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Economía y Acceso

Tratados de Libre Comercio, Exclusividad en el Mercado, Patentes

Reacciones iniciales al Manifesto de Manchester

Enviado por Xavier Seuba, Traducido por Salud y Fármacos

Al día siguiente, el Chartered Institute of Patent Attorneys (CIPA) respondió diciendo: “… CIPA se alegra de la publicación que la Universidad de Manchester lanzó el el 26 de noviembre de 2009 “¿A quién pertenece la ciencia? El Manifiesto,” pero ha criticado la opinión que los autores tienen de las patentes de “mal informadas y distorsionadas”.

El vicepresidente de CIPA, Alasdair Poore, alabó a la Universidad de Manchester por su intento de estimular el debate sobre como la ciencia se utiliza para el beneficio de la humanidad… “nadie puede ir en contra de este objetivo altruista de ‘tener un impacto en el mundo real sobre la utilización de la ciencia para construir un futuro mejor para la humanidad’. Sin embargo, algunos comentarios de los autores sobre la pertenencia de la propiedad intelectual – específicamente las patentes – están distorsionados y mal informados.

“Contrariamente a lo que se dice en el informe,… los derechos de propiedad intelectual no tienden a asfixiar el acceso al conocimiento y el intercambio libre de ideas, ambos son esenciales para la ciencia’. Compartir el conocimiento y publicar la información son cruciales en el sistema de propiedad intelectual. No solamente hay una cantidad importante de información científica y técnica en las bases de datos de las patentes que hay alrededor del mundo, sino que la mayoría de la información no esta disponible en ningún otro lugar”.

CIPA repudia las siguientes afirmaciones sobre patentes que hace del informe de Manchester:

  • Las patentes no se pueden utilizar para impedir la comercialización de un producto – cuando el dueño de la patente no responde a la demanda del producto en ‘términos razonables’ y siempre y cuando se cumplan ciertas condiciones, cualquiera puede solicitar una licencia obligatoria. Los reguladores también pueden actuar si se abusa de las patentes.
  • Las patentes no impiden que las universidades hagan investigación – porque lo que se hace con fines experimentales no infringe la ley.
  • Las patentes permiten que los que hacen investigación, como la Universidad de Manchester, reciban una compensación por la aplicación técnica de sus descubrimientos; así con ese dinero la Universidad puede seguir investigando. Manchester tiene su propio sistema de transferencia de tecnología que depende de las patentes para su éxito.
  • La alternativa a las patentes de la investigación que se realiza en la universidad sería que las empresas se beneficiasen sin retribuir al inventor; es decir, podrían utilizar los inventos de las universidades para lucrarse ellas.
  • La publicación de las solicitudes de patente es automática.

El que la solicita no puede evitarlo si quiere obtener una patente. La crítica de que la propiedad intelectual inhibe que se comparta la información es incorrecta.

CIPA también acusa a uno de los firmantes del informe, Joseph Stiglitz, de seguir mal informando al público al decir que los genes humanos y otras formas de vida pueden patentarse. “En el 2006 CIPA escribió una carta a New Scientist corrigiendo la información de Stiglitz sobre las patentes de las plantas y alimentos, como cúrcuma y arroz Basmati. Este informe también contiene información incorrecta cuando afirma que ‘alrededor del 20% de los genes individuales han sido patentados o se ha presentado una solicitud de patente’. Esto no es cierto. Lo dijimos en el 2006 y lo repetimos en el 2009: no hay ningún sistema de patentes en el mundo que lo permita. Las patentes solo se otorgan a inventos que previamente eran desconocidos: si no hay innovación no hay patente”.

Según CIPA, el Manifesto Manchester repite información distorsionada sobre el acceso a los medicamentos en los países en desarrollo, diciendo que el régimen de propiedad intelectual niega el acceso de los pobres a los medicamentos. “Sin un sistema adecuado de patentes ¿quién hubiera hecho las inversiones necesarias para descubrir y producir estos medicamentos?” Pregunta Alasdair Poore. “Es la política y el economía la que impide el acceso de los pobres del mundo a los medicamentos, no el sistema de propiedad intelectual”. IPKat siente que los profesionales de las patentes pueden defenderse por sí mismos pero desearía tener que hacerlo únicamente cuando el ataque está basado en información correcta.

creado el 9 de Febrero de 2024