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Ética

Investigaciones

Redes Sociales y Conflictos de Intereses entre los Médicos (Social Media and Physician Conflict of Interest)
McCarthy CP, DeCamp M, McEvoy JW
Am J Med. 2018 Mar 9. pii: S0002-9343(18)30198-0. doi: 10.1016/j.amjmed.2018.02.011
https://www.amjmed.com/article/S0002-9343(18)30198-0/abstract
Traducido por Salud y Fármacos

El uso de las redes sociales por parte de los médicos ha aumentado sustancialmente en los últimos años, y algunas estimaciones informan incrementos importantes, desde 41,6% en 2010 hasta el 90% en 2011 [1]. Si bien el uso personal es más frecuente, aproximadamente el 65% de los médicos interactúan con diversas plataformas de redes sociales por razones profesionales [1]. Por ejemplo, algunos médicos usan las redes sociales para promover conductas positivas para la salud, debatir políticas de atención médica, establecer contactos con colegas y educar a sus pacientes, compañeros y estudiantes.

Como tal, existe la gran oportunidad de que los médicos utilicen las redes sociales para mejorar los resultados en salud. Sin embargo, la protección de la privacidad del paciente y del médico, la distribución de información de atención médica poco precisa o incorrecta, la violación de los límites entre lo personal y lo profesional, la tergiversación de las credenciales y los prejuicios en las recomendaciones que hacen los médicos en las redes sociales siguen siendo preocupaciones importantes. Reconociendo esto, en 2010, la Asociación Médica de EE UU (AMA) y en 2013, el Colegio de Médicos de EE UU (ACP) y la Federación de Juntas Médicas Estatales (FSMB) publicaron pautas para el uso ético de las redes sociales por parte de los médicos [2, 3]. La declaración de política de la ACP / FSMB aconseja que los médicos divulguen cualquier posible conflicto de intereses (CdeI) cuando debatan sus experiencias profesionales en línea. Estas recomendaciones fueron (y hasta donde sabemos siguen siendo) innovadoras; no conocemos recomendaciones similares para otros grupos profesionales que utilizan las redes sociales (por ejemplo, abogados y científicos). A pesar de esta recomendación, los datos sugieren que la falta de divulgación de los CdeI por parte de los médicos sigue siendo un problema importante. En este comentario, examinamos los desafíos de la divulgación de los CdeI en las redes sociales y proponemos posibles soluciones.

La importancia de divulgar CdeI
Las relaciones con la industria pueden sesgar explícita o implícitamente a los médicos, tanto al informar sobre los resultados de estudios de investigación como al hacer declaraciones sobre sus recomendaciones de gestión clínica. Estos conflictos pueden generar riesgos para pacientes individuales y también pueden minar la integridad de la relación médico-paciente. La divulgación de posibles CdeI asegura que tales influencias puedan al menos ser reconocidas e incorporadas en la interpretación de la información en línea. Los médicos ya están obligados a divulgar sus posibles CdeI cuando dan conferencias, envían un artículo a revistas médicas para su posible publicación, y los tienen que declarar a las instituciones para las que trabajan (por ejemplo, centros médicos académicos). Mientras algunos pueden sugerir que la divulgación de los conflictos puede provocar una pérdida de confianza en la persona que los reconoce [4], en general, revelar la relación sirve: 1) para advertir a los lectores, y 2) como elemento disuasivo para evitar esas relaciones cuando no son éticas.

Estado actual del problema en las redes sociales
Los médicos ¿Están siguiendo la recomendación de la ACP / FSMB sobre la información que deben divulgar, y deberían los usuarios de las redes sociales estar preocupados por el posible CdeI de los médicos que distribuyen información sobre atención médica en estas plataformas? Los estudios disponibles generan preocupaciones.

La información sobre la falta de divulgación de los CdeI de los médicos en las redes sociales es anterior a la declaración de política de ACP / FSMB de 2013. En una encuesta de 2012 que se hizo a las juntas de medicina y osteopatia en EE UU (Nota: estas juntas son las que acreditan a los profesionales y otorgan permisos de trabajo), el 92% indicaron que su junta había recibido al menos una queja por problemas de profesionalismo en línea, y aproximadamente el 20% de estas violaciones se relacionaban con la falta de divulgación de CdeI en línea [5].

Los datos posteriores a las recomendaciones de la ACP / FSMB sugieren que el estado actual de la divulgación en línea no ha mejorado. En un estudio de especialistas en hematología y oncología de EE UU que usan Twitter, el 79,5% tenía al menos un CdeI financiero [6]. En un estudio posterior, los investigadores analizaron los contenidos de los tweets de 156 médicos de hematología y oncología con un CdeI financiero por haber recibido al menos US$1000 en 2014 [7]. El 81% de los médicos mencionaron al menos un medicamento de una compañía con la que tenían un CdeI [7]. Comparando 100 tweets sobre medicamentos con posibles conflictos de interés con 100 tweets sobre medicamentos sin CdeI escogidos al azar, los tweets sobre medicamentos con CdeI tenían más probabilidades de ser positivos, la misma probabilidad de ser neutrales y menos probabilidades de ser negativos [7]. Aún más preocupante es el hecho de solo el 1,3% de estos médicos divulgaron que habían recibido pagos [7]. Merece la pena estudiar si estas violaciones éticas se dan también en otras especialidades.

Direcciones futuras
La evidencia actual sugiere que los médicos que usan las redes sociales con frecuencia tienen CdeI, a menudo discuten medicamentos de una compañía de la que han recibido dinero y por ello es más probable que hablen positivamente de estos medicamentos, y rara vez informan sobre sus posibles CdeI. En una era donde rutinariamente se revelan los posibles CdeI en las revistas médicas y cuando se da una conferencia ¿por qué es tan difícil lograr que los médicos divulguen sus posibles CdeI en las redes sociales, que les permite influir en millones de personas? Existen varias explicaciones, cada una de las cuales sugiere soluciones diferentes para mejorar la divulgación de los posibles conflictos.

Una explicación es simplemente que la divulgación en línea es difícil porque las redes sociales plantean desafíos inherentes al sistema para revelar posibles CdeI. Por ejemplo, suelen ser mensajes breves, y los límites de caracteres que a menudo dificultan informar sobre CdeI. Además, la información distribuida y compartida por los usuarios de las redes sociales puede no contener necesariamente la divulgación de CdeI que se pudo haber incluido en la publicación inicial o en el perfil del médico. Por último, un lego puede no comprender completamente los conflictos potenciales tal como los entienden otros médicos y científicos. Sin embargo, estos desafíos técnicos no son insuperables. En los weblogs, esto se puede hacer informando explícitamente sobre todos los CdeI en la publicación relevante. Idealmente, debería informarse en un lenguaje simplificado que un lego pueda interpretar. Cuando se utilizan plataformas de redes sociales donde se aplican límites de caracteres (por ej. Twitter), la divulgación se puede realizar proporcionando una “etiqueta” electrónica o un enlace a un formulario de divulgación estandarizado, por ejemplo, el del Comité Internacional de Editores de Revistas Médicas, o a una base de datos pública [8]. Se pueden hacer enlaces a bases de datos disponibles públicamente en internet, como el sistema de Pagos Abiertos de los Centros de Medicare y Medicaid.

Otra explicación podría ser que los médicos desconocen las pautas éticas recientes. Del mismo modo que la aceptación de las nuevas pautas clínicas es lenta, también podría suceder lo mismo con la aceptación de las guías éticas. Sin embargo, esta explicación no es convincente. Las pautas de ética para la divulgación en las redes sociales no crearon una nueva obligación ética; aplicaron una obligación existente y bien establecida a un nuevo medio de comunicación. Sin embargo, esfuerzos educativos adicionales que destaquen la importancia de divulgar y gestionar los CdeI entre los médicos que usan las redes sociales podrían aumentar la conciencia sobre el requisito de divulgar. Estos esfuerzos deben desarrollarse con especial atención a nivel de la facultad de medicina de pregrado (ya que estos futuros médicos son más propensos a usar las redes sociales y se encuentran en un período críticamente impresionable de su desarrollo profesional).

Una tercera explicación es que no hay nadie que exija el cumplimiento de estas obligaciones cuando se escribe en línea. Tal vez, como consecuencia involuntaria de las políticas que exigen la divulgación de CdeI que se han formalizado y aplicado en las conferencias, en las publicaciones en revistas, y en las instituciones donde trabajan los médicos, los médicos desconocen la obligación ética de divulgar los CdeI en las redes sociales. Los límites poco claros que existen en las redes sociales entre el ámbito personal y el profesional también pueden contribuir a esto. La ausencia de mecanismos para exigir la divulgación de esta información en línea añade importancia a la autorregulación de los médicos como profesión. Los profesionales médicos que utilizan las redes sociales deben darse cuenta de que la obligación de divulgar sus CdeI es fundamentalmente ética, independientemente de si deben divulgarla por cuestiones de política. Los médicos no deben publicar información en las redes cuando tienen un posible conflicto y no pueden asegurar la divulgación de esos conflictos. En ciertas circunstancias, los médicos también pueden considerar denunciar a otros médicos que saben que no dan a conocer sus CdeI, tal vez a sus asociaciones profesionales.

Con evidencia creciente de que las relaciones de la industria pueden sesgar el contenido de las redes sociales, los médicos que publican en ellas deben reconocer su deber ético fundamental de divulgar y gestionar sus posibles CdeI en las redes sociales. Mientras tanto, se justifica hacer más investigaciones para estudiar la prevalencia, y el impacto de los CdeI de los médicos en la información que se presenta en las redes sociales y las posibles estrategias de gestión.

Sin mejoras en la divulgación y gestión de los CdeI en las redes sociales, la confianza en la profesión médica y la validez de las redes sociales como un medio de educación médica están en peligro.

Referencias

  1. Modahl, M., Tompsett, L., and Moorhead, T. Doctors, patients & social media. (Véase en inglés en: http://www.quantiamd.com/q-qcp/social_media.pdf
  2. American Medical Association. Opinion 9.124. Professionalism in the use of social media. (AMA Code of Medical Ethics; Véase en inglés https://www.ama-assn.org/sites/default/files/media-browser/public/about-ama/councils/Council%20Reports/council-on-ethics-and-judicial-affairs/i10-ceja-professionalism-use-social-media.pdf
  3. Farnan, J.M., Snyder Sulmasy, L., Worster, B.K. et al. Online medical professionalism: patient and public relationships: policy statement from the American College of Physicians and the Federation of State Medical Boards. Ann Intern Med. 2013; 158: 620–627.
  4. Sah, S., Fagerlin, A., and Ubel, P. Effect of physician disclosure of specialty bias on patient trust and treatment choice. Proc Natl Acad Sci USA. 2016; 113: 7465–7469.
  5. Greysen, S.R., Chretien, K.C., Kind, T., Young, A., and Gross, C.P. Physician violations of online professionalism and disciplinary actions: a national survey of state medical boards. JAMA. 2012; 307: 1141–1142.
  6. Tao, D.L., Boothby, A., McLouth, J., and Prasad, V. Financial conflicts of interest among hematologist-
  7. Kaestner, V., Brown, A., Tao, D., and Prasad, V. Conflicts of interest in Twitter. Lancet Haematol. 2017;4: e408–e409
  8. Decamp, M. Physicians, social media, and conflict of interest. J Gen Intern Med. 2013; 28: 299–303.
creado el 4 de Diciembre de 2020