Una organización internacional sin ánimo de lucro para fomentar el acceso y el uso adecuado de medicamentos entre la población hispano-parlante

ÉTICA Y DERECHO

Conducta de la industria

Colombia. Medicamentos: sí hay remedio
El Tiempo, 6 de marzo de 2014
http://www.eltiempo.com/opinion/editoriales/editorial-medicamentos-si-hay-remedio-editorial-el-tiempo-_13608258-4

Que ya se estén produciendo sanciones por sobrecostos en medicamentos es algo que hay que aplaudir, pues eso beneficia a la gente y así se protegen los recursos de la salud.

La multa más elevada aplicada a un fabricante de medicamentos en Colombia fue impuesta esta semana por la Superintendencia de Industria y Comercio a la multinacional Abbott, por vender a precios más altos que los permitidos.

La sanción, por Pc3.080 millones (1US$=Pc2.037,15), se origina en una acción interpuesta por la Red Colombiana de Personas Conviviendo con el VIH y el Sida, que demostró que una droga esencial para su tratamiento era cobrada por Abbott hasta con un 66% por encima del valor establecido por la Comisión Nacional de Precios de Medicamentos y Dispositivos Médicos (CNPNDM).

Para las fechas en que se desarrolló la investigación (de enero del 2011 a junio del 2012), las ventas de la farmacéutica superaban los Pc24.000 millones solo por este fármaco, lo que demuestra la magnitud de su demanda.

Esta sanción se suma a otras similares impuestas a las comercializadoras Audifarma y Epsifarma a fines del año pasado por cerca de Pc11.000 millones, y a Outsourcing Farmacéutico Integral y a Medicamentos Pos Dempos S. A., a comienzos de este año, por Pc12.000 millones.

Las decisiones dejan en evidencia el indelegable papel del Estado como regulador de un mercado imperfecto como este. Que el país pueda tener claro que normas como las consignadas en la Ley 1438 del 2011 y las circulares de la CNPNDM no son letra muerta y que favorecen a la gente y protegen los recursos de la salud es tranquilizador.

Controlar los precios de los medicamentos que en conjunto representan entre el 20 y el 60% del gasto en salud, sin atentar contra los beneficios que tienen en la población, es una forma efectiva de contribuir a la reducción de la inequidad. No puede perderse de vista que más del 80% de este mercado es pagado por el sistema de salud.

Por eso cabe destacar las decididas acciones puestas en marcha por el Gobierno desde mediados del año pasado, que incluyen la fijación de topes máximos de recobro a los fármacos más costosos dentro del sistema. Las autoridades encontraron soporte en un hecho irrebatible: en Colombia las medicinas se contaban entre las más caras del mundo.

Hasta el momento, 523 presentaciones comerciales han sido objeto de control, lo cual le representará ahorros anuales al sistema por Pc500.000 millones. A ellas se sumará otro listado de 900, cuya regulación también redundará en importantes economías. Hay que señalar que no fue fácil pasar en poco tiempo de la liberación total de precios a un control estricto, que consulta las condiciones del mercado interno y los precios internacionales, incluso, impactando a los medicamentos monopólicos o que tienen poca competencia. Sus fabricantes y comercializadores imponían sus reglas, aun abusivas, ante la ceguera de un pagador como el Fosyga.

Se trata de una buena medida –con enemigos poderosos–, que hay que apoyar. Pero el Estado no es omnipotente en cualquier regulación; por eso, la vigilancia y la supervisión son complejas. Estas tienen que ser efectivas en cada eslabón de la cadena, porque una cosa son los fabricantes, otra los agentes (ya sancionados) y otra los hospitales, que imponen sobrecostos desmedidos a estos insumos, y los médicos que inducen demanda.

Hasta ellos debe llegar también el control riguroso. Solo así será posible alcanzar el objetivo de que los usuarios, incluso en las farmacias, sientan que las medicinas son un bien sanitario y no un mero bien comercial.

creado el 25 de Junio de 2014