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Algunos tipos de artritis juvenil se asocian a la psoriasis (artritis psoriásica juvenil) o a la inflamación en el lugar donde los tendones, los ligamentos o los músculos se unen al hueso (entesis) [1,2]. Para estos problemas, cuando se considera utilizar un inmunosupresor, la primera elección es el metotrexato, un citotóxico inmunosupresor. Si su eficacia resulta inadecuada, una opción es un inhibidor del FNT alfa, como el adalimumab (Humira u otras marcas) [1].

El secukinumab (Cosentyx – Novartis) es un inmunosupresor de la clase de los inhibidores de la interleucina 17A, que ya estaba autorizado en la UE para tratar diferentes enfermedades inflamatorias [2,3]. Ahora también se lo autorizó para tratar la artritis psoriásica juvenil y la artritis asociada a la entesis a partir de los seis años, cuando el “tratamiento convencional” ha fracasado. Las jeringas precargadas que contienen 75 mg de secukinumab se han autorizado para tratar a niños que pesen menos de 50 kg [3].

Para estos problemas clínicos, se evaluó al secukinumab en un ensayo clínico controlado con placebo que incluyó a 86 niños o adolescentes que nunca habían recibido un inhibidor del FNT alfa [2]. Dado que no se lo ha comparado con ningún otro inmunosupresor, no es posible determinar si el secukinumab representa un avance terapéutico [2]. El secukinumab acarrea un riesgo de enfermedad inflamatoria intestinal crónica y, al igual que todos los inmunosupresores, de infecciones y cáncer [2,3].