Resumen
Objetivo: Estimar la prevalencia de la polifarmacia (uso concomitante de ≥5 medicamentos), hiperpolifarmacia (≥10 medicamentos) y medicación potencialmente inapropiada (MPI) en adultos mayores según estado de demencia y fragilidad.
Pacientes y métodos: Se utilizaron datos transversales del estudio comunitario Riesgo de Aterosclerosis en Comunidades (RAC o Atherosclerosis Risk in Communities – ARIC) para el periodo 2016-2017, que incluyó a 3.912 participantes de 71 a 94 años (media ± DE: 79,6 ± 4,8 años); 59,2% mujeres; 24,5% afrodescendientes.
La adjudicación del estado de demencia y de deterioro cognitivo leve la determinó un panel de expertos mediante una evaluación neurocognitiva integral y entrevistas con informantes. Los participantes fueron clasificados como frágiles, prefrágiles o adulto mayor sin fragilidad (robustos), según la definición del fenotipo de fragilidad de Fried.
Los envases de medicamentos fueron llevados a la clínica. Los medicamentos potencialmente inapropiados (MPI) se definieron utilizando una versión modificada de los criterios de Beers
Resultados: La polifarmacia, la hiperpolifarmacia y el uso de MPI fueron prevalentes en el 67,1%, el 18,8% y el 23,9 % de los participantes, respectivamente. El 7,9% de los participantes se clasificaron con demencia y el 8,0% con fragilidad.
El riesgo relativo ajustado por variables demográficas para los participantes con demencia en comparación con aquellos con cognición normal fue de 1,79 (IC 95%: 1,27 a 2,51) en relación con la hiperpolifarmacia, y la razón de momios (OR u odds ratio – IC 95%) para el uso de MPI fue OR 1,58 (IC 95%: 1,21 a 2,06).
Los riesgos relativos para la hiperpolifarmacia fueron de 8,35 (IC 95%: 5,57 a 12,54) en participantes frágiles y de 2,70 (IC 95%: 2,14 a 3,41) en participantes prefrágiles, en comparación con los adultos mayores sin fragilidad.
Conclusión: La polifarmacia, la hiperpolifarmacia y el uso de MPI de venta libre fueron frecuentes en esta muestra comunitaria de adultos de aproximadamente 80 años. Estos patrones de uso fueron aún más comunes entre los participantes con demencia y fragilidad, quienes tienen un riesgo elevado de presentar resultados adversos.