Reacciones Adversas
Deterioro Cognitivo Inducido por Medicamentos
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El deterioro cognitivo inducido por fármacos (DICI) es un fenómeno ampliamente reconocido en la investigación científica, pero con frecuencia pasa desapercibido en la práctica clínica, especialmente porque los síntomas pueden ser subclínicos o presentarse de manera leve, pero con impactos a largo plazo si no se identifican correctamente.
A continuación, se describen los mecanismos propuestos y las manifestaciones del DICI asociado con diversas clases de medicamentos, con énfasis en cómo afectan la cognición:
- Medicamentos anticonvulsivos:
- Los anticonvulsivos, especialmente los barbitúricos y benzodiacepinas, pueden afectar la memoria y la atención debido a sus efectos sedantes y sus interacciones con los neurotransmisores inhibitorios, como el GABA. Se cree que la alteración de la transmisión gabaérgica puede interferir con los procesos de aprendizaje y memoria.
- Antidepresivos:
- Los antidepresivos tricíclicos y algunos inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS) se asocian con efectos secundarios que afectan la concentración, la memoria y la velocidad del procesamiento cognitivo. Se ha sugerido que los cambios en la serotonina y la norepinefrina pueden alterar la función cerebral en áreas claves para el rendimiento cognitivo.
- Fármacos antiparkinsonianos:
- Los agonistas dopaminérgicos que se utilizan para tratar la enfermedad de Parkinson pueden inducir problemas cognitivos como confusión, dificultades de concentración y alteraciones en la memoria, en parte debido a su acción sobre los circuitos dopaminérgicos que afectan las funciones ejecutivas y la memoria de trabajo.
- Antipsicóticos:
- Se sabe que los antipsicóticos típicos y atípicos provocan efectos secundarios cognitivos, como disminución de la atención y la memoria, debido a su influencia sobre los sistemas dopaminérgicos y serotoninérgicos. Además, pueden inducir sedación, lo que contribuye a una cognición más lenta y reducida.
- Litio:
- El litio, utilizado principalmente en el tratamiento del trastorno bipolar, se asocia con efectos cognitivos como la lentitud mental y la dificultad para concentrarse. Se cree que esto puede estar relacionado con la interferencia en la señalización intracelular y en la neuroplasticidad en ciertas áreas del cerebro.
- Benzodiacepinas y fármacos tipo Z:
- Estos medicamentos, utilizados para tratar la ansiedad y el insomnio, pueden inducir alteraciones en la memoria, el tiempo de reacción y la función ejecutiva. La sedación excesiva y la alteración de la función GABAérgica contribuyen a estos efectos.
- Opioides:
- Los opioides, al interaccionar con los receptores mu en el cerebro pueden alterar los procesos de toma de decisiones y la memoria de trabajo, afectando la memoria y las funciones cognitivas. Estos efectos son más prominentes en dosis altas y tras el uso prolongado.
- Antihistamínicos de primera generación:
- Los antihistamínicos de primera generación (como la difenhidramina) bloquean los receptores H1 en el cerebro, lo que puede inducir sedación y deterioro cognitivo, especialmente en términos de memoria y atención. Estos efectos son más notables en personas mayores.
- Medicamentos para la incontinencia urinaria:
- Los antimuscarínicos, utilizados para tratar la incontinencia urinaria, pueden causar efectos secundarios cognitivos como confusión y memoria deficiente debido a que su acción sobre los receptores muscarínicos en el cerebro interfiere con la función cognitiva.
- Inhibidores de la bomba de protones (IBP):
- Los IBP (como el omeprazol) pueden interferir con la absorción de vitamina B12 y otros nutrientes esenciales, pudiendo resultar en deficiencias nutricionales que afectan la función cognitiva a largo plazo.
- Glucocorticoides:
- El uso crónico de glucocorticoides (como la prednisona) se ha asociado con alteraciones en el estado de ánimo, la memoria y la función cognitiva. Se piensa que esto puede deberse al efecto de los glucocorticoides sobre el hipocampo, un área crítica para la memoria y el aprendizaje.
- AINE (Anti-Inflamatorios No Esteroideos):
- Los AINE (como ibuprofeno, diclofenaco, naproxeno, piroxicam, meloxicam), especialmente su uso prolongado, pueden tener efectos secundarios de tipo cognitivo debido a la alteración del equilibrio de prostaglandinas y su impacto en el sistema nervioso central. Esto puede dar lugar a alteraciones en el estado mental y deterioro cognitivo.
- Estatinas:
- Las estatinas, que se utilizan para controlar los niveles de colesterol (como atorvastatina, rosuvastatina, lovastatina, simvastatina), pueden afectar la memoria y el rendimiento cognitivo en algunas personas. Se cree que esto puede estar relacionado con la interferencia en la síntesis de colesterol en el cerebro, afectando las membranas celulares neuronales.
- Antihipertensivos:
- Algunos antihipertensivos, como los betabloqueantes, pueden inducir problemas de memoria y concentración, aunque los mecanismos exactos no están completamente claros. Se ha sugerido que la reducción de la presión arterial puede afectar el flujo sanguíneo cerebral y, por ende, las funciones cognitivas.
- Agentes quimioterapéuticos:
- Los agentes quimioterapéuticos pueden causar un deterioro cognitivo significativo, conocido como “quimio-bruma”, que se manifiesta en problemas de memoria, concentración y velocidad de procesamiento. Se cree que esto es consecuencia del daño directo a las células cerebrales y de los efectos del tratamiento sobre la neuroplasticidad y las conexiones neuronales.
El deterioro cognitivo inducido por fármacos puede tener diversas presentaciones clínicas, desde formas leves y subclínicas hasta delirio y demencia. Reconocer los síntomas y los factores de riesgo asociados con los medicamentos es esencial para mitigar estos efectos adversos y mejorar la calidad de vida de los pacientes.