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ÉTICA Y DERECHO

Publicidad y promoción

México. ¿Lo corren por no creer en los milagros?
Enrique Campos Suárez
El Economista.mx, 24 de febrero 2011
http://eleconomista.com.mx/columnas/columna-especial-valores/2011/02/24/lo-corren-no-creer-milagros

El 14 de febrero el Comisionado Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) de la Secretaría de Salud, Miguel Ángel Toscano Velasco, anunció el retiro de 250 productos milagro de la comercialización. Hoy ya presentó su renuncia. Puede tratarse de una de esas coincidencias. Las que en política no existen, pero el hecho es que son muchos años desde que se pretende meter en cintura la venta de productos fraudulentos, eufemísticamente llamados milagro. Hasta la fecha no se puede.

Ese Día del Amor y la Amistad, Toscano anunció un proyecto para modificar el Reglamento de la Ley General de Salud en Materia de Publicidad, justo en la parte donde se puede prohibir que un artículo presuma cualidades preventivas o terapéuticas que no tiene. Tras la despedida de Toscano, lo que sigue es que la Cofepris desmienta su comunicado, ese que en la esquina superior izquierda dice Vivir Mejor y que en la otra esquina ostenta el escudo nacional.

Porque el documento oficial dice que los productos milagros prometen curar -sin ninguna base científica- diversas enfermedades como cáncer, osteoporosis, obesidad, depresión, sobrepeso y artritis. Entre los nombres de los productos milagro retirados del mercado hay marcas fuertemente anunciadas y posicionadas con intensas campañas publicitarias.

Pero además, en el colmo de la anarquía y falta de respeto a las leyes más elementales, los productos milagro cuentan con sus respectivas copias pirata. Así que a un producto que no puede probar su efectividad terapéutica, hay que añadir una copia ilegal de pésima calidad que, por supuesto, sirve mucho menos que el original.

Claro que puede tratarse de una coincidencia. Que la salida de Toscano de la Cofepris no tenga nada que ver con sus intensiones de meter en cintura este negocio fraudulento que vale miles de millones de pesos. Pero eso es algo difícil de creer.

Claro que en su despedida le habrán de recordar cuanto pecado haya cometido en su paso por ese encargo, como una forma de justificar su salida. Pero hay huellas por todos lados de los autores intelectuales del cambio. Si es que, claro, insisto: no se trata de una mera casualidad.

El nuevo titular de la Cofepris tiene el mismo ADN de los más recientes encumbrados en la administración pública. O sea, que vienen de la Secretaría de Hacienda, que se ha convertido en todo un semillero de todólogos. Mikel Arriola, quien a partir del 1 de marzo toma las riendas de esta Comisión, es actualmente Jefe de la Unidad de Legislación Tributaria de la Secretaría de Hacienda. O sea que, al menos en el nombre de su trabajo actual, no se nota vínculo alguno con andar cuidando la calidad de los medicamentos y la salud de los mexicanos.

Ahora, para ser sinceros, su cabeza la pudieron haber pedido no solamente los merolicos de los productos milagro. En la lista de los que tenían cuentas que ajustar estaban las tabacaleras y los fabricantes de productos chatarra, entre muchos otros. La batalla por la ética de los productos medicinales es una muy complicada de ganar, porque el éxito de estos productos ha hecho de la industria una muy poderosa.

Y no se trata de bloquear un buen negocio, simplemente de exigir la más elemental ética entre los comerciantes.

modificado el 28 de noviembre de 2013