En 2023, un equipo de Singapur publicó un estudio sobre la deficiencia de vitamina B12 en una cohorte de pacientes con diabetes tipo 2 [1].
El estudio incluyó a 592 pacientes con diabetes tipo 2 tratados en el contexto de la atención primaria, de los cuales dos tercios tenían entre 60 y 79 años. De ellos, 164 (aproximadamente un 28%) tenían una deficiencia de vitamina B12 documentada en al menos una prueba plasmática. Para identificar los factores de riesgo subyacentes tras esta deficiencia, se comparó a estos 164 pacientes con quienes no la tenían [1].
Los principales factores de riesgo para la deficiencia de vitamina B12 fueron una dieta vegetariana (razón de probabilidades ajustada 22; intervalo de confianza del 95% [IC95]: 4-104). Las principales fuentes alimenticias de vitamina B12 son las vísceras (principalmente el hígado), el pescado, los huevos, la carne y los productos lácteos [2].
Después de tomar en cuenta diferentes factores de riesgo, también se descubrió que la deficiencia de vitamina B12 era más frecuente en los pacientes que tomaban metformina, con un riesgo que aumentaba con las dosis diarias más altas de este medicamento. Otro factor de riesgo fue tener 80 años o más.
La metformina reduce la absorción intestinal de la vitamina B12. Los niveles bajos de esta vitamina pueden provocar anemia megaloblástica y neuropatía periférica [3,4].
Los demás factores de riesgo conocidos para la deficiencia de vitamina B12 son las enfermedades gástricas o intestinales, la cirugía bariátrica y la exposición a algunos medicamentos, como los inhibidores de la bomba de protones, los antagonistas de los receptores H2 y el óxido nitroso [3].
En la práctica, se debería monitorear la concentración plasmática de vitamina B12 en los pacientes que toman metformina (por ejemplo, una vez por año), sobre todo si están tomando dosis diarias altas, para que se puedan hacer ajustes en la dieta o indicar un suplemento, de ser necesario.
Referencias