La prescripción de estimulantes ha aumentado mucho desde la pandemia por covid, generando preocupación por la sobreprescripción y la mala utilización. El creciente uso de la telemedicina podría haber contribuido, pero también podría deberse a un aumento del marketing.
Los autores de este articulo analizaron los pagos que las empresas que producen estimulantes pagaron a médicos y otros profesionales con capacidad para prescribir entre 2021 y 2013, a partir de la base de datos Open Payments.
Los pagos de la industria a los médicos se duplicaron, de US$1,8 millones en 2021 a US$3,6 millones en 2023, principalmente por el pago a los psiquiatras. Entre los otros profesionales con capacidad para prescribir se triplicaron, de US$0,5 millones en 2021 a US$1,6 millones en 2023, mayoritariamente por el pago a los enfermeros profesionales (nurse practitionners). El producto para el que más se incrementaron los gastos de marketing fue Azstarus (serdexmetilfenidato/dexmetilfenidato) que aumentó en un 580%.
Desde la pandemia, los enfermeros profesionales se han convertido en el grupo de prescriptores de estimulantes de más rápido crecimiento, y en 2022 emitieron más recetas que los psiquiatras.
Los psiquiatras y pediatras, incluidos aquellos en subespecialidades enfocadas en adolescentes, fueron las especialidades con el mayor porcentaje de médicos en sus respectivas especialidades que recibieron algún pago (5,9% a 10,5%).