ya han adoptado para proteger sus propios intereses.

La segunda medida tampoco ha sido utilizada, pero el simple hecho de que podemos estar dispuestos a utilizarla ha llevado a muchos laboratorios a rebajar sus precios, tal como ha ocurrido con Merck-Sharp que ha bajado el precio de dos medicamentos para el SIDA en dos veces y media. Esto ha representado para el Brasil un ahorro de 40 millones de dólares anuales.

Lo que le molesta a la Casa Blanca es la política de genéricos de Brasil. Esta política también existe en Estados Unidos. La Casa Blanca no aprecia la política de mantenimiento de precios de Brasil, aunque en Estados Unidos se siguen medidas parecidas, y en donde más de 40 estados están discutiendo medidas para limitar el abuso de precios. En Brasil no estamos haciendo nada que no se esté haciendo en Estados Unidos. La producción de medicamentos para controlar el SIDA nos ahorra 200 millones de dólares en productos que deberíamos importar, sin que violemos ninguna ley de patentes.

Por otra parte, el que el gobierno de los Estados Unidos emita juicio sobre el programa brasileño del SIDA, que está considerado por Naciones Unidas, el Banco Mundial y la prensa americana como uno de los mejores, si no el mejor del mundo, está totalmente fuera de lugar. Este programa es lo que es gracias a la determinación del gobierno de Fernando Enrique Cardoso de abaratar el costo de estos medicamentos. Y pensamos seguir en la misma línea, no nos vamos a retractar. El gobierno de Estados Unidos no está acostumbrado a que los gobiernos latinoamericanos defiendan sus intereses.

Traducido por Núria Homedes

 

modificado el 28 de noviembre de 2013