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Hemorragia gastrointestinal es cualquier tipo de sangrado que se produce en el tracto gastrointestinal o GI (también llamado tracto digestivo). Los órganos del tracto GI incluyen la boca, el esófago, el estómago, el intestino delgado, el intestino grueso (colon), el recto y el ano.

Las hemorragias gastrointestinales son una causa frecuente de hospitalización y, en casos graves, pueden provocar la muerte [1]. Algunos de estos fármacos pueden causar dicha hemorragia haciendo un daño directo en el revestimiento interno del tracto gastrointestinal. Otros fármacos pueden provocar o agravar las hemorragias digestivas interfiriendo en el proceso normal de coagulación de la sangre.

Generalidades sobre los síntomas de hemorragia digestiva
Los síntomas de las hemorragias digestivas altas -las que se producen en el esófago, el estómago o el duodeno (la primera parte del intestino delgado que está conectada al estómago)- incluyen vómitos de sangre o de material similar al café molido; heces negras y alquitranadas; y, en casos graves, deposiciones con sangre de color rojo brillante o granate.

Los síntomas de las hemorragias digestivas bajas -las que se producen en el intestino delgado más allá del duodeno, el intestino grueso, el recto o el ano- consisten en la aparición de sangre de color rojo vivo o granate o la formación de coágulos en las heces.

Las hemorragias gastrointestinales leves y crónicas en el tracto digestivo superior o inferior pueden causar anemia por deficiencia de hierro, pudiendo manifestarse en forma de fatiga, debilidad, palidez, dificultad para respirar y mareos.

Antiinflamatorios no esteroideos (AINEs)
Aspirina (Aggrenox, Bayer Aspirin, Durlaza, Ecotrin, Excedrin [Migraine], Fiorinal, Lanorinal, Orphengesic Forte, Percodan, Vazalore), Ibuprofeno (Advil, Duexis, Ibuprohm Cold And Sinus, Ibu-Tab, Midol Liquid Gels, Motrin, Reprexain, Sine-Aid Ib, Tab-Profen) y todos los demás AINEs orales de venta con y sin receta (véase es Cuadro 1) pueden causar daños graves, e incluso la muerte, por hemorragia de estómago o intestino delgado.

Los AINEs pueden causar inflamación, erosiones y úlceras en el revestimiento interno del estómago y el duodeno, lo que puede provocar hemorragias. Estos fármacos también inhiben la función de las plaquetas, que desempeñan un papel fundamental en la coagulación de la sangre.

El etiquetado o ficha técnica de los AINEs de venta con receta incluye una advertencia de recuadro negro, la más fuerte que puede exigir la FDA, sobre el riesgo de hemorragia digestiva [2, 3]. Esta advertencia indica que la hemorragia puede producirse en cualquier momento durante el uso de estos fármacos y sin haber causado síntomas previos. Los pacientes de edad avanzada y los pacientes con antecedentes de úlceras estomacales o duodenales o de hemorragias digestivas tienen un mayor riesgo de sufrir efectos adversos graves con el uso de AINEs. Otros factores que aumentan el riesgo de hemorragia gastrointestinal entre los pacientes tratados con AINEs son la mayor duración del tratamiento con AINEs; el uso concomitante (simultáneo) de corticosteroides orales, anticoagulantes (diluyentes de la sangre) o inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRSs; por ejemplo, fluoxetina [Prozac, Symbyax]); el tabaquismo; el consumo de alcohol; y el mal estado general de salud.

Corticosteroides
La prednisona (Rayos) y todos los demás corticosteroides inmunosupresores y antiinflamatorios de venta con receta (también llamados glucocorticoides o glucocorticosteroides) (véase el Caudro 2) pueden provocar hemorragias digestivas altas.

En concreto, los corticoides pueden causar úlceras en el estómago y el duodeno, lo que puede dar lugar a perforaciones (agujeros en la pared del estómago o el intestino) y hemorragias [4, 5]. Los corticosteroides también pueden provocar una inflamación grave y erosiones en el esófago, que pueden dar lugar a hemorragias digestivas.

El riesgo de que se produzcan estos efectos adversos aumenta con el aumento de la duración del uso y el uso concomitante de otros fármacos que provocan hemorragias digestivas altas.

Otros medicamentos
El Cuadro 3, incluye ejemplos de otros fármacos que aumentan el riesgo de hemorragia digestiva. La lista incluye anticoagulantes, como la warfarina (Jantoven); antiagregantes plaquetarios, como el clopidogrel (Plavix); bifosfonatos para la osteoporosis, como el alendronato (Binosto, Fosamax); y ciertos fármacos ISRS que se utilizan para tratar la depresión, entre otras afecciones, que pueden inhibir la función plaquetaria.

Lo que puede hacer
Si está tomando alguno de los fármacos mencionados en este artículo y presenta algún síntoma de hemorragia digestiva, póngase en contacto con su médico inmediatamente. Antes de tomar cualquiera de estos fármacos, informe a su médico si ha tenido previamente una hemorragia digestiva o alguna afección, como úlceras de estómago, que aumenten el riesgo de hemorragia digestiva. Para minimizar el riesgo de hemorragia al tomar estos fármacos, utilice la dosis más baja y durante el menor tiempo posible para tratar su enfermedad.