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Holanda. El ministro de salud de Holanda amenaza con licencias obligatorias cuando los precios de los medicamentos sean ‘absurdos’(Netherlands health minister threatens compulsory licenses over ‘absurd prices’)
Ed Silverman
Statnews, 27 de noviembre de 2017
Traducido por Salud y Fármacos

Respondiendo a la creciente preocupación por los precios de los medicamentos, el ministro de Salud de Holanda quiere explorar el uso de licencias obligatorias para obtener ciertos medicamentos a precios más baratos.

Al poner esta estrategia sobre la mesa, Holanda se convierte al menos en el cuarto país en poco más de un año en considerar esta opción, que generalmente irrita a la industria farmacéutica por la posibilidad de que acabe con los derechos de las patentes.

El ministro de Salud, Bruno Bruins, el jueves pasado declaro en la Cámara de Representantes holandesa el jueves pasado y advirtió que “explorará ampliamente” la posibilidad de emitir licencias obligatorias si los fabricantes de medicamentos no bajan sus precios.

Está aumentando la frecuencia con la que gobiernos con falta de liquidez expresan ideas semejantes para combatir el aumento del costo de los medicamentos de venta con receta. Y los grupos de defensa de los pacientes dicen que el esfuerzo de la industria para lograr que se respeten los derechos de patente podría hacerse a expensas de los pacientes que no pueden pagar los medicamentos cada vez más costosos.

La concesión de licencias fue una de las varias sugerencias que se incluyeron en un informe emitido a principios de este mes por el Consejo para la Salud y la Sociedad, un organismo consultivo independiente que argumentó que el gobierno holandés necesita un “enfoque diferente” para negociar los precios de los medicamentos con los fabricantes. Un partido holandés que está en la oposición hizo una propuesta similar la semana pasada en medio del creciente clamor por los costos de los medicamentos.

Los países pueden otorgar estas licencias a un fabricante de medicamentos genéricos, lo que le permite copiar un medicamento patentado sin el consentimiento de la compañía propietaria de la patente. Este derecho fue reconocido en un acuerdo de la Organización Mundial del Comercio conocido como Aspectos de los Derechos de Propiedad Intelectual relacionados con el Comercio, o ADPIC, aunque la regulación de la Unión Europea de la protección de datos de pruebas clínicas puede interferir con la concesión de licencias.

“Cada vez hay más solicitudes de licencias obligatorias para medicamentos protegidos por patentes en los países de altos ingresos que luchan por lidiar con los altos precios de los medicamentos. El ministro holandés parece estar decidido a tomar medidas. Esto es alentador para los holandeses e importante a nivel mundial. Después de todo, los países de bajos y medianos ingresos que usan estas flexibilidades por razones de salud pública siguen siendo cuestionados por la Unión Europea y los EE UU”, Escribió Ellen ‘t Hoen, defensora de la salud pública y ex directora de políticas de Médicos Sin Fronteras.

Un portavoz de la Federación Europea de Asociaciones de Industrias Farmacéuticas nos escribió diciendo que, al centrarse en medicamentos específicos, las licencias podrían aumentar otros costos de atención médica. “La experiencia y la investigación reciente demuestra que las licencias obligatorias no son una forma efectiva de mejorar el acceso o alcanzar otros objetivos de salud pública. No reduce los precios necesariamente, no acelera el acceso ni mejora los resultados para la salud “, escribió.

“Referirse a las leyes de patentes como una negociación para establecer precios no reconoce adecuadamente la importancia de los derechos de propiedad intelectual, que son de vital importancia para incentivar la innovación y asegurar el desarrollo de nuevos medicamentos para atender las necesidades de los pacientes. Recomendar que los países utilicen medidas radicales, como la “licencia obligatoria”, desalentará la futura innovación”.

En Holanda, la ira se precipitó, en parte, por el fármaco de fibrosis quística Orkambi vendido por Vertex Pharmaceuticals. Después de meses de conversaciones, durante las cuales el gobierno inicialmente criticó el precio – aproximadamente US$202.000 por paciente por año – y luego se negó a ofrecer cobertura, a fines del mes pasado se llegó a un acuerdo de reembolso, aunque no se han divulgado los términos.

Mientras tanto, Vertex emprendió una extensa campaña de cabildeo que incluyó a grupos de pacientes. Pero el esfuerzo fue ampliamente criticado por parecer subrepticio, especialmente después de que un grupo de cabildeo se disculpara porque una firma de cabildeo, que representaba al fabricante de medicamentos, “se comunicó descuidadamente” y solicitó datos financieros al gobierno.

El episodio provocó recomendaciones de que los farmacéuticos deberían poder hacer sus propias versiones del medicamento para pacientes individuales, una noción que Bruins también refrendó la semana pasada. En su discurso de la semana pasada, advirtió que ajustará las “reglas del juego” para combatir los “precios absurdos”.

En cualquier caso, los países han emitido muy pocas licencias, debido a la preocupación por las repercusiones comerciales. Tailandia emitió licencias hace varios años e India también lo hizo. En general, la industria farmacéutica ha trabajado duro para frustrar tales movimientos, que es lo que sucedió el año pasado cuando el ministro de salud colombiano amenazó con emitir una licencia para un medicamento contra el cáncer de Novartis.

En ese caso, la compañía y el gobierno regatearon el precio de Gleevec. Al no llegar a un acuerdo, el ministro de salud emitió su amenaza. Temiendo que tal medida pudiera animar a otros países a tomar rápidamente medidas similares, la industria recurrió a Washington en busca de respaldo.

El año pasado, miembros del Comité de Finanzas del Senado estadounidense y el representante comercial de Estados Unidos se reunieron con funcionarios de la embajada colombiana en Washington DC y sugirieron que Washington retiraría apoyo para un acuerdo de libre comercio y US$450 millones para respaldar una iniciativa de paz entre el gobierno colombiano y los rebeldes marxistas. Colombia, en cambio, posteriormente tomó la decisión de cortar unilateralmente el precio. Novartis está apelando.

Más recientemente, Malasia anunció que seguiría adelante con sus planes de otorgar una licencia a las compañías de genéricos para fabricar una versión de Sovaldi, la píldora contra la hepatitis C de Gilead Sciences. El país ya había dado señalado que tenía intenciones de hacerlo, lo que aparentemente motivó a Gilead a ampliar un acuerdo de licencia de 2014 para permitir que siete grandes fabricantes de genéricos vendan versiones de imitación en Malasia y otros tres países de medianos ingresos: Ucrania, Bielorrusia y Tailandia.

La primavera pasada, la Comisión de Salud del Congreso de Perú votó a favor de otorgar una licencia obligatoria para un medicamento contra el VIH vendido por Bristol-Myers Squibb. La decisión se produjo cuando los defensores de los pacientes presionaron al gobierno para que emitiera una licencia para el medicamento, que según ellos es más costoso en algunos países vecinos y representa una parte considerable del gasto público en medicamentos contra el VIH.

creado el 4 de Diciembre de 2020