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Políticas

EE UU y Canadá

El descubrimiento canadiense que se convirtió en el medicamento más caro del mundo y luego desapareció, tiene una segunda oportunidad (Canadian breakthrough that became the world’s most expensive drug, then vanished, gets second chance)
Kelly Crowe
CBS, 17 de octubre de 2019
https://www.cbc.ca/news/health/glybera-lpld-rare-drug-orphan-disease-nrc-cbc-price-1.5312177
Traducido por Salus y Fármacos

El Consejo Nacional de Investigaciones de Canadá (National Research Council NRC) está revitalizando un medicamento innovador, desarrollado en Canadá, que desapareció del mercado porque no era rentable.

Es el último capítulo de la saga de Glybera, la primera terapia génica aprobada en el mundo, que también se convirtió en el medicamento más caro del mundo después de que se otorgara un permiso de comercialización a una empresa holandesa y le pusiera un precio de Ca$1 millón (1US$=Ca$1,31) por una dosis única.

Glybera trata un trastorno genético raro y potencialmente mortal llamado deficiencia de lipoproteína lipasa, o DLPL. Canadá tiene la mayor población mundial de pacientes con DLPL, y la mayoría viven en la región de Saguenay, Quebec, donde se estableció un ancestro con la mutación genética hace varios cientos de años.

Las personas con DLPL carecen de una enzima crítica para procesar la grasa de los alimentos. Actualmente no hay tratamiento ni cura disponible. Las personas con DLPL deben evitar la mayoría de las grasas en la dieta para tratar de prevenir dolorosos y peligrosos ataques de pancreatitis.

La decisión de volver a desarrollar una versión canadiense de Glybera es el resultado de una serie de eventos fortuitos, que comenzaron cuando el director de investigación y desarrollo para la biociencia traslacional estaba viendo el programa de la CBC The National en noviembre pasado.

La Dra. Danica Stanimirovic estaba en el proceso de seleccionar el primer proyecto para un nuevo programa, financiado por el gobierno federal, para desarrollar terapias génicas y de células raras para los canadienses a un precio asequible. Luego vio el informe de CBC explicando la historia de cómo Glybera fue retirado del mercado europeo después de sólo una venta comercial. El medicamento nunca se comercializó ni en Canadá ni en EE UU.

“Eso realmente dio que pensar”, dijo. “Realmente tenemos la capacidad para avanzar en eso”.

Entonces telefoneó al Dr. Michael Hayden en Vancouver. El científico de la Universidad de Columbia Británica (UBC) y del Hospital de Niños de Columbia Británica cuyo equipo desarrolló Glybera. Hayden dijo que estaba feliz de recibir la llamada.

“Estaba emocionado porque esto representaba una respuesta única para resolver un gran problema canadiense, particularmente para las familias de Quebec. Y estaba emocionado de que pudiéramos hacer un esfuerzo nacional para lograrlo”.

Descubrimiento médico hecho en Canadá
La historia de Glybera comenzó en la UBC a principios de la década de 1990, cuando Hayden y su equipo descubrieron las primeras mutaciones genéticas que causan DLPL. Luego, los investigadores desarrollaron un método para corregir el mal funcionamiento del gen y permitir que los pacientes tuvieran una vida casi normal.

Después de hacer la investigación preliminar, se otorgó la licencia del descubrimiento canadiense a una compañía holandesa llamada uniQure, que sometió a Glybera al riguroso proceso de ensayos clínicos y obtuvo su permiso de comercialización.

Cuando el tratamiento fue aprobado por la Agencia Europea de Medicamentos en 2012, salió en los titulares de los periódicos como la primera terapia génica del mundo, el primer tratamiento que podría reparar un gen defectuoso.

Cuando salió a la venta en Europa en 2015, Glybera volvió rápidamente a los titulares, esta vez como el “medicamento más caro del mundo”, con un precio de US$1 millón por dosis única.

El Dr. Sander van Deventer, director científico de uniQure, dijo a CBC News el año pasado que el precio era un cálculo comercial basado en el precio de otros medicamentos que tratan enfermedades raras. Muchos de esos medicamentos cuestan más de US$300.000 por paciente por año. Debido a que Glybera es un tratamiento único que sigue funcionando durante años, el precio de US$1 millón parecía razonable, dijo.

Menos de dos años después, el medicamento fue retirado del mercado después de una sola venta comercial. uniQure no tiene planes de reactivar la producción de la terapia.

Aunque Hayden descubrió la mutación génica y desarrolló la fase temprana del tratamiento, no tuvo ningún papel en la comercialización de su descubrimiento. Por lo que tampoco tuvo control sobre del precio.

“Usted no determina el resultado, no establece su costo”, dijo. “Diría que lo que salió mal es que fue muy difícil garantizar que llegara a los pacientes a un costo razonable”.

Stanimirovic dijo que el hecho de que Canadá tenga una población tan grande de pacientes con DLPL fue un factor importante para decidir darle a Glybera una segunda oportunidad.

“Esta mutación genética es muy frecuente en Canadá, en comparación con otros lugares del mundo”, dijo. “Para nosotros, es como que algo nos pedía que hiciéramos algo para fabricar esta terapia génica en particular”.

La DLPL es rara y afecta a una o dos de cada millón de personas en todo el mundo. Pero en la región de Saguenay de Quebec, donde la mutación genética se ha transmitido de generación en generación, los números son 30 veces más altos. En algunas comunidades, hasta una de cada 50 personas portan la mutación genética. Ambos padres deben tener la mutación para que un niño herede la enfermedad.

Precio ‘astronómico’ en el ‘modelo impulsado por las farmacéuticas’
El objetivo final de la terapia génica es solucionar un problema genético aportándole al paciente un nuevo gen. Se usan virus especialmente diseñados para administrar el gen de reparación a las células del paciente. El costo de fabricar esos virus a menudo se cita como una de las razones del alto precio de las terapias. La necesidad de generar ganancias farmacéuticas para los accionistas es otro factor.

“[Las terapias genéticas] generalmente están dirigidas a poblaciones de pacientes muy pequeñas”, dijo Stanimirovic. “Es difícil hacerlas siguiendo el modelo típico impulsado por las farmacéuticas, porque eleva el precio de estas terapias a niveles astronómicos”.

En sus instalaciones de Montreal, el NRC ya ha desarrollado experiencia para producir vectores virales que actúan como el vector de administración de la terapia génica. Debido a que los científicos volverán a diseñar Glybera utilizando nuevos vectores virales y mejorarán la terapia, cualquier otra patente no será un obstáculo, dijo Stanimirovic.

El plan final es desarrollar la capacidad de fabricación del sector público para crear no sólo una versión asequible de Glybera, sino también otras terapias a partir de genes y células. El financiamiento federal total para seis proyectos, incluido Glybera, se estima en alrededor de US$80 millones durante siete años.

“Nuestro objetivo es crear nuevos acuerdos para producir terapias más accesibles y asequibles”, dijo Stanimirovic. “Esperamos poder hacerlo a través de una asociación pública o público / privada. Por lo tanto, el objetivo final, a través de este proyecto, es realmente desarrollar la capacidad canadiense para asumir terapias genéticas posteriores”.

Hayden llamó al plan una “hermosa historia canadiense”.

“Ahora tenemos que traducir esto en algo que realmente sea efectivo para los pacientes en un período de tiempo limitado y me emociona hacerlo”.

Para los pacientes que padecen DLPL, la espera es frustrante.

Felix Lapointe, un niño de 10 años de Repentigny, Quebec, tenía cinco semanas cuando su madre se enteró de la terrible noticia de que su hijo tenía una enfermedad genética potencialmente mortal.

Como en este momento no hay tratamiento disponible, está manejando la enfermedad a través de una dieta estricta para reducir el riesgo de ataques pancreáticos peligrosos. Tendrá que esperar otros cinco años para participar en los primeros ensayos clínicos de la reinventada Glybera.

“Nos gustaría que ocurriera mañana por la mañana”, dijo Brenda Potter, la madre de Felix. “Aun así, estamos un poco acostumbrados a esto. Hemos estado luchando durante 10 años y las puertas estaban cerradas. La posibilidad de que algo suceda es alentadora, pero sí, la espera es larga”.

creado el 4 de Diciembre de 2020