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Ética

Entrevistas

La vida de las personas frente a los beneficios de los monopolios farmacéuticos – GPE Newsdocs

(Peoples’ lives vs. Profits of pharmaceutical monopolies – GPE Newsdocs)
The Analysis News, 2 de diciembre de 2020
https://theanalysis.news/interviews/peoples-lives-vs-profits-of-pharmaceutical-monopolies-gpe-newsdocs/
Traducido por Salud y Fármacos y publicado en Boletín Fármacos: Economía, Patentes y Precios 2021; 24 (1)

Tags: India, Sufáfrica, OMC, monopolios, patentes, Médicos sin Fronteras, MSF, Third World Network, acceso universal, Covid

Los gobiernos de India y Sudáfrica, respaldados por 100 países y más que se van sumando, están pidiendo una exención de las patentes de los medicamentos y equipos relacionados con COVID-19. Los países sede de las grandes farmacéuticas se oponen. El debate continúa en la OMC y se decidirá pronto (A principios de febrero de 2020 todavía no se había decidido).

Transcripción

Lynn Fries: Según informa MSF / Médicines Sans Frontières o Médicos sin Fronteras: “Los monopolios suelen ser un obstáculo entre la gente y los productos para la salud que necesitan para salvarles la vida. [La propiedad intelectual, al igual que] las patentes y otros derechos que conceden exclusividad de ventas limitan la oferta y mantienen altos los precios. En esta emergencia global sin precedentes, los gobiernos han adoptado una postura increíblemente fuerte en la Organización Mundial del Comercio (OMC), han propuesto que se permita que los países renuncien temporalmente la obligación de respetar las patentes, secretos comerciales y otros tipos de propiedad intelectual (PI) durante la pandemia por Covid 19 para que todos en todas partes tengan acceso a tratamientos, vacunas, pruebas diagnósticas y tratamientos médicos que salvan vidas y que se necesitan para combatir esta pandemia”.

MSF informa que 99 de los 164 Estados Miembros de la OMC respaldan la propuesta y pide a todos los gobiernos que en las próximas deliberaciones apoyen la exención de la OMC.

Los estudios de caso desarrollados por Médicines Sans Frontières con Third World Network muestran que la propiedad intelectual impone obstáculos que afectan el acceso a productos médicos esenciales que van más allá de las patentes de las vacunas, y representan una barrera para las tecnologías COVID-19, tanto en los países desarrollados como en los países en desarrollo.

Sangeeta Shashikant, Asesora Legal de Third World Network: Las pruebas de diagnóstico son críticas para contener la propagación de Covid-19. Y a nivel mundial ha habido escasez de pruebas. Por ejemplo, en los Países Bajos, hubo escasez de materiales para hacer pruebas porque a menudo la infraestructura para el diagnóstico, las pruebas o el diagnóstico, dependen de dispositivos patentados. Y al principio, en el caso de los Países Bajos, no se pudieron acelerar las pruebas porque Roche no pudo suministrar los materiales relevantes. Y se negaron inicialmente a revelar la forma de producir el material para hacer las pruebas hasta que hubo presión pública y la Comisión Europea consideró investigar el comportamiento de Roche. Por tanto, esto demuestra que el comportamiento habitual de las empresas farmacéuticas obstaculiza el acceso.

Italia es otro ejemplo, al comienzo de la pandemia, un hospital italiano se quedó sin válvulas de ventilación. Y su proveedor habitual no pudo proporcionar esas válvulas. Así que dos ingenieros locales realizaron ingeniería inversa e imprimieron las válvulas en 3D. Así que, mientras el precio de las válvulas originales era de €11.000, las válvulas impresas en 3D costaban tan solo un dólar. Y abastecieron a los hospitales italianos. Y según se informó, el fabricante original se negó a compartir los planos. También dijeron que los ingenieros locales no pudieron hacer más impresiones en 3D por los posibles problemas legales relacionados con los derechos de propiedad intelectual.

En EE UU, el gobernador de Kentucky instó a 3M, el titular del patrón de las máscaras / máscaras N95 a liberar su patente porque 3M no podía proporcionar suficientes suministros. Y se informó que el gobernador de Kentucky le pidió a 3M que publicara los patrones para que pudieran fabricarlos otros. Pero eso no ha sucedido. Por lo tanto, también hay escasez de máscaras N95.

Un problema importante es que gran parte de la I + D [Investigación y Desarrollo] en este momento está siendo impulsada por la inversión pública, sin que el sector público haya puesto condiciones. Entonces, las compañías farmacéuticas están aceptando grandes sumas de los contribuyentes y no se han comprometido a compartir la tecnología, el conocimiento y la propiedad intelectual que vaya emergiendo.

Fries: Quienes se oponen a la exención ADPIC dicen que va a impedir la innovación.

Shashikant: La defensa de la propiedad intelectual es bastante débil, porque una gran cantidad de fondos públicos, el dinero de los contribuyentes se ha destinado a I + D para desarrollar estos productos médicos. Y si tenemos en cuenta la pandemia global, el desarrollo de productos médicos es en realidad una colaboración global; es gracias a la participación de diferentes actores.

Por ejemplo, los países de todo el mundo han estado compartiendo datos de la secuencia del virus para rastrear su evolución. Muchos, muchos países están involucrados en diferentes ensayos clínicos para poder probar la seguridad y eficacia de los productos médicos. Por lo tanto, parecería injusto y poco ético que las compañías farmacéuticas tuvieran el dominio y los derechos de propiedad sobre el conocimiento y la tecnología de estos productos médicos.

Fries: Esos fueron comentarios de Sangeeta Shashikant, asesor legal de Third World Network, una red internacional de investigación y asesoría. Pasamos ahora a los fragmentos destacados de un debate sobre la exención de los ADPIC de la OMC en una reunión convocada por el South Centre, una institución que hace investigación y análisis de políticas inter-gubernamentales para los países en desarrollo.

En primer lugar, debo señalar que se puede encontrar una breve historia del Acuerdo sobre los ADPIC de la OMC en “La política global del poder del monopolio farmacéutico”, publicado en 2009 y escrito por la entonces directora de MSF / Médicines Sans Frontières, Ellen ‘t. El libro está disponible como descarga de Creative Commons (https://msfaccess.org/sites/default/files/MSF_assets/Access/Docs/ACCESS_book_GlobalPolitics_tHoen_ENG_2009.pdf). En el libro, ‘t Hoen explica que el Acuerdo sobre los Aspectos de los derechos de propiedad intelectual relacionados con el comercio (ADPIC) marcó un cambio fundamental, ya que, por primera vez, los requisitos mínimos globales para la creación y protección de los derechos de propiedad intelectual pasaron a ser exigibles a través de la Organización Mundial del Comercio.

En el libro, ‘t Hoen detalla cómo el alto costo de los medicamentos contra el Sida logró centrar la atención en la relación entre los acuerdos comerciales que obligan a respetar los derechos de propiedad intelectual, como la protección de patentes, y los altos precios de los medicamentos. La histórica disputa comercial en Sudáfrica, Big Pharma vs Nelson Mandela es uno de los muchos ejemplos que narra el libro y que muestran las devastadoras consecuencias para la salud pública de la entrada en vigor el Acuerdo sobre los ADPIC en 1995.

En el libro, ‘t Hoen aborda cuestiones importantes sobre cómo los derechos de propiedad intelectual se vincularon al comercio mundial con la creación de la Organización Mundial del Comercio, preguntas como: “¿Qué hace un acuerdo que crea monopolios, que inherentemente restringen el libre comercio y la competencia, en una institución cuyo objetivo principal era fomentar el libre comercio y la competencia global? ¿Cuáles fueron las fuerzas detrás de la adopción del Acuerdo sobre los ADPIC? “

Trasladándonos rápidamente hasta el presente y ‘t Hoen, entre otras distinciones, es la Directora de Ley y Política de Medicamentos. En una editorial publicada por WIRE el 12 de octubre titulada “La crisis de COVID-19 y la OMC: por qué la propuesta de India y Sudáfrica sobre propiedad intelectual es importante (COVID-19 Crisis and WTO: Why India and South Africa’s proposal on intellectual property is important)“, t Hoen comentó cómo en 2001, la propuesta de los países africanos para abordar los problemas de propiedad intelectual relacionados con el acceso a los medicamentos para tratar el VIH en el momento de la crisis del VIH / SIDA fue inicialmente rechazada por los países ricos, que afirmaban que tales discusiones pondrían en peligro la sólida protección de patentes que es necesaria para fomentar la innovación.

En este momento, se han otorgado las licencias de la propiedad intelectual de todos los tratamientos para el VIH recomendados por la OMS su Fondo de Patentes de Medicamentos (en inglés Medicines Patent Poor MPP) que diseñó Ellen ‘t Hoen. El Fondo de Patentes de Medicamentos ha cambiado las reglas del juego y ha garantizado que todos los países, en todas partes, tengan acceso asequible a los productos médicos contra el VIH / SIDA. Del mismo modo, dice t Hoen, el Grupo de Acceso a la Tecnología COVID-19 de la OMS (en inglés Technology Access Pool COVID-19 C-TAP) podría abordar de manera efectiva la gran escasez y la producción y distribución de medicamentos y productos médicos relacionados con Covid-19.

Pero ‘t Hoen dice que el éxito de C-TAP dependerá del apoyo político que reciba. Explicó que esto se debe a que C-TAP es un mecanismo voluntario. Y aquellos que poseen los derechos y el conocimiento no pueden ser obligados a colaborar. Pero ‘t Hoen señala, como hemos visto con el Fondo de Patentes de Medicina, se les puede persuadir.

Ellen ‘t Hoen informó que hasta el momento 40 países habían respaldado la iniciativa C-TAP. Para que C-TAP tenga éxito, la persuasión en forma de exigencias a los que reciben financiamiento deberá provenir de gobiernos e instituciones que invierten recursos públicos en el desarrollo de nuevos medicamentos y vacunas COVID-19. Específicamente que la propiedad intelectual y el conocimiento relacionado con el Covid 19 que se genere en virtud de esa financiación pública se comparta con el C-TAP de la OMS.

Ellen ‘t Hoen escribe que, lamentablemente, a pesar de las grandes promesas de considerar a la vacuna como un bien público mundial, las naciones ricas no lo están exigiendo. Y, por lo tanto, es comprensible que los países en desarrollo también estén considerando medidas no voluntarias, como la propuesta de una exención temporal de ciertas disposiciones del Acuerdo sobre los ADPIC para la prevención, contención y tratamiento del Covid-19.

Sin duda, ‘t Hoen dice que esto enfrentará oposición por parte de los países ricos y de las compañías farmacéuticas. Pero aquellos países y empresas que se niegan a contribuir a que C-TAP sea éxito y dicen a los países en desarrollo que no tienen derecho a tomar medidas para proteger la salud pública en medio de una crisis sanitaria mundial no son creíbles.

Viviana Munoz-Telles, Coordinadora del Programa de Desarrollo, Innovación y Propiedad Intelectual en el South Centre: Esta reunión se relaciona con la propuesta en discusión en el Comité para el Acuerdo sobre los ADPIC para lograr una renuncia temporal a ciertas disposiciones del Acuerdo sobre los ADPIC con el fin de contribuir a la prevención, contención y tratamiento de Covid 19.

La reunión tiene como objetivo informar a las delegaciones ante la OMC y los gestores de capital, y aclarar y permitir un intercambio franco sobre los términos y las implicaciones de la exención, a fin de fortalecer el apoyo a la propuesta añadiendo copatrocinadores. Aumentar el número de copatrocinadores de la propuesta fortalecerá la posición del grupo a favor de la exención para buscar un acuerdo durante la sesión del Consejo de los ADPIC a finales de este mes, que luego se remitirá al Consejo General [de la OMC] para su análisis.

Carlos Correa, Director Ejecutivo del South Centre: Permítanme concentrarme en la pregunta que se ha planteado. Entonces, ¿cuáles son los problemas que aborda esta exención? El primer problema sustantivo es la necesidad de ampliar la capacidad de fabricación para hacer frente a la crisis del Covid-19. Esto es particularmente cierto para las vacunas, como sabemos, pero también es cierto para los equipos y kits de diagnóstico. Permítanme darles como ejemplo, la situación de las vacunas.

Como sabemos, la posibilidad de controlar esta enfermedad, requerirá la vacunación de la población mundial. Así que esto significa vacunar a 7.800 millones de personas. Y si se necesitan dos dosis, esto significa que es necesario producir más de 15.000 millones de dosis de la vacuna en poco tiempo[1]. Esto requiere entonces acceso a la tecnología. Esto requiere ampliar su capacidad de fabricación. Y para ello es necesario disponer de herramientas. Y la exención es una de estas herramientas para poder utilizar la tecnología que permita la producción de vacunas u otros productos que sean necesarios para abordar esta enfermedad. Así que este es un tema esencial.

Gurleen Kaur, Segundo Secretario de la Misión Permanente de la India ante la OMC: Aún no hay indicios de que la pandemia vaya a disminuir a corto plazo. Entonces, qué motivó la necesidad de esta propuesta de exención; el concepto de exención surgió de hecho durante las primeras etapas de la pandemia. Así que, en el mes de marzo y abril, cuando varios países enfrentaban una grave escasez de suministro de muchos productos médicos, como ventiladores, equipos médicos, equipo de protección personal, etc. hubo informes de diferentes países mostrando una preocupación real porque los derechos de propiedad intelectual obstaculizaran la respuesta al Covid-19. Algunos ejemplos iniciales de derechos de propiedad intelectual que se convirtieron en una barrera para aumentar la producción fueron los tampones utilizados en los kits de pruebas, las válvulas de los ventiladores, etc.

Por tanto, se hizo evidente que la preocupación de que la propiedad intelectual fuera una barrera de acceso se aplica tanto a los productos existentes como a los productos en investigación. Muchos de los medicamentos reutilizados están protegidos por patente en diversos países y la concesión de licencias voluntarias exclusivas no ha solucionado la escasez de suministro. Entonces, en medio de toda esta situación de emergencia internacional, surgió la idea de la exención.

Por lo tanto, se consideró que los recursos disponibles en virtud del Acuerdo sobre los ADPIC no son adecuados para abordar el panorama rápidamente cambiante de Covid-19. Entonces, ¿por qué lo digo? Porque, como saben, el Acuerdo sobre los ADPIC incluye acciones que podemos implementar para otorgar licencias obligatorias. Pero este espacio no es suficiente para responder a una pandemia de esta escala y magnitud.

Invocar licencias obligatorias para una amplia gama de productos médicos, y hacerlo país por país, caso por caso y producto por producto es un proceso engorroso y lento, lo que limita severamente su efectividad en el contexto de los productos y las tecnologías que se requieren para manejar el Covid-19.

Las tecnologías médicas que se requieren para dar respuesta a Covid-19 están protegidas por múltiples derechos de propiedad intelectual. Y la comprensión y la implementación de las flexibilidades de los ADPIC para estas protecciones de propiedad intelectual, más allá de las patentes, son limitadas. De modo que eso limita las opciones disponibles para que los países en desarrollo promuevan una rápida ampliación de su capacidad de fabricación local. Además, la mayoría de los países no cuentan con la infraestructura o la experiencia necesarias para utilizar las flexibilidades de los ADPIC. Muchos países en desarrollo y países menos adelantados no tienen capacidad de fabricación ni la capacidad institucional para emitir licencias obligatorias. Y el artículo 31bis del Acuerdo sobre los ADPIC, que permite exportar a los países que tienen una capacidad de fabricación insuficiente o nula, está sujeto a procedimientos sumamente engorrosos y prolongados que hacen que su uso carezca de sentido y sea impráctico.

Por tanto, se consideró que revisar el marco jurídico para la protección de las invenciones era muy importante. Porque Covid-19 es una amenaza para el mundo en general y ningún país puede ser inmune a su efecto. Y la incapacidad de un solo país para abordar la pandemia debido a la protección de patentes puede tener una externalidad negativa para el mundo entero.

Entonces, en el esfuerzo por lograr una respuesta eficaz al Covid-19, creo que el objetivo principal no es solo producir una vacuna segura y eficaz, sino que el objetivo es poner fin a la pandemia. Y eso solo puede suceder después de que se produzcan miles de millones de dosis asequibles. Y se ponga a disposición de todos y, en particular, de las personas de países de ingresos bajos y medios.

Por lo tanto, cuando surjan las primeras vacunas y tratamientos seguros y efectivos, debemos asegurarnos de que varios fabricantes puedan comenzar a producirlos inmediatamente. Y para garantizar eso, nuestra propuesta de exención tiene como objetivo eliminar las barreras de propiedad intelectual y promover la transferencia de tecnología. La renuncia eliminará la inseguridad jurídica, y otorgará libertad para operar y colaborar para aumentar la producción de los productos Covid-19, facilitando así el acceso oportuno, equitativo y asequible a dichos productos para todos.

También me gustaría ofrecer una breve descripción de la situación actual de la propuesta. La propuesta fue copatrocinada por India, Sudáfrica, Kenia y Suazilandia, y fue presentada en el Consejo de los ADPIC durante la sesión celebrada el 15 y 16 de octubre.

En la reunión del Consejo de los ADPIC, la propuesta recibió una entusiasta respuesta, unos cuarenta miembros mantuvieron un debate de fondo que duró más de tres horas. Y estos treinta miembros y observadores expresaron su apoyo al tema; con 15 miembros que apoyaron explícitamente la propuesta desde la audiencia y el resto acogió con agrado la participación constructiva en la propuesta mientras esperaban los comentarios de sus respectivas capitales. Y la propuesta también recibió un amplio apoyo de organizaciones internacionales como la OMS, la Organización Mundial del Comercio, la ONUSIDA, Médicos Sin Fronteras, DNDI / Iniciativa de Medicamentos para Enfermedades Desatendidas (en inglés DNDi Drugs for Neglected Diseases initiative) y varias otras organizaciones de la sociedad civil.

Entonces, lo que hace la propuesta de exención es abrir espacio para una mayor colaboración, para la transferencia de tecnología y para que entren más productores para garantizar que tengamos capacidad para producir a gran escala en un período de tiempo mucho más corto. Si la producción de vacunas y tratamientos se amplía, se logrará un acceso oportuno y asequible en aquellos países en desarrollo y menos desarrollados que pueden no tener los medios para firmar un gran acuerdo de compra con un número limitado de proveedores.

Entonces, esta es una exención temporal que según lo acordado por el Consejo General tendrá un período específico duración. Y posteriormente será revisado anualmente por los miembros [Estados miembros de la OMC] hasta que concluya. Para llevar esta propuesta a su conclusión lógica, sería importante que el mayor número posible de miembros la copatrocinen y apoyen.

Por último, pero no menos importante, diría que, dados los problemas mundiales derivados de la pandemia, todos los miembros tienen la responsabilidad compartida de traducir en realidad las promesas de que las vacunas sean un bien público mundial al garantizar que los beneficios científicos de la investigación que se financia con el dinero público se distribuya lo más ampliamente posible para proteger la vida, los medios de subsistencia y la salud de las personas. Por lo tanto, pido a todos los miembros aquí presentes que apoyen la adopción de esta exención en el Consejo de los ADPIC de la OMC. Gracias.

Fries: Según lo informado por el monitor de desarrollo SUNS / Sur Norte, el Consejo de los ADPIC de la OMC continuará su discusión sobre la propuesta de exención iniciada por India y Sudáfrica en su próxima reunión formal el 10 de diciembre con el objetivo de adoptar un informe sobre este asunto, que pueda presentarse a la próxima reunión del Consejo General de la OMC programada del 16 al 17 de diciembre.

Tenemos que dejarlo ahí. Un agradecimiento especial al colaborador invitado, Sangeeta Shashikant. Y muchas gracias al South Centre por convocar la reunión presentada en este informe ya todos los participantes de la reunión. Y desde Ginebra, Suiza, gracias por sintonizarnos con este segmento de GPEnewsdocs.

Nota de Salud y Fármacos. El 12 de noviembre, Blankenship escribió [1] que los países en desarrollo estaban preocupados porque serían los últimos en tener acceso a los productos Covid. Hasta ese momento 12 productores de genéricos se habían unido al Banco de Patentes de Medicamentos (BPM) (en inglés Medicines Patent Pool MPP) para facilitar el acceso de los países de bajos y medianos ingresos a tratamientos Covid, incluyendo los productos biológicos. Pero para que esto suceda, las empresas dueñas de la patente tienen que establecer acuerdos con las productoras de genéricos. Esta iniciativa no incluye a las vacunas para el Covid-19, pues esas se gestionan a través de Covax.

La OMS y UNITAID fundaron el BPM en 2010, y hasta ahora, negociando con empresas como Gilead Sciences, AbbVie, Bristol Myers Squibb, ViiV Healthcare. El BPM ha logrado distribuir 15 millones de dosis de tratamientos de la hepatitis C y de VIH de estos productos a los países de bajos y medianos ingresos.

Entre los productores de genéricos dispuestos a participar en el BPM para productos Covid figuran las empresas indias Lupin, Aurobindo Pharma, Zydus Cadila y Sin Pharma; la empresa surcoreana especializada en biosimilares Celltrion y la empresa de Bangladesh, Beximco. Sin embargo, ninguna empresa con patentes para productos Covid se ha unido a la iniciativa, y si esto no cambia, esta iniciativa fracasará.

Por otra parte, en mayo, Gilead firmó acuerdos de licencia no exclusivos con cinco fabricantes de medicamentos genéricos (Cipla, Mylan, Ferozsons Laboratories, Hetero Labs y Jubilant Lifesciences) que operan en India y Pakistán para producir remdesivir, su terapia contra Covid-19 comercializada como Veklury en los EE UU, para 127 países (incluyendo algunos países de altos ingresos con dificultades de acceso. Sin embargo, desde entonces, ha surgido evidencia que cuestiona la utilidad de este medicamento para tratar a los pacientes con Covid.

  1. BlankenshipK. Generics players join pledge to rapidly scale access to COVID-19 drugs. But will pharma sign on?FiercePharma, 12 de noviembre de 2020 https://www.fiercepharma.com/manufacturing/generics-players-join-pledge-to-rapidly-scale-access-to-covid-19-drugs-but-will
creado el 25 de Febrero de 2021