Uno de los puntos más críticos es que establece que la contribución a la financiación de la Responsabilidad Ampliada del Productor (RAP) “debe ser proporcional a la cantidad de sustancias puestas en el mercado por los productores”
La Directiva de Aguas Residuales, publicada en el Diario Oficial de la Unión Europea (DOUE) el pasado 12 de diciembre, lleva tiempo suscitando preocupación en el seno del sector de la industria farmacéutica y del autocuidado. Uno de los puntos más críticos es que establece que la contribución a la financiación de la Responsabilidad Ampliada del Productor (RAP) “debe ser proporcional a la cantidad de sustancias puestas en el mercado por los productores, así como por la peligrosidad de las mismas”. Las estimaciones realizadas por la Comisión Europea sobre el coste del tratamiento cuaternario de las aguas alcanzan los 238 millones de euros. Sin embargo, la Agencia de Medio Ambiente de Alemania estimó que dicho coste oscilaba entre 885 y 1.025 millones de euros anuales.
Hace apenas una semana, la patronal de la industria farmacéutica europea, EFPIA, anunció que iba a presentar un recurso ante el Tribunal General de la Unión Europea (UE) para impugnar las obligaciones de RAP de la directiva “con el fin de obtener una mayor claridad sobre cómo la decisión de incluir solo dos sectores como responsables del tratamiento cuaternario de las aguas residuales urbanas en Europa se ajusta al principio de la UE de que quien contamina paga”. “Creemos que la Directiva va en contra de principios clave de los Tratados de la UE: quien contamina paga, proporcionalidad y no discriminación”, expresaron.
Ahora, la directora general de la EFPIA, Nathalie Moll, ha informado que están buscando “claridad jurídica sobre la directiva, después de haber intentado, y fracasado, obtener claridad de la Comisión Europea sobre la justificación para responsabilizar únicamente a las industrias farmacéutica y cosmética de la contaminación del agua en Europa, a pesar de las pruebas que sugieren que otros sectores deberían estar incluidos”.
En este sentido, la EFPIA apoya el principio de “quien contamina paga”, según el cual todos los productores responsables de la contaminación deben rendir cuentas y asumir los costes de la contaminación que han causado. Sin embargo, junto a la Asociación de la Industria Europea del Autocuidado de la Salud (the Association of the European Self-Care Industry AESGP, por sus siglas en inglés), creen que la decisión arbitraria de responsabilizar solo a las industrias farmacéutica y cosmética de los costes de tratamiento de las aguas residuales urbanas “no solo es intrínsecamente injusta, sino que socava la ambición del Green Deal y no incentivará a otros sectores a reducir los microcontaminantes en el agua”. Según la patronal, a pesar de las solicitudes, no han podido ver los datos y la metodología utilizados por la Comisión Europea para llegar a la decisión.
En el mismo punto que la patronal de la industria farmacéutica europea se encuentra la de los medicamentos genéricos europeos, Medicines for Europe, que ha anunciado que apoya a sus diez laboratorios miembros (Accord, Adamed, Fresenius Kabi, Insud, Polpharma, Sandoz, STADA, Teva, Viatris y Zentiva) que han presentado una demanda ante el Tribunal de Justicia de la UE contra la creación de un RAP en la norma. “La acción legal pretende evitar una carga de costes discriminatoria y desproporcionada y salvaguardar así el acceso de los pacientes a medicamentos vitales”, aseguraron.
Farmaindustria, anefp y Aeseg
Al igual que sucede en Europa, en España las tres patronales más importantes del sector, Farmaindustria, Asociación para el Autocuidado de la Salud (anefp) y la Asociación Española de Medicamentos Genéricos (Aeseg), están trabajando conjuntamente, y con los ministerios de Transición Ecológica e Industria, para presentar sus alegaciones a la directiva. El director general de Farmaindustria, Juan Yermo, insistió durante la presentación del informe ‘Contribución socioeconómica de los medicamentos y de la industria farmacéutica en España’, elaborado por Farmaindustria y la consultora Afi, que “la industria farmacéutica está comprometida a pagar lo que le corresponda”. Sin embargo, señaló que “el problema de esta directiva es que solo reconoce a dos sectores como responsables de esa contaminación: la industria farmacéutica y la cosmética”. Asimismo, ha subrayado que “estamos en un proceso de diálogo con la administración y las autoridades europeas para resolver todas las problemáticas”.
Por su parte, Jaume Pey, director general de anefp, explicó a El GlobalFarma que la directiva “debe ser concreta, rigurosa y transparente” y que todos los sectores productores, cuyas actividades podrían repercutir de forma negativa en el estado de las aguas residuales, “deben estar comprometidos y participar en la minimización de los riesgos para el medioambiente”. Igualmente, mostró preocupación por los plazos de implementación que se fijan en ella, considerándolos “muy ajustados y poco realistas”.
Asimismo, subrayó que al sector de autocuidado español “le preocupa conocer el alcance real de los requerimientos de la directiva en relación con la RAP, ya que se desconoce con exactitud el número de plantas de tratamiento de aguas en las que deben implementarse filtros cuaternarios, así como el coste que supondrá la implementación de los mismos en cuanto a infraestructuras o tecnologías. En tercer lugar, consideró de gran relevancia la gobernanza del sistema. Por tanto, aseguró que “abogamos por la creación de una mesa de diálogo en la que puedan participar todos los actores implicados, desde los sectores afectados por la RAP, una autoridad competente supervisora y los agentes implicados del sector de las aguas residuales urbanas”.