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ÉTICA Y DERECHO

Investigaciones

Las compañías estadounidenses evaden US$60.000 millones en impuestos utilizando una red global
(US companies dodge US$60 billion in taxes with global Odyssey)
Jesse Drucker
Bloomberg News, 13 de mayo de 2010
http://www.bloomberg.com/news/2010-05-13/american-companies-dodge-60-billion-in-taxes-even-tea-party-would-condemn.html
Traducido y resumido por Salud y Fármacos

Cuando Tyler Hurst entregó su tarjeta de débito al cajero de la farmacia Walgreens en Phoenix (Arizona) se desencadenó una de las odiseas internacionales que utilizan las corporaciones para evadir impuestos.

Hurst compró un frasco de Lexapro, el tercer antidepresivo de mayores ventas en el mercado. Los beneficios de su compra de 99 dólares empezaron un viaje de 9.400 millas a través del Atlántico y más de medio camino de retorno hacia EE.UU. Llegaron a un parque industrial en Dublin, a un rascacielo en Amsterdam y regresaron a una oficina de abogados en Bermuda.

Forest Laboratories Inc solo vende Lexapro en EE.UU pero con este viaje se asegura de no pagar impuestos en este país y los impuestos que paga en otras partes son bastante bajos. El año pasado, utilizando la técnica que se conoce como “transferencia de precios (transfer pricing)”, Forest Laboratories redujo su pago de impuestos en EE.UU. en más de una tercera parte. Este procedimiento combina la planificación de impuestos con la alquimia, y le cuesta al tesoro estadounidense unos US$60.000 millones al año.

La transferencia de precios permite que compañías como Forest, Oracle, Eli Lilly&Co y Pfizer Inc evadan legalmente algunos impuestos al convertir las ventas en un país en beneficios en otros país. Esto se hace únicamente sobre el papel y con frecuencia en lugares donde tienen pocos empleados y bajas ventas.

Después del rescate económico por US$12,8 billones (18,3 trillion en inglés), la administración Obama tendrá un déficit financiero de 1,5 billones. Para disminuir el déficit la administración ha dicho que intentará cambiar las técnicas que estas compañías utilizan para trasladar los beneficios al extranjero, y con eso espera ingresar US$12.000 millones anuales durante la próxima década.

Estos 12.000 millones representan solo una quinta parte de los 60.000 millones de impuestos que se evaden anualmente.

Según el Senador Carl Levin, un demócrata de Michigan, la trasferencia de precios es el equivalente para las corporaciones de los paraísos fiscales al de las cuentas individuales. Ahora que ya se ha avanzado en el control de los paraísos fiscales conviene prestar atención a la transferencia de precios.

Reuven S Avi-Yonah, director de un programa en impuestos internacionales de la Facultad de Derecho de Universidad de Michigan dijo “Si no se logra impedir que las multinacionales trasladen sus beneficios a jurisdicciones en las que pagan pocos impuestos, será imposible mantener los ingresos por los impuestos que pagan las corporaciones… mejor abandonamos los impuestos al ingreso”.

A finales del año pasado las corporaciones habían acumulado al menos un billón de beneficios en el extranjero, por los que no pagaron impuestos en EE.UU. Según los datos de 135 compañías, esa cantidad ha aumentado en un 70% en los últimos tres años, en el 2006 fue de US$590.000 millones. Una parte de estas ganancias provienen de ventas en el extranjero, pero una buena parte del aumento se debe a un incremento de la transferencia de precios.

El sistema permite que se generen transacciones el papel entre las subsidiarias de la misma compañía para asignar gastos y beneficios en los países que más convenga. Por ejemplo, cuando las firmas de tecnología otorgan licencias de sus patentes a sus subsidiarias en países extranjeros donde pagan pocos impuestos, los beneficios por las ventas en el extranjero se reportan en las subsidiarias extranjeras, no en las casas madre basadas en EE.UU. El ahorro en impuesto se suma a los beneficios por las ventas. Según Martin Sullivan, un economista especializado en impuestos que trabajaba para el Departamento del Tesoro, una buena parte de estos beneficios que se acumulan en el extranjero se deben a la transferencia de precios.

El trayecto
El viaje empieza a unas 2.100 millas del Walgreens de Phoenix, en la oficina que Forest tiene en Nueva York. Las ventas de Lexapro representaron el 58% de las ventas de Forest en el año fiscal que terminó el 31 de marzo. Forest no quiso comentar el monto de beneficios que recibió por el pago de US$99 que hizo Hurst. Según Helen Wolk, una analista financiera, los minoristas suelen ganar unos US$12 por cada producto de grandes ventas que entregan y el distribuidor se queda con dos dólares. Los US$85 que le quedan a Forest no se quedan en Nueva York durante mucho tiempo. Primero se van para Irlanda, donde Forest tiene una planta productora que vende Lexapro a su casa madre en EE.UU. En esta transacción está la esencia de la transferencia de precios. Con cada tableta que compra en Irlanda, Forest transfiere los beneficios a la subsidiaria irlandesa, donde los impuestos a las corporaciones están entre el 10 y 12,5% comparado con el 35% en EE.UU.

La compañía no quiso revelar lo que le paga a la subsidiaria en Irlanda por el Lexapro ni por los otros medicamentos que producen. Los analistas de impuestos dicen que ellos tampoco pueden calcular el precio del medicamento.

La subsidiaria de Forest en Irlanda emplea al 5% de los 5.200 trabajadores que tiene la compañía y tuvo ventas de US$2.500 millones durante el 2009, lo que representa el 70% de las ventas de la casa madre (US$3.600 millones). Según la compañía, solo las ventas de Lexapro generaron US$2.300 millones de ingresos.

Las leyes de impuestos de EE.UU. han intentado regular la transferencia de precios desde 1921, pero no se ha encontrado la forma de hacer que se cumplan las regulaciones. Para los reguladores en EE.UU, la cuestión es determinar si la casa madre paga demasiado a la subsidiaria en el extranjero o si la subsidiaria paga demasiado poco a la casa madre. El problema es que no se pueden comparar los precios en este tipo de transacciones con lo que se pagaría si las transacciones fuesen reales, entre compañías que no guardan ninguna relación entre ellas.

Para calcular donde deben contabilizarse los beneficios de una compañía se debe determinar quien es el dueño original de la patente. Según el método que se utilice para hacer el cálculo se pueden obtener cifras muy diferentes. En el 2006, GlaxoSmithKline llegó a un acuerdo con el gobierno de EE.UU. por el que pagó US$3.400 millones por un caso de tranferencia de precios. EE.UU. ha perdido dos casos desde el pasado diciembre: uno por US$24.300 millones con Xilins Inc y otro por US$545 millones con Symantec.

En el caso de Forest, la agencia recolectora de impuestos de EE.UU., el IRS, reclamó US$206,7 millones en impuestos pero Forest llegó a un acuerdo por una cantidad no revelada.

A partir del 2005, la compañía consiguió disminuir todavía más sus impuestos transfiriendo la mayor parte de los beneficios por Lexapro de Irlanda a Bermuda.

Durante ese año la subsidiaria Forest Laboratories-Irlanda fue reestructurada y la nueva compañía Forest Laboratories Holdings Ltd se registró en Hamilton, Bermuda. Posteriormente esta unidad tomo el control de las licencias de patentes. Otra oficina subsidiaria irlandesa heredó el nombre original y se responsabilizó de la fabricación del producto. Este cambió permitió reducir los impuestos al 2,4% del 10,3% que había pagado el año antes de la re-estructuración. Para ello Forest redujo de su ingreso los pagos que hizo a Bermuda, que no cobra impuestos a las corporaciones.

Para evitar un impuesto adicional en Irlanda, los beneficios de Forest no van directamente a Bermuda, primero pasan por Forest Finance BV en Amsterdam. Así evitan pagar el 20% del impuesto que cobra Holanda por las regalías de las patentes.

Forest creó su compañía holandesa en julio 2005, dos meses antes de que la subsidiaria holandesa obtuviera el premiso de funcionamiento en Bermuda. La unidad de Amsterdam no es más que una oficina de paso. En el 2007 ingresaron US$1.190 millones por las licencias de las patentes y pagaron el 99,6% de los gastos de licencias de patentes. Forest no tiene empleados ni en Bermuda ni en Holanda, todo se maneja a través de las oficinas de otras empresas.

En Amsterdam hay más de 13,000 corporaciones parecidas (compañías establecidas por corporaciones multinacionales extranjeras cuyo único objetivo es transferir activos financieros de un país a otro), y según el Banco Central, en el 2008 representaron transacciones de US$15,5 billones

Se calcula que a través de estas transacciones internacionales Forest consiguió doblar sus ahorros en impuestos. En el año 2007 se ahorró US$155 millones y en el 2009 US$183 millones. En el 2009, la filial de Bermuda procesó dos terceras partes de los beneficios de Forest por las ventas de Lexapro y de otros medicamentos.

Las ganancias que estas empresas realizan en el extranjero rara vez se depositan en bancos estadounidenses. Tienden a mantenerse en bancos extranjeros o en inversiones extranjeras. El año 2004, cuando el Congreso de EE.UU. permitió que las compañías repatriasen sus ganancias con un impuesto real del 5,25% fue la excepción, y como resultado 843 corporaciones repatriaron US$362.000 millones en EE.UU., Forest repatrió US$1.200 millones.

modificado el 28 de noviembre de 2013