Resumen ejecutivo
Durante los últimos 90 años, los pacientes, principalmente niños, han sufrido daños evitables e innecesarios por ingerir medicamentos contaminados con altos niveles de sustancias químicas tóxicas (dietilenglicol [DEG] y etilenglicol [EG]).
Al menos 25 de los casos notificados han resultado en más de 1.300 muertes y muchas más hospitalizaciones que causaron lesiones que cambiaron la vida de las personas. Los informes sugieren que estos casos son aislados, inusuales y anómalos, y se suelen notificar cuando surgen una serie de eventos adversos que están claramente relacionados entre sí en un grupo de pacientes. Los últimos descubrimientos indican que este problema es más común de lo que se pensaba inicialmente.
Desde octubre de 2022, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha emitido siete alertas sobre productos médicos que hacen referencia a múltiples lotes de medicamentos líquidos orales contaminados, muchos de los cuales se promocionaban para uso pediátrico y se exportaban principalmente a países de medianos y bajos ingresos. La OMS también emitió dos alertas sobre productos químicos a granel falsificados que aparentaban ser excipientes de calidad farmacéutica.
Tras un caso especialmente grave en Gambia, en el que al menos 66 niños perdieron la vida, se volvió a prestar atención al problema. Poco después del caso de Gambia se produjeron incidentes similares en Indonesia y Uzbekistán, donde se notificaron otras 268 muertes y dos alertas más de la OMS sobre productos médicos.
La mayoría de los casos recientes se relacionan con medicamentos líquidos orales baratos que se pueden comprar sin receta médica. En la mayoría de los casos, estos medicamentos se promocionaban específicamente para niños y son medicamentos registrados que se pueden adquirir en farmacias, boticas o mercados callejeros informales.
La atención generalizada de los ciudadanos, los organismos reguladores, las organizaciones internacionales y los medios de comunicación, junto con un llamado a la acción de la OMS dirigido a todas las partes interesadas, condujeron a un mayor nivel de vigilancia. También se desarrolló y puso en marcha una metodología para detectar la presencia de contaminantes tóxicos que es ampliamente accesible.
A raíz del aumento de la sensibilización, de la atención a nivel mundial y de la disponibilidad de pruebas de detección, se incrementó la identificación y notificación de medicamentos líquidos orales que contenían niveles tóxicos de contaminantes. Desde entonces se han producido nuevas alertas y retiradas de líquidos orales o excipientes contaminados a nivel mundial y nacional, en las seis regiones de la OMS.
Las primeras sospechas se centraron en la volatilidad de los mercados de excipientes durante la pandemia de covid-19. Si bien esto pudo haber sido un factor que contribuyó al reciente aumento de casos, no explica los numerosos casos históricos para los que no existe ningún factor contribuyente aparente. Más bien, los comportamientos y malas prácticas más afianzadas y arraigadas que existen en la cadena de suministro, junto con una supervisión deficiente de los excipientes, se combinan para crear un entorno propicio para las tragedias que han ocurrido.
Lo que ha quedado claro durante esta investigación es que los comportamientos delictivos intencionados, incluyendo la falsificación de excipientes, acentuados por el incumplimiento de los requisitos regulatorios, son una amenaza persistente y generalizada para la salud pública. En algunos casos, se han llevado a cabo investigaciones detalladas que han dado lugar al enjuiciamiento exitoso de los implicados. En otros casos, los enjuiciamientos han fracasado debido a investigaciones deficientes y a la inexperiencia de los fiscales en la gestión de delitos relacionados con el sector farmacéutico.
Los incidentes relacionados con medicamentos contaminados tienen una serie de consecuencias sociales y económicas negativas, desde graves daños a la salud pública, hasta la disminución de la confianza en la calidad, la seguridad y la eficacia de los medicamentos y densu supervisión regulatoria, además de pérdidas económicas. Debido a la globalización del mercado farmacéutico, las acciones de unos cuantos comerciantes y fabricantes de poca envergadura tienen un impacto negativo desproporcionado, a menudo a escala mundial.
Esta investigación conjunta de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC o United Nations Office on Drugs and Crime) y la OMS se centra en las deficiencias y vulnerabilidades de la cadena de suministro de excipientes, así como en la idoneidad de la legislación, la regulación y las guías existentes. A través de una revisión de la bibliografía, entrevistas con expertos en la materia, una serie de estudios de casos y un estudio de campo, se examina el nexo entre las acciones delictivas y las malas prácticas de fabricación y distribución.
Por último, se sugiere un conjunto de recomendaciones para las principales partes interesadas, cuya aplicación supone un esfuerzo por evitar que la historia desafortunadamente se repita.
- Principales hallazgos
Actores delictivos
Los actores delictivos han reconocido que existe un mercado para determinados excipientes de calidad farmacéutica, que son vulnerables a las fluctuaciones de disponibilidad y precio.
- Algunos excipientes de alto riesgo han sido objetos intencionados de dilución, sustitución y etiquetado incorrecto.
- Se están colocando etiquetas falsificadas, que aparentan ser de fabricantes multinacionales de excipientes, en barriles de productos químicos tóxicos, para dar credibilidad al producto, afirmando que se trata de excipientes de calidad farmacéutica, y se ofrecen a la venta a las industrias farmacéutica, alimentaria y cosmética.
- Los comerciantes sin licencia y no regulados utilizan el comercio electrónico y las plataformas de redes sociales para promover estos excipientes falsificados.
- Se ha recurrido a la corrupción de funcionarios públicos para facilitar el acceso a los mercados de productos farmacéuticos terminados.
- Fabricantes de excipientes de alto riesgo
Los fabricantes de excipientes de grado farmacéutico de alto riesgo no están sujetos actualmente a supervisión regulatoria.
- Existe una falta de control sobre el reciclaje o la reutilización de los barriles vacíos de excipientes farmacéuticos, lo que da lugar a que los envases se transfieran a terceros para su reutilización.
- Existe una falta de sistemas de trazabilidad, en relación con los excipientes de alto riesgo.
- Distribuidores de excipientes de alto riesgo
Los distribuidores de excipientes farmacéuticos de alto riesgo no están sujetos actualmente a supervisión regulatoria.
- Los certificados de análisis de los excipientes farmacéuticos se están alterando, falsificando o están desapareciendo, lo que provoca incertidumbre sobre el origen y la calidad de los excipientes y dificulta su trazabilidad.
- Los excipientes de alto riesgo suelen pasar por las manos de múltiples intermediarios en diferentes jurisdicciones, lo que dificulta la trazabilidad.
- Fabricantes de medicamentos
Algunos fabricantes de medicamentos están comprando excipientes farmacéuticos a comerciantes y corredores de bolsa imposibles de rastrear sin realizar las diligencias necesarias o verificar la garantía del proveedor.
- Cuando así se les requiere, algunos fabricantes de medicamentos no comprueban antes de su uso la presencia de impurezas en los excipientes farmacéuticos de alto riesgo
, antes de su uso.
- Los medicamentos producidos con excipientes farmacéuticos contaminados se comercializan a nivel nacional y/o se exportan ampliamente a países de ingresos medianos y bajos.
- Los fabricantes de medicamentos están eliminando de forma inadecuada los barriles vacíos de excipientes farmacéuticos que entregan a terceros, y algunos de estos barriles aún conservan su etiquetado original.
- Algunos fabricantes farmacéuticos han aceptado contratos de terceros, para producir medicamentos, sin haber realizado las debidas diligencias sobre la identidad y los antecedentes de sus clientes.
- Regulación
Actualmente, la supervisión regulatoria de los medicamentos, fabricados exclusivamente para la exportación, es insuficiente.
- En la actualidad, la atención regulatoria dedicada a las inspecciones del origen o la calidad de los excipientes de alto riesgo es insuficiente.
- Los incidentes por contaminación han puesto de manifiesto las deficiencias en la capacidad regulatoria, tanto en los países donde se fabricaron estos medicamentos, como en aquellos donde se utilizaron.
- En algunos países existe una falta de aplicación, cumplimiento y sanciones oportunas (cuando es necesario) por incumplimiento grave de las normativas relativas al uso de excipientes contaminados de alto riesgo.
- Existe una falta de vigilancia postcomercialización basada en el riesgo, para los medicamentos producidos con excipientes de alto riesgo.
- Profesionales de la salud
En general, se produce un retraso en la identificación, vinculación y notificación de los casos que implican hospitalizaciones o muertes asociadas a medicamentos contaminados con dietilenglicol y etilenglicol.
- En algunos países que han sufrido contaminaciones no existen centros nacionales toxicológicos y, cuando los hay, falta coordinación entre los sectores farmacéutico, alimentario y cosmético para ayudar en la gestión de las intoxicaciones relacionadas con el dietilenglicol y etilenglicol.
- Pruebas
Hay una falta de dispositivos de cribado fiables, robustos, portátiles y asequibles que sean capaces de detectar impurezas hasta niveles permitidos, en excipientes de alto riesgo.
- Toxicidad
Si bien, desde el punto de vista regulatorio, existe un nivel de tolerancia ampliamente aceptado que permite niveles seguros de ciertas impurezas en los medicamentos, recientemente no se ha hecho suficiente investigación sobre los niveles de toxicidad del dietilenglicol y etilenglicol en seres humanos.
- Notificación
Algunos países tardan en denunciar (o no denuncian en absoluto) los productos médicos falsificados o de calidad inferior —incluyendo los productos contaminados— al Sistema Mundial de Vigilancia y Monitoreo (GSMS o Global Surveillance and Monitoring System) de la OMS para Productos Médicos de Calidad Subestándar y Falsificados (SFMP o Substandard and Falsified Medical Products), o a través de sus centros de coordinación del Reglamento Sanitario Internacional (RSI o International Health Regulations).
- Investigación
En algunas jurisdicciones no hay suficiente intercambio de información, colaboración, ni cooperación entre las autoridades encargadas de hacer cumplir la ley, las aduanas y los organismos reguladores, para permitir una investigación y un enjuiciamiento oportunos.