Nada nuevo
Para los casos raros de niños con enfermedad renal crónica, el tratamiento de referencia para corregir la anemia es una epoetina, al igual que en adultos. En la Unión Europea, la darbepoetina alfa (Aranesp) y la epoetina beta (NeoRecormon) están autorizadas para su uso en pacientes de cualquier edad y tienen un balance riesgo-beneficio similar. La frecuencia de dosis varía desde varias veces por semana hasta una vez cada dos semanas, y se debe adaptar a los síntomas de la anemia [1-4].
La epoetina beta pegilada (Mircera – Roche) se autorizó inicialmente en la Unión Europea para tratar a adultos. No se ha demostrado que represente un avance clínico tangible, pero es posible que conlleve un mayor riesgo de trastornos cardiovasculares, debido a que los niveles de hemoglobina suelen ser más altos con esta epoetina que con otras.
La pegilación permite reducir la frecuencia de las inyecciones a tan solo una al mes. Sin embargo, su prolongada semivida de eliminación dificulta la corrección de los niveles excesivos de hemoglobina. Ahora, la epoetina beta pegilada también está autorizada para el uso en niños a partir de los tres meses de edad, tras estabilizar su nivel de hemoglobina con otra epoetina [2, 4, 5].
Esta autorización se basa en la extrapolación de datos obtenidos en adultos y en los resultados de dos ensayos clínicos no comparativos con un total de 104 niños, 12 de los cuales eran menores de cinco años [2]. Estos ensayos no pueden demostrar si la epoetina beta pegilada representa un avance terapéutico para estos niños con respecto a otras epoetinas.
Los efectos adversos en estos ensayos clínicos fueron los que ya eran conocidos con las epoetinas, en particular hipertensión y trombosis [2, 3].
Revisión de la literatura hasta el 10 de enero de 2025