Salud y Fármacos is an international non-profit organization that promotes access and the appropriate use of pharmaceuticals among the Spanish-speaking population.

Precios

Razones por las que ahora hay que cambiar la forma de establecer los precios
Joseph Jiménez, director ejecutivo de Novartis
Forbes, 1 de noviembre de 2016
http://www.forbes.com/sites/sciencebiz/2016/11/01/why-the-approach-to-drug-pricing-has-to-change-now/#388e058a2c1b
Traducido por Salud y Fármacos

Como CEO de una de las compañías farmacéuticas más grandes del mundo, creo que necesitamos perspectivas nuevas para abordar los precios de los medicamentos: Como industria, debemos pasar a un modelo centrado en el valor y los resultados que se obtienen, tanto para los pacientes como para los sistemas de salud.

Durante los últimos años, Novartis ha estado trabajando en modelos de precios que tienen como objetivo ofrecer valor medido en beneficios para los pacientes y el sistema de salud. Hemos establecido acuerdos de pago por resultados para algunos de nuestros productos con importantes compañías estadounidenses de seguros de salud. A través de estos acuerdos, los aseguradores evaluarán los resultados en los pacientes tratados con nuestros medicamentos. Reduciremos el precio si nuestras medicinas no funcionan como pensamos que deberían hacerlo. Hemos establecido este tipo de acuerdos para nuestro medicamento para la insuficiencia cardíaca Entresto, nuestro tratamiento para la esclerosis múltiple recurrente Gilenya y para Tasigna, que se utiliza en un cierto tipo de leucemia.

En resumen: creemos en la eficacia de nuestros productos y, colaborando con los financiadores en la busca de soluciones para el reembolso, esperamos contribuir a iniciar un cambio hacia la fijación de precios según su valor para el sistema de salud. Queremos ser recompensados por los resultados tangibles que nuestros productos proporcionan a los pacientes, no simplemente por la venta de píldoras.

Sin embargo, necesitamos un sistema en que todos los actores involucrados tengan incentivos para brindar mejor atención, medicamentos más eficaces y, al final, mejores resultados. Todas las partes que desempeñan un papel en la prestación de servicios, desde los hospitales, a los servicios en la comunidad y hasta la salud mental, deben ser recompensados en base en como contribuyen a los resultados finales en los pacientes. Esto incluye a la industria farmacéutica. Los precios de los medicamentos deben estar respaldados por datos del mundo real, y nos beneficiaríamos de tener mejor orientación reglamentaria sobre el uso de esta información.

Con ese fin, quisiera sugerir que el problema clave aquí se reduce a definir una sola palabra: “valor”. Porque la falta de acuerdo sobre lo que vale la pena pagar nos impide avanzar.

Así defino valor:

  1. Resultados significativos. En oncología, por ejemplo, las tasas de supervivencia global y de supervivencia libre de progresión serán nuestra piedra angular para evaluar los resultados. También pondremos más énfasis en la mejora de criterios clínicos adicionales, como la tasa de respuesta global y una mayor respuesta molecular, así como los cambios en biomarcadores clínicamente relevantes.
  2. Experiencia del paciente. Medidas centradas en el paciente, como la calidad de vida y el impacto de eventos adversos y efectos secundarios, serán fundamentales para medir el valor. Hay que considerar otros resultados de eficacia, tales como retrasar el tiempo hasta la metástasis o los cuidados paliativos, y los intervalos libres de tratamiento, ya que son particularmente importantes para los pacientes. También evaluaremos cómo las características de un tratamiento específico, como la duración de la terapia, la administración y la complejidad en adherirse a la terapia, afectan la vida cotidiana de los pacientes.
  3. Beneficio al sistema de salud. Debemos tener una visión holística del impacto que nuestros medicamentos tienen en mejorar el costo promedio total de la atención médica por paciente, para mostrar el beneficio que proporcionan. Tenemos que considerar los costos que no se incurren gracias a nuestra terapia, como la reducción en el número o la duración de las hospitalizaciones y la reducción de intervenciones o visitas al médico. También debemos evaluar la eficacia de nuestros medicamentos, por ejemplo, una terapia oral que permita que los pacientes se sometan a tratamiento en el hogar y puedan volver al trabajo, mientras liberan a los médicos para reunirse con otros pacientes.
  4. Valor social. Es importante estimar cómo los pacientes y sus cuidadores -el hogar entero- pueden mejorar su productividad personal, ya que nuestros medicamentos tratan la enfermedad del paciente y reducen su carga de enfermedad. Al evaluar el impacto económico de ayudar a las personas a recuperar sus vidas productivas, podemos demostrar de manera más transparente el valor global de nuestros medicamentos.

Los medicamentos reciben mucha atención porque son uno de los pocos costos de atención médica que cuentan con una lista de precios. Sin embargo, en realidad, el costo neto de los medicamentos no está disponible públicamente y es una porción relativamente pequeña (10%) del gasto total en salud. Sin embargo, los medicamentos innovadores pueden reducir los costos de la atención médica a lo largo plazo, reemplazando o impidiendo la necesidad de intervenciones médicas más costosas. Un análisis reciente estima que el uso óptimo de Entresto (nuestro tratamiento de la insuficiencia cardíaca) podría prevenir o posponer casi 28.500 muertes al año en EE UU.

Reconocemos que como empresa todavía no estamos donde deberíamos llegar, ni tampoco nuestros competidores ni los sistemas de salud en los que trabajamos. Para nosotros es prioritario construir el marco necesario para apoyar el establecimiento de precios según su valor, y la infraestructura de datos y sistemas necesarios para lograrlo. Estamos avanzando para liderar en esta área y esperamos unirnos a los gobiernos, reguladores y contribuyentes para trabajar juntos y acercarnos a hacer realidad esta visión.

El sistema de salud está plagado de ineficiencias, y se pierden muchos recursos. Las investigaciones sugieren que si los sistemas de salud y los responsables políticos pudieran detener las cosas que no funcionan, los costos de atención médica en EE UU podrían reducirse en un 25% (https://hbr.org/2015/10/how-the-u-s-can-reduce-waste-in-health-care-spending-by-1-trillion). Tenemos que examinar todos los costos y comprender qué intervenciones tienen impacto real. Los avances en ciencia y tecnología nos impulsarán rápidamente, pero no si no sabemos cómo valorarlos y cuánto vale cada innovación. Para disfrutar plenamente la promesa de la ciencia y asegurar que los pacientes se benefician, todo el sistema necesita urgentemente colaborar hacia una nueva comprensión del valor.

creado el 4 de Diciembre de 2020