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AGENCIAS REGULADORAS Y POLITICAS

Políticas y regulación

La OMS encara un nuevo conflicto de interés
Agathe Duparc
Le Monde, 23 y 24 de Enero 2011
Traducido por Marvin Gómez.
http://pepesueco.blog.lemonde.fr/2011/01/22/oms-face-a-un-nouveau-conflit-dinterets-tomado-de-le-monde/

La nominación del director de investigación de Novartis para formar parte de un comité de expertos crea escándalo.

¿Es la Organización Mundial de la Salud (OMS) capaz de evitar los conflictos de interés y de tomar sus distancias con los lobbies farmacéuticos? Los trabajos del consejo ejecutivo que se llevaron a cabo del lunes 17 al viernes 21 de enero en Ginebra tenían valor de prueba para aquellos que critican el funcionamiento de la agencia de la ONU.

Desde el lunes 17 de enero, una nueva polémica estalló después del anuncio de la nominación del suizo Paul Herrling, director de investigación de Novartis, para formar parte de un grupo consultor de veintiún expertos (CEWG) encargado de elaborar las propuestas para estimular la investigación y el desarrollo de las llamadas “enfermedades olvidadas”, esas patologías de los países pobres – como la leishmaniasis y la enfermedad del sueño – que interesan poco a los laboratorios farmacéuticos, por la falta de salidas comerciales.

La composición de este CEWG era muy esperada. En el 2010, los trabajos de un primer grupo de expertos sobre esta cuestión habían provocado escándalo. Los documentos publicados en WikiLeaks habían permitido probar que la Federación Internacional de Fabricantes de Medicamentos (IFPMA) había obtenido en primicia el informe de los expertos del proyecto, entonces confidencial, y había podido emitir su propia opinión.

Con gran perjuicio para los países del Sur – con América latina a la cabeza–, ninguna de  las propuestas que sugerían poner en entredicho el sistema de propiedad intelectual, tal y como era defendido por los grandes laboratorios, habían sido retenidas en el informe final de los expertos. Las propuestas innovadoras para evitar que los costos de la investigación no repercutieran en el precio de los medicamentos habían sido ignoradas. Entonces, la posición de los industriales farmacéuticos, que estiman que, para financiar la muy costosa investigación de nuevas moléculas, conviene mantener un sistema de  patentes que impida sus copias durante veinte años, se consolidaba.

Atrapada en el centro de esta viva controversia, la 63a Asamblea Mundial de la Salud optó, en mayo de 2010, por la creación de un nuevo grupo de expertos, designado por los estados miembros de la OMS.

El lunes, al abrirse los debates, la presencia de Paul Herrling, figura grande de Novartis, fue denunciada por Brasil y Tailandia. Con un tono muy emocional, Margaret Chan, directora de la OMS, respondió a las críticas sobre un eventual conflicto de interés, explicando que la agencia de la ONU  hacía con frecuencia “llamados a personas de la industria” para obtener un dictamen consultor, y que el profesor suizo era un  experto reconocido y brillante.

Pero la Sra. Chan olvidó mencionar que el profesor Herrling era el autor de una de las tres propuestas retenidas por el grupo precedente de expertos, que aparecía como proyecto de la IFPMA. Se trata de la creación de un Fondo Mundial para la Investigación y el Desarrollo de soluciones para las enfermedades olvidadas (FRIND), que está dotado de 6 a 10 millones de dólares por diez años, y es alimentado por financiamientos oficiales y filantrópicos (como la Fundación Bill & Melinda Gates). Este fondo podría financiar las sociedades para el desarrollo de productos (PDP), y las empresas farmacéuticas.
“No es posible tener un conflicto de interés más escandaloso”, estima James Love, de Knowledge Ecology International (KEI), una ONG americana. “Nosotros tenemos el debido respeto por el profesor Herrling, quien ha trabajado mucho en las enfermedades olvidadas. Pero él no puede ser a la vez el autor de una propuesta, que él mismo debe evaluar y que podría beneficiarle a través de Novartis”, explicó. El jueves 20 de enero,  KEI y otras ocho ONG enviaron un correo al presidente del consejo ejecutivo de la OMS, para oponerse a esta nominación que podría “minar la reputación y el trabajo del nuevo grupo de expertos consultores”, escribieron. En vano.

La mañana del viernes, el comité ejecutivo había decidido finalmente ratificar la lista de veintiún expertos. No sin que hayan sido ejercidas ciertas presiones sobre los  países recalcitrantes. Según James Love, los Estados Unidos y Europa amenazaron, si se descartaba a Paul Herrling, con obtener la retirada del experto argentino, Carlos Correa, uno de los principales aliados de los países del Sur.

Patrick Durisch, de la ONG suiza Declaración de Berna, se manifiesta “sorprendido al ver que la OMS no ha aprendido la lección después de todas las críticas recibidas el año pasado, en particular sobre su gestión de la pandemia de gripe“. Él dice esperar que el nuevo grupo de expertos, que entregará sus trabajos en un año, pueda reintroducir las propuestas alternativas. Como un sistema de “premio a la innovación” que recompensaría a los productos realmente innovadores, o los “patent pools” (“bancos de patentes”), que permitirían una gestión colectiva de los derechos de propiedad intelectual, con el fin de hacer bajar los precios de los medicamentos.

Nota del Traductor: Un consejo muy influyente, la Asamblea Mundial de la Salud, es el órgano de toma de decisiones de la OMS. Decide la política de la organización basándose principalmente en las recomendaciones del Consejo Ejecutivo. El Consejo Ejecutivo, compuesto de 34 personalidades nombradas por tres años, y competentes en materia de salud, nombra Comités de expertos encargados de elaborar informes para implementar sus recomendaciones.

modificado el 28 de noviembre de 2013