El nuevo Tratado de la OMPI sobre la Propiedad Intelectual, los Recursos Genéticos, y los Conocimientos Tradicionales Asociados responde a una demanda de más de 25 años por parte de los países en desarrollo para combatir la biopiratería. El Tratado es el primer tratado en materia de propiedad intelectual promovido por esos países. Si bien la adopción del Tratado el 24 de mayo de 2024 supuso un hito trascendental en la evolución del sistema de patentes, es fundamental que la importancia política y simbólica del Tratado, que supone un cambio de paradigma, vaya acompañada de una eficacia práctica equivalente.