Tras muchas solicitudes de retracción, el Journal of the American Academy of Child & Adolescent Psychiatry (Revista de la Academia Americana de Psiquiatría Infantil y Adolescente) ha decidido investigar un artículo publicado en 2001, que afirmaba la seguridad y eficacia de Paxil en jóvenes, que posteriormente fue desacreditado por incluir datos engañosos y se convirtió en el foco de una intensa controversia por la comercialización inapropiada del medicamento. El estudio minimizó información sobre los efectos adversos graves del medicamento, como pensamientos suicidas.
GSK, utilizó los resultados publicados en el artículo para animar a los médicos a que recetaran Paxil a los adolescentes, a pesar de que la FDA no lo había aprobado para esa población y emitió una advertencia sobre pensamientos suicidas para todos los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS), incluyendo Plaxil.
En 2012, GSK acordó pagar US$3.000 millones para resolver los cargos penales y civiles por “promoción fraudulenta” de ciertos medicamentos, incluyendo Paxil, y por no informar sobre ciertos datos de seguridad, entre otras cosas.
A pesar de la controversia, la revista nunca respondió a múltiples peticiones de retractación que comenzaron a surgir en 2006. Para entonces, se habían presentado demandas contra GSK, y documentos internos de la compañía revelaron intentos de manipulación de los resultados del estudio y que la empresa recurría a redactores fantasma. Las citas del artículo fueron frecuentes, en 2010 se había citado en otros 153 artículos, hoy en día hay 913 citas.
La solicitud más reciente de retractación fue presentada en agosto por el abogado George Murgatroyd III, quien ha representado a una docena de familias cuyos hijos murieron por suicidio o resultaron gravemente heridos en un intento de suicidio tras consumir Paxil, según una demanda que presentó ante el Tribunal Superior de Washington, D.C. Murgatroyd decidió demandar después de escribir a la revista en junio solicitando una retractación.
Murgatroyd alegó que la Academia Estadounidense de Psiquiatría del Niño y del Adolescente y Elsevier, la casa editorial, violaron las leyes de protección al consumidor de D.C. al distribuir el artículo “como si fuera literatura científica válida. No lo es. El artículo es una pieza promocional disfrazada de ciencia médica”, perjudicando a los consumidores y engañando a los médicos. Murgatroyd añadió que la sociedad médica y la editorial siguen lucrando con la venta del artículo, y que recientemente compró una copia por US$41,50 en el sitio web de la revista.
Un portavoz de la sociedad médica escribió para informar que: “… la AACAP está revisando actualmente el artículo, publicado hace más de dos décadas. David Healy, exprofesor de psiquiatría de la Universidad de Bangor (Gales), quien dirige RxISK.org, un sitio web que recopila información sobre los efectos secundarios de los medicamentos. “Los editores son los responsables de todo esto. Si no responden a las sugerencias de los médicos, y en este caso no lo hicieron, nos encontramos en una situación muy complicada… Este estudio fue fraudulento. Fue escrito por un tercero y se trató de un ensayo negativo que presentó al medicamento como seguro y eficaz, lo que llevó a que miles de niños tomaran el medicamento…. los ensayos en este grupo de edad no muestran ningún beneficio, con un exceso de efectos adversos”.
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