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Reacciones Adversas

Anticonceptivos. Riesgo de tromboembolismo venoso y uso de anticoncepción hormonal contemporánea

(Contemporary Hormonal Contraception and Risk of Venous Thromboembolism)
Hassan HG, Mørch LS, Løkkegaard E, Kragholm K, Lykkemark A, Torp-Pedersen C, et al
JAMA. 2025;333(15):1358-1361. doi:10.1001/jama.2024.28778
https://jamanetwork.com/journals/jama/article-abstract/2830130
Traducido por FEMEBA y editado por Salud y Fármacos

Tags: anticoncepción hormonal relacionada con tromboembolismo venoso (TEV), combinación de estrógeno y progestina relacionado con riesgo de TEV, anticonceptivos duales y embolia

La anticoncepción hormonal es un factor de riesgo reconocido de tromboembolia venosa (TEV), y el riesgo se ve influenciado por la dosis de estrógeno y el tipo de progestina. Sin embargo, hay que hacer más investigación para entender el riesgo de TEV con formulaciones más nuevas que contienen estrógeno en dosis bajas, progestinas novedosas y estrógeno bioidéntico.

Objetivo: Este estudio analizó el riesgo de TEV que conllevan los anticonceptivos hormonales contemporáneos.

Métodos: Utilizando los registros nacionales daneses, realizamos un estudio de cohorte a nivel nacional que incluyó a todas las mujeres de 15 a 49 años sin antecedentes de trombosis, cáncer, trombofilia, enfermedad hepática o renal, tratamiento de infertilidad, terapia hormonal, ooforectomía, histerectomía, síndrome de ovario poliquístico y endometriosis.

Se realizó un seguimiento de las mujeres desde el 1 de enero de 2011 o a partir de su 15vo cumpleaños, hasta el 1 de julio de 2021, o cuando emigraron, fallecieron o sufrieron uno de los eventos incluidos en los criterios de exclusión.

El criterio primario de evaluación fue un primer diagnóstico de trombosis venosa profunda de miembros inferiores o embolia pulmonar. En un análisis de sensibilidad, incluimos exclusivamente los diagnósticos de TEV confirmados por imágenes o por haber accedido a anticoagulantes de venta bajo prescripción.

El uso de anticonceptivos se determinó a través de las recetas surtidas, e incluían píldoras con estrógeno y progestina (píldoras combinadas), anillos vaginales, parches, píldoras solo con progestina, dispositivos intrauterinos (DIU), implantes e inyecciones.

El tiempo de exposición se calculó a partir de las dosis diarias compradas para el caso de los anticonceptivos de acción corta; para los métodos de acción prolongada, se estimó en un año menos que la duración máxima aprobada. Las mujeres fueron censuradas temporalmente durante el embarazo y la cirugía.

La regresión de Poisson proporcionó índices de TEV ajustados por edad, tiempo calendario, educación, hipertensión, diabetes, hipercolesterolemia, fibrilación/aleteo auricular, trastornos conectivos sistémicos, poliartropatías inflamatorias, enfermedades inflamatorias intestinales y esclerosis múltiple.

Los índices absolutos y las diferencias de índices se estandarizaron de acuerdo con la distribución de estos factores en toda la cohorte. La significancia estadística se definió como un IC del 95 % bilateral que no cruzaba la hipótesis nula.

Resultados
Entre 1.397.235 mujeres a las que se dio seguimiento para representar los 8.455.601 personas-año, se produjeron 2.691 TEV. (Cuadro 1).

En comparación con la falta de uso, las razones de las tasas de TEV fueron 4,6 (IC del 95 %, 4,2-5,0) para las píldoras combinadas, 4,5 (IC del 95 %, 3,1-6,5) para los anillos vaginales, 5,0 (IC del 95 %, 2,1-12,0) para los parches, 1,8 (IC del 95 %, 1,4-2,3) para las píldoras de progestina sola, 1,0 (IC del 95 %, 0,8-1,1) para los DIU, 2,4 (IC del 95 %, 1,4-4,0) para los implantes y 5,7 (IC del 95 %, 3,5-9,3) para las inyecciones.

Los TEV adicionales por cada 10.000 años-persona fueron 8,0 (IC del 95 %, 7,2 a 8,7) para las píldoras combinadas frente a la no utilización; 6,0 (IC del 95 %, 2,1 a 9,8) para los anillos vaginales; 6,1 (IC del 95 %, -3,6 a 15,8) para los parches; 1,6 (IC del 95 %, 0,7 a 2,6) para las píldoras de solo progestina; 0,1 (IC del 95 %, -0,3 a 0,6) para los DIU; 1,4 (IC del 95 %, -0,7 a 3,5) para los implantes y 9,9 (IC del 95 %, 0,5 a 19,3) para las inyecciones.

El exceso de TEV por 10.000 años-persona varió según la formulación de la píldora combinada desde 3,0 (IC del 95 %, −1,8 a 7,7) para las píldoras de estrógeno de 20µg con levonorgestrel, hasta 14,2 (IC del 95 %, 9,2 a 19,3) para las píldoras combinadas que contenían progestinas de tercera generación.

Las píldoras con estradiol bioidéntico también mostraron mayores tasas de TEV. Las asociaciones persistieron cuando se consideraron exclusivamente los diagnósticos confirmados de TEV.

Se disponía de datos sobre el índice de masa corporal y el tabaquismo de 347.654 mujeres (2,159.859 años-persona, 771 TEV). Se disponía de antecedentes familiares de 1,067.866 mujeres (6,759.035 años-persona, 2.483 TEV). Las asociaciones se mantuvieron constantes después de ajustar por IMC, el tabaquismo y los antecedentes familiares.

Conclusión
El estudio mostró una variación en el riesgo de tromboembolia venosa (TEV) entre las usuarias de diferentes tipos de anticonceptivos hormonales, con tasas más altas para las píldoras combinadas, especialmente las que contienen progestinas de tercera generación, y ninguna diferencia significativa en el riesgo para los DIU en relación con la falta de uso.

La variación en el riesgo de TEV entre los productos subraya la importancia del asesoramiento anticonceptivo personalizado.

En el caso de los parches e implantes, el aumento del riesgo de TEV fue incierto debido a la escasez de datos.

Las limitaciones del estudio incluyeron que a pesar de todos los controles podría haber quedado algún factor de confusión residual y que la generalización externa podría verse limitada por la homogeneidad de la población del estudio y el perfil de estado de salud.

creado el 19 de Junio de 2025