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Un medicamento costoso, y una omisión de una declaración importante (A Costly Drug, Missing a Dose of Disclosure)
Gretchen Morgenson
The New York Times, 27 de enero de 2017
https://www.nytimes.com/2017/01/27/business/gretchen-morgenson-mallinckrodt-drug-disclosures.html?smprod=nytcore-ipad&smid=nytcore-ipad-share&_r=0
Traducido por Salud y Fármacos

Las leyes de valores de nuestro país giran en torno a la provisión de información completa y correcta. Cuando una empresa omite hechos de interés para los inversionistas saltan las alarmas.

Esa verdad tan importante para los inversionistas nos vino a la mente hace poco más de una semana, cuando la gigante farmacéutica Mallincrodt llegó a un acuerdo con la Comisión Federal de Comercio (FTC) que había estado investigando a la compañía durante un año. En la demanda del 18 de enero, la Comisión sostenía que Mallincrodt y su subsidiaria Questor habían utilizado una práctica anticompetitiva al adquirir un medicamento que competía con su costoso H.P. Acthar Gel—que se vende por US$38.000 por vial— para luego sacarlo del mercado y así proteger sus beneficios.

Mallinckrodt no aceptó las conclusiones de la FTC pero acepto pagar US$100 millones. También tiene que otorgar los derechos de venta del medicamento rival, conocido como Synacthen Depot, a un competidor para dos indicaciones. En otros países Synacthen se vende por una pequeña fracción del precio de Acthar (que es el medicamento más caro que cubre Medicare)

Los dos medicamentos se prescriben para varios problemas autoinmunes graves, tales como espasmos en los bebés y síndrome nefrítico, una enfermedad renal.

Mallinckrodt dijo que el acuerdo no tendría un impacto en sus ventas. Y varios analistas entusiastas de Wall Street dijeron que el que el acuerdo con la FTC no afectaría, y reiteraron sus recomendaciones de comprar acciones de la empresa.

Sin embargo, en el acuerdo con la FCT hay algo preocupante para los accionistas de Mallinckrodt: sus datos subrayan un fallo en la información que la compañía entregó en respuesta a la investigación de la FTC en el verano de 2014. En junio de 2014, Questcor había recibido una citación de la FTC, que estaba investigando sus actividades anticompetitivas. Pero los inversionistas no se enteraron hasta un mes más tarde/

¿Por qué haber ocultado información en 2014 es ahora relevante? Por dos razones. La primera, esto ocurrió en medio del proceso de compra: Mallinckrodt había hecho una oferta de US$5.600 millones para comprar Questcor. Es lógico pensar que los accionistas de Mallinckrodt hubieran tenido interés en saber que Questor había sido citado mientras decidían si aprobaban la compra de una empresa con un solo medicamento.

El incidente reveló que Mallinckrodt fue minimalista al compartir información. Esto es importante que se conozca, sobre todo porque los abogados del gobierno federal están investigando las prácticas de marketing de Questcor en dos distritos diferentes.

Volvamos a los hechos de 2014. Aquel abril, Mallinckrodt anunció su oferta para adquirir Questcor, una empresa con US$800 millones de ingresos, casi todos por las ventas de Acthar, un producto sin patente y que estaba en el mercado desde hacía 60 años.

Questcor había comprado los derechos a Acthar por US$100.000 en 2001 y enseguida subió su precio a US$40 por vial.

En junio de 2013, cuando Acthar costaba US$28.000 por vial, Questcor pagó US$135 millones a Novartis para comprar los derechos de Sybactgen, un medicamento competidor sintético, significativamente más barato que se prescribe en Canadá y Europa. Aunque Questcor dijo que desarrollaría Synacthen para condiciones en que “potencialmente ofreciera un beneficio clínico superior a Acthar” no cumplió su promesa. Synacthen se quedó en la estantería y los precios de Acthar siguieron aumentando.

Menos de un año después, Mallinckordt llamó a la puerta de Questor, ofreciendo a sus accionistas un 27% adicional al precio de las acciones antes de que se anunciara la fusión.

Durante los siguientes meses, mientras los accionistas de Mallickord decidían si aprobaban la compra, recibieron información de la empresa detallando los riesgos de la adquisición. En ningún sitio se mencionaba la citación del FTC.

Los accionistas de Mallinckrod aprobaron la compra en agosto de 2014. Pero no se enteraron hasta noviembre de que Questcor había recibido una citación de la FTC en junio de 2014. En un archivo 10-K de Mallinckrodt, los accionistas se enteraron de que la FTC solicitaba materiales e información de Questcor relacionados con si su adquisición “de ciertos derechos para desarrollar, vender, manufacturar, distribuir y comercializar Synacthen Depot de Novartis violaba las leyes anticompetitivas” [1].

Una semana después de que se conociera esta información, Matthew K. Harbaugh, el director de finanzas de Mallinckrodt, dijo a los participantes en la conferencia sobre atención médica Piper Jaffray que la compañía había incluido la información sobre la citación de la FTC en el archivo 10-K “solo para asegurarse que eran totalmente transparente con sus accionistas”.

Ahora sabemos que la FTC concluyó que Questcor, y después Mallinckrodt utilizaron prácticas anticompetitivas.

Los inversionistas, especialmente aquellos que deciden sobre las fusiones corporativas, esperan que la compañía presente toda la información que podría influir su decisión. El concepto de ‘materialidad’ es central para entender la información que se debe presentar [2]; si una empresa no presenta la información material, puede que viole la legislación que protege a los inversionistas. Las empresas tienen que decidir regularmente sobre materialidad, y la gente puede no estar de acuerdo en esas evaluaciones.

Esto lleva a que los accionistas de Mallincrodt se pregunten: ¿Debería la farmacéutica haberles informado sobre la citación mientras consideraban la aprobación de la compra de Questcor?

Lewis D. Lowenfels, una autoridad sobre legislación de inversiones en bolsa y profesor adjunto en la facultad de derecho de la Seton Hall University dijo: “En mi opinión sí. Hay dos pruebas para determinar si hay materialidad y se debe informar: si existe la probabilidad de que un inversor razonable hubiera considerado que se trataba de información importante para decidir cómo votar, y/o si un inversor razonable hubiera considerado que la información omitida hubiera alterado significantemente la diversidad total de la información que se presentó”.

“En cualquiera de las dos situaciones”, añadió, creo que la existencia de una citación de la FTC, en el contexto de esta fusión, es pertinente”.

Daniel Yunger, un vocero de Mallinckrodt, dijo que en todas las decisiones de proveer al público información relacionada con el asunto de la FTC había cumplido con todos los requisitos legales y con todas las regulaciones.

Aún más, dijo que la empresa “continua sin estar en absoluto de acuerdo con las alegaciones presentadas por la FTC y cree que las principales demandas no tienen ninguna base e incluso contradicen los datos científicos y la realidad de los mercados.

Sorprendentemente, la decisión de no decir nada sobre la citación de la FTC tuvo lugar incluso cuando Mallinckrodt y Qestcor estaban respondiendo a las preocupaciones expresadas por la Comisión Nacional del Mercado de Valores (Securities and Exchange Commission EC) sobre la divulgación inadecuada del riesgo en sus documentos de fusión.

Por ejemplo, los documentos federales contienen cartas de la SEC a Mallinckrodt y Questcor, fechadas el 19 de junio de 2014 pidiendo información adicional. Una de las cosas que interesaba a la SEC era si las empresas habían informado a los inversionistas sobre el riesgo de que los seguros privados decidieran disminuir el reembolso de Acthar, debido a su alto precio. La SEC también pidió a las empresas que proveyeran más información sobre las reacciones adversas en los pacientes usaban Acthar, tales como muertes o invalideces, que el New York Times había descrito unos pocos días antes.

La SEC dijo a las farmacéuticas: “Suplicamos a todas las personas esponsables de que la información que se presenta en los documentos sea precisa y adecuada que se aseguren de que la documentación incluye toda la información que requiere la Ley de 1933 sobre Valores y todas las regulaciones aplicables de la Ley de Valores”.

Tanto Questcor como Mallinckrodt contestaron a la SEC dando más información. Pero como la SEC no publica esta correspondencia en su página Web hasta varios meses después de que se escribe, los inversionistas no se enteraron de la preocupación del regulador hasta febrero de 2015.

Es probablemente correcto decir que los inversionistas siempre preferirán tener acceso a más información sobre las compañías de la que los gestores quieren compartir. De todas formas, está bien saber cuándo una empresa parece pensar que menos es más cuando se trata de compartir información. De esta forma, por lo menos, los inversionistas se pueden librar de sorpresas desagradables.

Notas de los editores de Salud y Fármacos

  1. Una Forma 10-K es un informe anual que requiere la US Securities and Exchange Commission (SEC), que incluye un resumen comprehensivo del desempeño financiero de la empresa.
  2. Información material, sobre ciertos aspectos de una empresa, es la información que todavía no se ha hecho pública pero que tendrá por lo menos un impacto pequeño en el precio de las acciones de la empresa una vez que se dé a conocer.
creado el 4 de Diciembre de 2020