Resumen
Antecedentes. Muchos médicos consideran que los antibióticos intravenosos (IV) son inherentemente más eficaces que sus equivalentes orales. Sin embargo, Ensayos Controlados Aleatorizados (ECA) han demostrado que para muchas infecciones bacterianas graves los antibióticos orales son clínicamente equivalentes a los antibióticos intravenosos. Esto incluye neumonía, infecciones de piel y tejidos blandos, pielonefritis, infecciones intraabdominales, infecciones osteoarticulares, bacteremia y endocarditis infecciosa.
Cuando es clínicamente apropiado, el tratamiento oral es más inocuo para el paciente, más costo-efectivo y ecológicamente más amigable. Pero seguimos utilizando la vía intravenosa mucho más de lo necesario.
Objetivos: Para abordar una práctica histórica a menudo injustificada, Therapeutics Letter 155 revisa la evidencia de los ECA y compara las ventajas y desventajas de los antibióticos orales e intravenosos. Sugerimos criterios para determinar cuándo la terapia oral es apropiada.
Recomendaciones: Para la mayoría de los pacientes estables, los antibióticos orales deberían ser el tratamiento de referencia.
Reserve la terapia intravenosa para pacientes críticos y en situaciones donde la administración oral no sea posible o no esté respaldada por la evidencia científica.
En pacientes a los que se les haya prescrito inicialmente tratamiento intravenoso, cambie a terapia oral tan pronto como sea clínicamente apropiado.