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AGENCIAS REGULADORAS Y POLÍTICAS

Políticas

EE. UU. y Canadá

EE UU. En un cambio importante, Medicare quiere poder para prohibir prescriptores peligrosos
(In a major shift, medicare wants power to ban harmful prescribers)
ProPublica, 6 de enero de 2014
http://tinyurl.com/ktepa8a
Traducido por Salud y Fármacos

A raíz de una serie de artículos publicados por ProPublica en los que se detallan la falta de supervisión en el programa de medicamentos de Medicare, Medicare tiene previsto dotarse de nuevos y amplios poderes para controlar mejor – y potencialmente excluir – a los médicos que prescriben fraudulenta o peligrosamente.

El lunes por la noche los Centros para Servicios de Medicare y Medicaid (CMS) describieron el esfuerzo en lo que se llama una regla propuesta (proposed rule) [1], el proceso estándar por el cual las agencias federales hacen cambios significativos al marco regulatorio.

Dos de los cambios son dramáticos. Históricamente, la Agencia ha dado mayor prioridad a que las personas mayores y los discapacitados tengan un acceso fácil a los medicamentos que a eliminar a los proveedores peligrosos.

Por primera vez, la agencia tendría la autoridad de excluir a médicos y otros proveedores que prescriben medicamentos de forma abusiva. También podría tomar esta medida contra aquellos prescriptores a quienes los que los reguladores estatales les han suspendido o revocado las licencias o restringido la prescripción de analgésicos u otras sustancias controladas.

Y la agencia limitará el vacío legal por el que se permitía a los médicos, incluso cuando oficialmente no estaban inscritos en Medicare, a prescribir medicamentos a pacientes inscritos en su programa, conocido como Parte D. Bajo las nuevas reglas, los médicos y otros proveedores deben inscribirse formalmente si quieren recetar medicamentos a los 36 millones de personas inscritas en Medicare Parte D. Esto requiere que Medicare verifique sus credenciales profesionales y que declaren si durante su práctica profesional han violado algunas normas disciplinares o cometido algún crimen.

Actualmente, Medicare y los seguros privados que funcionan dentro de la Parte D saben poco sobre los que escriben las recetas – incluso aquellos cuyas prescripciones anuales llegan a millones de dólares o prescriben grandes volúmenes de medicamentos inadecuados. ProPublica descubrió que algunos de los médicos habían sido acusados penalmente o condenados, o habían perdido las licencias médicas o habían sido despedidos de los programas estatales de Medicaid que dan servicio médico a los pobres.

Los cambios entrarían en vigor el uno de enero 2015. Como parte del proceso, CMS aceptará comentarios del público hasta el 7 de marzo y podría revisar las propuestas en base a ellos. Sin lugar a dudas, las nuevas reglas requerirán que algunos pacientes tenga que cambiar de médico – o forzarán a algunos médicos a que soliciten participar en Medicare.

Varios de los cambios propuestos responden a deficiencias detalladas por la investigación de ProPublica el año pasado.

La investigación mostró que la incapacidad por parte de Medicare de vigilar la Parte D había permitido a los médicos prescribir cantidades masivas de medicamentos inapropiados [2], ha llevado al programa a perder miles de millones en medicamentos innecesariamente costosos [3] y ha expuesto el fraude rampante que existía en el programa [4]. En 2012, la parte D costó a los contribuyentes US$62.000 millones.

En gran parte, estos problemas responden a la incapacidad de Medicare de analizar rigurosamente qué fármacos y la cantidad que están prescribiendo los médicos a los pacientes de la Parte D.

La Ley de Libertad de Información, ha permitido a ProPublica solicitar y obtener los datos de los medicamentos recetados durante cinco años por cada médico en el programa de la Parte D. Sólo en 2011 se recetaron 1.200 millones de recetas.

Los investigadores analizaron los datos [5] para identificar a los médicos que prescriben de forma muy diferente a sus colegas, por ejemplo, al elegir medicamentos que eran peligrosos o costosos o cuyas recetas de alguna manera sugerían que eran fraudulentas.

En las entrevistas, muchos de los médicos dijeron que nunca habían sido contactados por Medicare a pesar de que estaban de acuerdo en que sus patrones prescripción eran dignos de ser revisados.

Como parte de su informe, ProPublica solicitó el asesoramiento de expertos sobre cómo reforzar la supervisión del programa de Medicare. Entre los cambios que ha previsto Medicare hay varios que fueron sugeridos por estos expertos. Pero otros no se han incluido.

Medicare, por ejemplo, no detalla si los funcionarios planean ahora revisar de forma rutinaria los datos de los proveedores que tienen patrones sospechosos de prescripción y que harán cuando les identifiquen.

La regla propuesta tampoco incluye otras sugerencias como exigir los códigos de diagnóstico para evaluar la adecuación a las recetas que prescriben o exigir a las aseguradoras privadas que participan en la Parte D que reporten cualquier sospecha de fraude, derroche y abuso al contratista que vigila los fraudes de Medicare. La comunicación de esas sospechas es ahora voluntaria.

Entre los cambios que Medicare propone se incluyen:

  • Dar a su contratista externo de control de fraude la capacidad de investigar con mayor facilidad las sospechas de fraude. Actualmente, el contratista no puede acceder directamente a las historias clínicas de los pacientes para evaluar si el paciente realmente vio al doctor o tenía una condición que justifica el uso de esa medicación. El contratista tiene que ir primero a las aseguradoras, que entonces solicitan los registros de los médicos o de las farmacias.

En el marco del cambio de regulación, al contratista se le daría el poder para acceder directamente a los registros. El inspector general del Departamento de Salud y Servicios Humanos de los EE UU ha presionado repetidamente a Medicare para realizar este cambio.

  • Reducir su propia lista de “clases de medicamentos protegidos”, es decir los medicamentos de importancia vital para los cuales las aseguradoras no pueden imponer restricciones de uso. La Agencia quiere eliminar los antidepresivos y los medicamentos inmunosupresores de esta lista, dando más libertad a las aseguradoras para que los pacientes tengan que pedir la aprobación previa antes de recibir ciertos medicamentos de marca.

La Agencia también dijo que a partir de 2015 podría eliminar la protección de los antipsicóticos, que pueden ser inapropiados para las personas mayores con demencia.

En un blog [6], Jon Blum, el administrador adjunto principal de CMS, dijo que su agencia se toma en serio la lucha contra el fraude y el abuso en la Parte D. Desde 2011, escribió, la Agencia ha reducido el porcentaje de pacientes de la Parte D que pueden estar haciendo un uso abusivo de los analgésicos como el paracetamol, que en altas dosis puede causar un daño hepático grave.

“CMS se esfuerza para asegurar que los beneficiarios tengan los medicamentos que necesitan, mientras que al mismo tiempo vigila para que se reduzca su uso inapropiado”, escribió Blum.

Pero cuando ProPublica vio a los médicos que más narcóticos prescriben [7] a pacientes inscritos en la Parte D, se encontró que muchos habían enfrentado denuncias penales de parte de sus juntas médicas estatales o habían cometido otras conductas irregulares u otras infracciones.

Rererencias
1. https://www.propublica.org/documents/item/1002375-2013-31497-pi.html
2. http://www.propublica.org/article/part-d-prescriber-checkup-mainbar
3. http://www.propublica.org/article/medicare-wastes-billions-on-name-brand-drugs
4. http://www.propublica.org/article/how-fraud-flourishes-in-medicares-drug-plan
5. http://www.propublica.org/article/how-we-analyzed-medicares-drug-data-long-methodology
6. http://blog.cms.gov/2014/01/06/combating-fraud-and-abuse-in-the-medicare-prescription-drug-program/
7. http://projects.propublica.org/checkup/oxycontin

creado el 3 de Diciembre de 2014