Antecedentes: Las fluoroquinolonas (FQ) figuran entre los antimicrobianos más populares y son altamente efectivos contra varias infecciones. Aunque las FQ se usan con frecuencia y suelen ser bien toleradas, existen problemas con su seguridad.
Este estudio evaluó la tasa, gravedad, severidad, resultados y tipos de reacciones adversas (RAM) a las FQ que se habían reportado a una base de datos regional de RAM informadas espontáneamente de Arabia Saudita.
Métodos: Estudio observacional transversal retrospectivo que incluyó a todos los pacientes con RAM notificadas, relacionadas con FQ u otros antibióticos (AB) que se reportaron a la base de datos del Centro Regional de Farmacovigilancia (PVC) entre enero de 2019 y diciembre de 2022. Los datos se extrajeron de los formularios RAM de la base de datos PVC, que es consistente con el formulario de RAM MedWatch de la FDA de EE UU.
Resultados: En total, se notificaron 605 RAM relacionadas con el uso de antibióticos. Las RAM causadas por el uso de FQ fueron las notificadas con mayor frecuencia (177; 29,3%), seguidas de la penicilina (100; 23,4%) y las cefalosporinas (90; 21%). No hubo diferencias significativas en las RAM causadas por FQ entre hombres (104; 58%) y mujeres (OR 1,17, IC del 95%: 0,82– 1,67, p = 0,386). Las reacciones adversas relacionadas con las FQ fueron más frecuentes en mayores de 40 años (OR: 1,56; IC del 95 %: 1,09-2,22; p = 0,015).
La mayoría de las reacciones adversas relacionadas con FQ que se detectaron fueron de gravedad moderada (157; 88,7 %), requirieron intervenciones (83; 46,9 %) y se recuperaron tras recibir intervenciones médicas (154; 87 %). Los pacientes que recibieron FQ tuvieron una probabilidad cuatro veces mayor de experimentar eventos adversos neurológicos (OR: 4,15; IC del 95 %: 2,48-6,93; p < 0,001).
Conclusión: La clase de fármacos FQ presentó una mayor incidencia de reacciones adversas a medicamentos (RAM) que otros AB. Evaluar periódicamente la seguridad de los AB es crucial para mejorar la concienciación del público y de los profesionales sanitarios sobre su uso correcto y para limitar su uso a infecciones que no pueden controlarse eficazmente con AB alternativos.