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Los precios de 25 medicamentos de venta con receta, que suponen el mayor gasto para la Parte D de Medicare, han aumentado casi el doble desde que estuvieron disponibles por primera vez hace un promedio de 11 años, según un nuevo informe de la American Association of Retired Persons (AARP) [1].
Los precios de estos medicamentos de marca y de venta con receta han aumentado en un promedio del 98% desde que se introdujeron al mercado, y la gran mayoría de los aumentos de precio han superado la tasa anual de inflación, según un análisis de los datos de Medicare realizado por el Instituto de Política Pública de AARP.
Más de 7 millones de beneficiarios de Medicare utilizan los 25 medicamentos, que no incluyen los 10 medicamentos populares ya seleccionados para la primera ronda de negociación de precios de Medicare [2], y se utilizan para tratar trastornos como la diabetes, el cáncer y las enfermedades pulmonares crónicas [3]. Estos medicamentos fueron responsables de un gasto de casi US$50,000 millones por la Parte D de Medicare en 2022.
“Los precios de los medicamentos de marca han estado aumentando más rápidamente que la tasa de inflación general durante décadas, poniendo a los fármacos que salvan vidas fuera del alcance de millones de pacientes que los necesitan”, dijo en un comunicado Leigh Purvis, autora del informe y directora de Política de Medicamentos Recetados de la AARP.
Es importante destacar que estos aumentos normalmente se basan en precios de lanzamiento ya altos. Según el informe de la AARP, publicado el 9 de enero, el precio promedio reportado de un medicamento de marca nuevo es de aproximadamente US$300.000 por año.
Cuadro: Los 25 medicamentos principales de la Parte D de Medicare que actualmente no están seleccionados para la negociación de precios de medicamentos de Medicare
Medicamentos de marca que representaron el mayor gasto para la Parte D de Medicare en el 2022
Trulicity (diabetes)
Ozempic (diabetes)
Trelegy Ellipta (EPOC, asma)
Biktarvy (VIH)
Xtandi (cáncer)
Humalog (diabetes)
Ibrance (cáncer)
Jakafi (cáncer)
Ofev (fibrosis pulmonar)
Pomalyst (cáncer)
Levemir (diabetes)
Tresiba (diabetes)
Linzess (síndrome de intestino irritable con estreñimiento)
Victoza (diabetes)
Breo Ellipta (EPOC, asma)
Tradjenta (diabetes)
Creon (insuficiencia pancreática exocrina)
Ingrezza (discinesia tardía)
Janumet (diabetes)
Calquence (cáncer)
Tagrisso (cáncer)
Epclusa (hepatitis C)
Xifaxan (trastornos gastrointestinales)
Vyndamax (miocardiopatía)
Cabometyx (cáncer)
Casi el 90% de los adultos mayores de 65 años dependen de medicamentos recetados, según un informe reciente de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), pero van aumentando las investigaciones que muestran que a muchas personas en el país les cuesta pagarlos [4].
Un informe del 2023, publicado en JAMA Network Open, encontró que un gran número de adultos mayores adoptan estrategias para disminuir su gasto en medicamentos [5] -como saltarse dosis de medicamentos o retrasar surtir las recetas- para ahorrar dinero en sus medicamentos. Y una encuesta del 2024 (en inglés) de AARP reveló que casi la mitad de los adultos de 50 años o más no han surtido las recetas de sus medicamentos (o conocen a alguien que no lo ha hecho) debido al costo [6].
Las personas con planes de la Parte D de Medicare asumen una parte del costo de sus medicamentos de venta con receta [7]. Bajo el beneficio estándar de la Parte D, los beneficiarios son responsables del 25% de los costos de sus medicamentos desde el momento en que alcanzan el deducible hasta que sus gastos de bolsillo en medicamentos cubiertos llegan a US$2.000 [8]
, un nuevo límite que entró en vigor el 1 de enero. Se espera que este límite de gastos de bolsillo, promovido por AARP, ayude a millones de adultos mayores a ahorrar dinero en sus medicamentos recetados en el futuro.
La ley sobre medicamentos recetados ayuda a mantener los precios bajo control
El nuevo límite de gasto de bolsillo de $2,000 y otras disposiciones en la ley de medicamentos recetados del 2022 abordan los altos precios de los medicamentos recetados y los aumentos de precios de los fármacos. Por ejemplo, como parte de la ley, las compañías farmacéuticas están obligadas a pagar una multa a Medicare cuando aumentan los precios de sus medicamentos más rápido que la tasa de inflación [9].
La ley respaldada por AARP también permite a Medicare seleccionar medicamentos basándose en ciertos criterios y negociar sus precios. Se espera que las negociaciones para el primer lote de 10 medicamentos seleccionados ahorren a Medicare aproximadamente $6,000 millones y a los beneficiarios de Medicare otros $1,500 millones en el 2026, cuando los precios negociados entren en vigor, según el Departamento de Salud y Servicios Humanos de Estados Unidos. Los 10 medicamentos ampliamente utilizados son:
Eliquis (apixaban) (anticoagulante)
Jardiance (empaglifozina) (diabetes, insuficiencia cardíaca, enfermedad renal crónica)
Xarelto (rivaroxaban) (anticoagulante)
Januvia (sitagliptina) (diabetes)
Farxiga (dapaglifozina) (diabetes, insuficiencia cardíaca, enfermedad renal crónica)
Entresto (sacubitril/valsartán) (insuficiencia cardíaca)
Enbrel (etanercept) (artritis reumatoide, psoriasis, artritis psoriásica)
Imbruvica (ibrutinib) (cánceres de sangre)
Stelara (ustekinumab) (psoriasis, artritis psoriásica, enfermedad de Crohn, colitis ulcerosa)
NovoLog/Fiasp (insulina aspart) (diabetes)
Los funcionarios de salud seleccionarán hasta 15 medicamentos más cubiertos bajo la Parte D para negociar antes del 1 de febrero, y seleccionarán medicamentos adicionales cada año siguiente.
Estas nuevas reglas ayudarán a moderar las prácticas de medicamentos recetados que han estado alejándolos del alcance de muchas personas en el país, escribe Purvis. Ella agrega que sus hallazgos resaltan la importancia de las disposiciones en la ley del 2022 que abordan los precios de los medicamentos, ya que “el aumento de los costos de los medicamentos, si no se controla, hará que más adultos mayores dejen de tomar los medicamentos necesarios, lo que llevará a peores resultados de salud y mayores costos de atención médica en el futuro”.
Referencias