Diferentes estudios han mostrado que los antineoplásicos son muy rentables para las farmacéuticas [1]. Un estudio publicado en 2024 analizó las ganancias que las farmacéuticas obtuvieron por los antineoplásicos autorizados en Europa entre 1995 y 2020, según el grado en que estos medicamentos mejoraron el cuidado del paciente, si es que lo hicieron.
Los autores estimaron las ganancias mundiales generadas por estos medicamentos usando los informes financieros publicados por las empresas y los puntajes de “beneficio añadido” (que indican el grado en que mejoraron el cuidado del paciente en comparación con las alternativas disponibles), obtenidos de evaluaciones ejecutadas por diferentes organizaciones, incluyendo a la Autoridad de Salud de Francia, el Instituto de Revisión Clínica y Económica de EE UU, las sociedades de oncología y Prescrire. Los cuatro puntajes del beneficio añadido que se utilizaron en este estudio fueron: negativo o no cuantificable, mínimo, significativo o importante [2].
Para 43 de los 131 medicamentos analizados, los autores identificaron 149 evaluaciones de ese tipo. Estimaron las ganancias acumuladas que cada medicamento generó para la empresa en cuestión durante el período de los tres años posteriores al ingreso del medicamento en el mercado. La mediana de la ganancia acumulada se estimó en US$1.200 millones por los medicamentos que aportaban un beneficio añadido importante, y US$740 millones por los medicamentos cuyo beneficio añadido se evaluó como negativo o no cuantificable [2].
La mediana del costo por investigación y desarrollo fue de aproximadamente US$700 millones por antineoplásico (con un rango de US$166 millones a US$2.060 millones, dependiendo del medicamento), y la mediana del plazo hasta que las ventas compensaron ese costo se estimó en tres años para todos los medicamentos.
En el caso de los que tenían un permiso de comercialización condicional, que en su mayoría recibieron puntajes de beneficio añadido negativo o no cuantificable, la mediana del plazo hasta que se compensó el costo en I+D se estimó en cuatro años [2].
Si bien este estudio tiene algunas limitaciones, que los autores comentaron, muestra que los antineoplásicos autorizados, aunque aporten poco o ningún beneficio para los pacientes, por lo general siguen siendo una fuente importante de ganancias para las farmacéuticas y, por tanto, un gasto importante para los seguros médicos. Los responsables de autorizar medicamentos y negociar sus precios deberían prestar atención a esto.
Referencias