El Instituto Nacional para la Seguridad y Salud Ocupacional (NIOSH), dependencia de los CDC de EE UU, publicó en 2024 una versión actualizada de su Lista de Medicamentos Peligrosos en Entornos de Atención en Salud, siendo esta la primera actualización desde 2016.
No obstante, expertos en manejo seguro de los medicamentos advirtieron que la información sobre los agentes citotóxicos está desactualizada, dado que sólo incluye los productos aprobados o para los que se incluyeron advertencias de seguridad hasta diciembre de 2015.
Criterios de inclusión de medicamentos peligrosos según NIOSH. Un medicamento se considera peligroso si presenta una o más de las siguientes características toxicológicas demostradas en humanos, modelos animales o sistemas in vitro:
Principales cambios de la Lista NIOSH 2024:
Entre los medicamentos eliminados de la lista está la ergonovina que la FDA nunca aprobó para uso humano, la liraglutida tras la revisión de datos del fabricante que concluyó que es poco probable que conlleve riesgo carcinogénico, reproductivo o de desarrollo en entornos sanitarios; la paliperidona porque las evaluaciones toxicológicas del fabricante determinaron ausencia de peligrosidad relevante para trabajadores sanitarios. El pertuzumab se descartó como medicamento peligroso tras analizar estudios que no evidenciaron riesgos significativos. Los datos analizados por NIOSH para la risperidona, no demostraron que presentaran un riesgo para la salud ocupacional y la telavancina fue eliminada tras revisar estudios reproductivos proporcionados por el fabricante, que demostraron falta de toxicidad reproductiva.
En cuanto a las reacciones de expertos del frente asistencial, Ranee Runnebaum, PharmD, y Kathleen Skibinski, RPh, del equipo de PharmEcology (Waste Management Inc.), valoraron positivamente las aclaraciones del documento y resaltaron la necesidad de que cada institución revise de forma autónoma los nuevos medicamentos que ingresan a sus sistemas, dada la obsolescencia relativa de la lista. Subrayaron también que la ubicación de un medicamento en una tabla no refleja su potencia o nivel relativo de peligrosidad.
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