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El nacionalismo de las vacunas es claramente injusto. Los países pobres están pagando más por las dosis que les sobran a los países ricos

(Vaccine nationalism is patently unjust. Poor countries are paying more for the doses that remain after rich countries have had their fill)
Nanjala Nyabola
The Nation, 21 de marzo de 2021
https://www.thenation.com/article/world/coronavirus-vaccine-justice/
Traducido por Salud y Fármacos y publicado en Boletín Fármacos Agencias Reguladoras y Políticas 2021: 24(2)

Tags: AstraZeneca, Unión Europea, precios, Covid, diplomacia de vacunas, COVX, Kenia, Moderna, Pfizer, Canadá, FDA, China, Rusia, Sudáfrica, Raab, Operation Warp Speed, ARNm, VIH, nacionalismo de vacunas, PIBM

Kenia anunció su plan para vacunar a sus 48 millones de residentes contra Covid-19. El gobierno, según sus propios documentos, tiene como objetivo vacunas solo al 30% de la población: ciudadanos mayores de 50 años, los que trabajan en salud y hostelería (el turismo es una de las principales fuentes de ingresos del país) y los que padecen comorbilidades. Las autoridades lo han dejado claro: no hay propuesta para el resto de nosotros, ni siquiera aspiramos a lograr la inmunidad colectiva a través de la vacunación.

Todo esto sería suficientemente grave si no estuviera sucediendo en un contexto que quizás sea la peor demostración de egoísmo nacional en la historia moderna. La Unión Europea, EE UU y Canadá han acumulado la vacuna; han hecho compras anticipadas de dosis que, en algunos casos pueden llegar a ser seis veces superiores al número que necesitan para su población. Además, debido a los acuerdos nacionales con las empresas farmacéuticas, están comprando las vacunas a precios preferenciales. La Unión Europea, por ejemplo, paga US$2,15 por cada dosis de la vacuna de AstraZeneca, mientras que Sudáfrica paga US$5,25. Los países pobres están pagando más por las dosis que sobran a los países ricos.

Los países ricos utilizan su control sobre las intervenciones que salvan vidas para jugar a la diplomacia. EE UU, por ejemplo, ha ordenado 300 millones de dosis de la vacuna AstraZeneca [1], casi suficiente para todo el país, pero la FDA aún no la ha aprobado ni si quiera para situaciones de emergencia. Se han entregado al menos 7 millones de dosis y permanecen almacenadas [2], y se esperan otros 20 millones para fines de abril. EE UU ya ha reservado suficientes vacunas de Moderna y Pfizer para todos los estadounidenses, pero, en lugar de liberar las dosis de AstraZeneca, se ha comprometido a enviar solo 4 millones a Canadá y México, y no ha dicho nada sobre lo que hará con el resto de dosis sobrantes.

Mientras tanto, la iniciativa COVAX [3] que lidera la Organización Mundial de la Salud está diseñada para supervisar la distribución de vacunas a los países pobres. Pero los países ricos han tardado en apoyar a COVAX, y Canadá la está socavando activamente al unirse a la iniciativa [4], haciendo que las escasas dosis que se obtengan a través del programa escaseen aún más. En este momento, Moderna y Pfizer fabrican las dos vacunas más eficaces. Moderna se ha negado a unirse a la iniciativa COVAX y está cobrando a EE UU US$30 por las dos dosis requeridas y a la Unión Europea US$36, lo que representan miles de millones para una empresa que tiene solo 11 años y hasta este año no había obtenido ganancias.

Países como China y Rusia también están produciendo vacunas. Pueden ser menos efectivas, pero los científicos dicen que son lo suficientemente efectivas. El ministro de Relaciones Exteriores del Reino Unido, Dominic Raab, sin embargo, dijo que preferiría que los países africanos no recibieran ayuda de China o Rusia y “esperaran” hasta que los países occidentales dejen de necesitar sus vacunas. Raab no ha dicho nada sobre lo que se supone que deben hacer los que viven bajo la amenaza de una tercera ola mientras las variantes más contagiosas se arraigan en todo el continente. Peor aún, India y Sudáfrica pidieron a la Organización Mundial del Comercio que se renunciara a los derechos de propiedad intelectual [5] para que los fabricantes de esos países pudieran llenar el vacío en la capacidad de producción, y se les negó. Beneficios sobre las personas.

No sé muy bien cómo describir lo que se siente al ser uno de los millones, quizás miles de millones, de personas para las que no hay un plan. La palabra “abandono” solo capta el aspecto más superficial de lo que representa estar condenado a recibir los detritos de la codicia internacional y la locura humana. Aquí, en la intersección del lucro cruel y una gobernanza nacional e internacional lamentablemente mediocre, está la vida humana. No somos cifras abstractas ni estadísticas. Somos personas, con familias y esperanzas para nuestro futuro que están siendo deliberadamente amenazadas por los gobiernos occidentales que juegan a la política con nuestras vidas.

Pero no queremos inspirar pena. Exigimos justicia. Por un lado, la ciencia afirma que sin una estrategia global de vacunación, no importa cuántas dosis acumulen los países ricos de Occidente. Esta enfermedad no desaparecerá y muchos morirán. Un estudio de la Alianza Global de Vacunas [6] encontró que, si una vacuna con un 80% de efectividad se distribuyera equitativamente en función del tamaño de la población de cada país, se evitarían el 61% de las muertes mundiales. Pero si continúa la acumulación nacionalista, solo se evitarán el 33% de las muertes mundiales. Y esta tendencia a prevenir más muertes globales simplemente haciendo que las vacunas estén disponibles de manera equitativa se aplica a vacunas menos efectivas como las vacunas Sinovac, donde una vacuna con solo el 65% de eficacia evitaría el 57% de las muertes globales si se distribuyera de manera equitativa, en comparación con el 30% si la acaparan los países ricos. La mejor forma de salvar millones de vidas en todo el mundo es distribuir las vacunas de forma justa.

También vale la pena señalar que muchas de estas vacunas existen solo gracias a la financiación pública. En EE UU, Operation Warp Speed [7] aceleró el desarrollo de la vacuna Moderna, y fue una iniciativa financiada con impuestos. Por lo tanto, el producto de tales inversiones debería teóricamente estar disponible para el interés público y no para el beneficio privado. Además, la razón por la que estas empresas pudieron desarrollar estas vacunas basadas en ARNm tan rápidamente fue porque la investigación financiada con fondos públicos secuenció el genoma del coronavirus y publicó esos hallazgos en revistas académicas revisadas por pares [8]. No hubo un momento eureka en un laboratorio corporativo. Fue la culminación de años de investigación científica respaldada por impuestos.

Para detener la emergencia mundial, los países pobres que tienen la capacidad para desarrollar estas vacunas están pidiendo que se dejen de lado las reglas creadas por el hombre sobre la propiedad intelectual. El Dr. John Nkengasong, director de los Centros Africanos para el Control y la Prevención de Enfermedades, dijo al Comité de Asuntos Exteriores de la Cámara de EE UU que en África hay unas seis instituciones con capacidad para fabricar estas vacunas (https://www.youtube.com/watch?v=xqw_89_xGb8). Aunque los medicamentos son secuencias de sustancias químicas que a menudo son de dominio público, las normas internacionales sobre la propiedad intelectual prohíben producir su versión genérica a menos que la empresa o la persona que es dueña de la licencia ofrezca una exención al país que lo solicite y que haya autorizado la comercialización del producto. La Organización Mundial del Comercio tiene un acuerdo denominado Aspectos de la Propiedad Intelectual relacionados con el Comercio (ADPIC) que penaliza la fabricación porque viola los derechos de propiedad intelectual de los titulares de patentes. Los países pobres están pidiendo a los gobiernos que son parte de este acuerdo que suspendan sus disposiciones para permitir que más fábricas de todo el mundo fabriquen los medicamentos sin temor a ser castigadas. Hasta ahora, los gobiernos occidentales se han negado a permitir tal exención.

En la OMC, la delegación de Sudáfrica recordó a los participantes que “los países en desarrollo tienen capacidades científicas y técnicas avanzadas … y que la escasez de producción y suministro [de vacunas] se debe a los propios titulares de derechos que celebran acuerdos restrictivos que responden a sus propios intereses, y manteniendo los monopolios anteponen las ganancias a la vida”.

Es así de simple, y esta no es la primera vez que sucede. Lo mismo ocurrió durante la última pandemia, cuando los países ricos se negaron a permitir la producción de los antirretrovirales que salvan vidas para detener las muertes masivas de personas seropositivas en los países pobres. En 1996, uno de cada 10 kenianos vivía con VIH / SIDA. Mientras los gigantes farmacéuticos luchaban por asegurarse beneficios, recuerdo que sentí como si todas las familias hubieran perdido a un ser querido a causa del VIH / SIDA. Nos recuerda que algo puede ser legal y a la vez ser injusto. Al final, países pobres como Brasil, India y Sudáfrica ignoraron los reclamos de propiedad intelectual de las empresas occidentales [9] y comenzaron a fabricar genéricos. Fueron sometidos a una tremenda presión política, especialmente de EE UU, que presentó una queja ante la OMC, que finalmente retiró debido a las críticas públicas.

Las promesas de donar dosis de vacunas una vez que todas las personas de los países ricos estén vacunadas no borran la injusticia de este momento. Existe una lógica perversa incrustada en el orden internacional que necesita que los países pobres se arrodillen para validar los sentimientos —o quizás incluso la existencia— de los países ricos. También revela que en los países pobres hay una clase burguesa que se alía con el capital extranjero. Si bien la coordinación regional dentro de África ha sido estelar, sería falso no reconocer el papel que han desempeñado algunos gobiernos en la situación actual. El plan del gobierno de Kenia, por ejemplo, es lamentablemente insuficiente. En lugar de centrarse en gestionar esta pandemia, el país sigue pidiendo grandes préstamos para financiar proyectos heredados de infraestructura que no queremos ni necesitamos [10].

En este momento, podría ofrecer un argumento elaborado sobre cómo Occidente está poniendo en peligro su poder en el mundo en desarrollo al actuar de una manera tan descaradamente egoísta. Pero creo que estamos viviendo con las consecuencias de intentar hacer argumentos a favor de la justicia a través de la lente de la ambición geopolítica. Si las personas estructuran sus argumentos según las reglas del juego, entonces validan esas reglas; aunque esas reglas sean inherentemente injustas. La idea de que la única razón para ayudar a las personas en crisis es consolidar el poder de un país es parte de la razón por la que se ignoran los conflictos en lugares que tienen poco valor geoestratégico como la República Centroafricana. Es inhumano y contraproducente que las personas que quieren que el mundo cambie sucumban a esta falacia. Es probable que una de las razones por las que los países ricos están acumulando vacunas es que quieren jugar a la política con ellas. En su lugar, para hacer lo correcto, para hacer lo justo, deberíamos presentar argumentos basados en valores porque los valores aún deben importar. Ayude a las personas porque son personas, no porque puedan ayudarlo a usted. Y aunque no tengo idea de lo que me va a pasar a mí o a mis compañeros en este continente, continuaremos viviendo, porque debemos seguir hablando, porque todo lo que podemos hacer es exigir justicia en este sistema moralmente en bancarrota.

Referencia

  1. Aakash B, Guy Faulconbridge, Kate Holton. U.S. secures 300 million doses of potential AstraZeneca Covid-19 vaccine. Reuters, 21 de mayo de 2020 https://www.reuters.com/article/us-health-coronavirus-astrazeneca-idUSKBN22X0J9
  2. CBC News. White House says U.S. plans to send 1.5 million doses of AstraZeneca vaccine to Canada, 18 de marzo de 2021 https://www.cbc.ca/news/politics/reuters-us-canada-mexico-vaccine-1.5954871
  3. WHO. COVAX Announces additional deals to access promising Covid-19 vaccine candidates; plans global rollout starting Q1 2021, 18 de diciembre de 2020 https://www.who.int/news/item/18-12-2020-covax-announces-additional-deals-to-access-promising-covid-19-vaccine-candidates-plans-global-rollout-starting-q1-2021
  4. Darren Major, Catherine Cullen. Canada shouldn’t take vaccine doses from COVAX partnership, says Canada’s former UN envoy. CBC News, 26 de febrero de 2021 https://www.cbc.ca/news/politics/canada-stephen-lewis-covax-1.5930344
  5. Ann Danaiya Usher. South Africa and India push for Covid-19 patents ban. The Lancet, 5 de diciembre de 2020 DOI:https://doi.org/10.1016/S0140-6736(20)32581-2 https://www.thelancet.com/journals/lancet/article/PIIS0140-6736(20)32581-2/fulltext
  6. GAVI. Equitable Covid-19 vaccine distribution will lead to the biggest reduction in deaths, 4 de noviembre de 2020 https://www.gavi.org/vaccineswork/equitable-covid-19-vaccine-distribution-will-lead-biggest-reduction-deaths
  7. Diamond D. The crash landing of ‘Operation Warp Speed’ 17 de enero de 2021. https://www.politico.com/news/2021/01/17/crash-landing-of-operation-warp-speed-459892
  8. Trafton A. Explained: Why RNA vaccines for Covid-19 raced to the front of the pack. Many years of research have enabled scientists to quickly synthesize RNA vaccines and deliver them inside cells MITnews. 11 de diciembre de 2020 https://news.mit.edu/2020/rna-vaccines-explained-covid-19-1211
  9. WHO. Access to AIDS medicines stumbles on trade rules Bulletin of the World Health Organization 2006; 84 (5): 337-424| https://www.who.int/bulletin/volumes/84/5/news10506/en/
  10. Samuel Gitonga. Belt Up Kenyans: Govt Set to Borrow Sh566bn More. Business Today, 25 de enero de 2020 https://businesstoday.co.ke/kenyas-public-debt-january-2020-government-to-borrow-jubilees-borrowing-appetite-how-much-has-uhuru-borrowed-how-much-the-jubilee-government-has-borrowed/
creado el 13 de Junio de 2021