Medicines for Europe está alarmada porque el Consejo ha debilitado la Ley de Medicamentos Esenciales, y por los esfuerzos que están haciendo algunos Estados miembros importantes para presionar al Parlamento Europeo a que se sume a ese peligroso camino para la seguridad de Europa en materia de salud. El Consejo y el Parlamente solicitaron La Ley de Medicamentos Esenciales para reducir la escasez de medicamentos y fortalecer la autonomía estratégica con reformas claras que impulsaran la inversión en la fabricación, la diversificación de la cadena de suministro y una mayor solidaridad en la UE para mitigar la escasez. Aunque lejos de ser perfecta, la propuesta de norma de la Comisión incluía reformas genuinas para los mercados de medicamentos genéricos esenciales (a), la priorización de fondos para apoyar la fabricación y normas para garantizar que las reservas nacionales no perjudicaran el suministro de medicamentos en los países vecinos. Nos sorprende ver que algunos Estados miembros están concertando esfuerzos por hacer todo lo posible para debilitar la ley, y nos preguntamos cómo esto se puede compatibilizar con la ambición política del Consejo Europeo de apoyar una mayor autonomía estratégica, la diversificación del suministro y la solidaridad dentro de la UE (b).
Algunos Estados miembros están utilizando erróneamente el argumento de la capacidad nacional para garantizar que la Ley de Medicamentos Esenciales no introduzca criterios de seguridad del suministro en los mercados de medicamentos genéricos —la mayoría de los medicamentos esenciales son genéricos (c)—. A pesar de los abrumadores datos y evidencias que demuestran que estas políticas de compra se basan exclusivamente en la contención de precios y en la obtención del precio más bajo posible (no precios bajos, sino el precio más bajo en términos absolutos), independientemente del impacto que esto tenga en la consolidación industrial y la seguridad del suministro. Los resultados de estas políticas son impactantes:
Entonces, ¿qué violación a la capacidad nacional impondría la Ley de Medicamentos Esenciales a los Estados miembros?
Ninguna en absoluto, ya que la ley solo exigiría a los Estados miembros que cumplieran plenamente con las obligaciones legales existentes —como la Directiva sobre contratación pública o la Directiva sobre transparencia en materia de precios y reembolsos— y que informaran al Grupo de Coordinación de Medicamentos Esenciales. Y esto no supone una revolución en el mercado, ya que muchos países ya están aplicando estas normas, aunque sea a escala limitada. Para reducir la escasez, Grecia exige licitaciones con múltiples adjudicaciones para determinados medicamentos esenciales de uso hospitalario. Para diversificar el suministro, Suecia y Portugal han introducido cambios en los precios y los reembolsos, con el fin de diversificar y atraer a más proveedores. Los países nórdicos han experimentado utilizando criterios de seguridad del suministro (no relacionados con el precio) y criterios medioambientales para la adquisición de antibióticos esenciales.
Es más, estas reformas han tenido un impacto insignificante en el precio de los medicamentos —alrededor del 8% de los contratos se adjudicaron a proveedores que no ofrecían el precio más bajo (h)—, que se ha visto compensado por las ventajas de una menor escasez de medicamentos. Entonces, ¿qué está en juego? Los pagadores de los grandes Estados miembros, como Alemania y Francia, no quieren ninguna restricción que limite su capacidad de presionar a los fabricantes de medicamentos esenciales, para conseguir los precios más bajos posibles (i) —ni siquiera las más modestas que mejorarían el suministro de medicamentos para toda Europa— .
Desincentivar las inversiones en fabricación, durante el momento geopolítico más delicado de la UE
Además de las políticas de compras para contener los precios, los fabricantes de medicamentos esenciales de la UE deben cumplir con la regulación más compleja y costosa del mundo y pagar los precios de energía más elevados. No es de extrañar que los fabricantes de la UE no estén haciendo fila para invertir en Europa y en mejorar la resiliencia de la cadena de suministro. Sin embargo, es obvio para todos que los fabricantes de medicamentos esenciales deben invertir para prepararse para situaciones de alto riesgo, como futuras pandemias, tensiones geopolíticas y guerras, y otros acontecimientos importantes que podrían provocar un aumento masivo de la demanda de medicamentos esenciales.
A pesar de ello, el Consejo quiere debilitar aún más las disposiciones de la Ley de Medicamentos Esenciales para dar prioridad al apoyo financiero a estas inversiones tan necesarias para la seguridad en materia de salud, aceptar orientación sobre ayudas estatales que prohíben cualquier apoyo nacional a la producción de medicamentos esenciales de forma efectiva, o sugerir que el futuro presupuesto de la UE (marco financiero plurianual) podría incluir un esfuerzo por invertir en seguridad en materia de salud. Si el “argumento comercial” del Consejo a favor de la autonomía estratégica es que los fabricantes de medicamentos esenciales deben invertir con una pérdida económica garantizada durante muchos años, entonces han logrado su objetivo.
El egoísmo es la nueva solidaridad
La primera lección que nos dejó la pandemia de covid-19 fue que los suministros médicos se deben enviar a los pacientes y no acumularse en los almacenes. Aplaudimos el enérgico liderazgo de la Comisión para garantizar que la solidaridad prevaleciera durante toda la pandemia (y contribuimos a ello colaborando con la Comisión y los Estados miembros para garantizar que todos recibieran los suministros necesarios en función de las necesidades de los pacientes). Esta lección quedó inmediatamente en el olvido tras la pandemia, cuando Francia (2-4 meses) y Alemania (6 meses) impusieron a los fabricantes la obligación de acumular reservas masivas de medicamentos esenciales y genéricos.
En el caso de los antibióticos críticos, las reservas de un mes en Francia y Alemania equivalen al consumo de los otros 25 Estados miembros juntos (j) y, sin embargo, las reservas de Francia y Alemania no se pueden enviar legalmente a estos países en caso de escasez. Los Estados miembros más pequeños han pedido repetidamente a la Comisión que restablezca la solidaridad en la UE, para garantizar que los requisitos nacionales, en materia de reservas, sean proporcionados y no perjudiquen el suministro en el resto de la UE.
A pesar de las innegables pruebas de que se debe respetar la solidaridad para que todos los pacientes europeos puedan tener acceso a medicamentos esenciales, el Consejo está trabajando para garantizar que no haya ningún tipo de supervisión. La futura seguridad de la Unión en materia de salud no se puede ver mermada. Instamos al Consejo a que reconsidere su posición sobre la Ley de Medicamentos Esenciales.
¿Cuáles son nuestras solicitudes en relación con la Ley de Medicamentos Esenciales?
Instamos a las instituciones de la UE a que cumplan con una Ley de Medicamentos Esenciales significativa, que reduzca la escasez de medicamentos, consolide la fabricación y el suministro, y garantice la solidaridad de la UE en cuanto a la disponibilidad de medicamentos.
Notas