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Innovación

Fexinidazol (Fexinidazol Winthrop) para la enfermedad del sueño provocada por el Trypanosoma brucei rhodesiense

(Fexinidazole (FEXINIDAZOLE WINTHROP°) in sleeping sickness caused by Trypanosoma brucei rhodesiense)
Prescrire International 2025; 34 (269): 94-95
Traducido por Salud y Fármacos, publicado en Boletín Fármacos: Prescripción, Farmacia y Utilización 2025; 28 (3)

Tags: fexinidazol es un avance terapéutico importante, tratamiento tripanosomiasis africana, fase hematolinfática de la tripanosomiasis, fase meningoencefálica de la tripanosomiasis, efectos adversos del fexinidazol, efectos adversos melarsoprol

Bravo

Los pacientes con enfermedad del sueño provocada por el Trypanosoma brucei rhodesiense por lo general mueren en pocas semanas o meses. En un ensayo clínico no comparativo en el que 45 pacientes recibieron tratamiento con fexinidazol, 44 pacientes seguían con vida un año después.

El fexinidazol fue eficaz en ambas etapas de la enfermedad, y sus efectos adversos a menudo fueron menos graves que los del melarsoprol. Además, se administra por vía oral.

En resumen, el fexinidazol representa un avance terapéutico importante, sobre todo para los pacientes mayores de 6 años con enfermedad del sueño provocada por el T. brucei rhodesiense que viven en regiones con infraestructuras sanitarias limitadas.

Fexinidazole Winthrop fexinidazolcomprimidos

  • 600 mgde fexinidazol por comprimido

Sanofi Winthrop

  • Antiparasitario; derivado del 5-nitroimidazol
  • Nueva indicación: “fase precoz (hematolinfática) y fase tardía (meningoencefálica) de la tripanosomiasis africana humana provocada por el Trypanosoma brucei rhodesiense en adultos y niños ≥6 años y que pesen ≥20 kg” [procedimiento de evaluación de la EMA para medicamentos que se usarán fuera de la Unión Europea].
  • Dosis: una dosis diaria única con alimentos:
    • en pacientes que pesen 35 kg o más: 1800 mg por día durante cuatro días, posteriormente 1200mg por día durante seis días.
    • en pacientes que pesen 20 kg o más, pero menos de 35 kg: 1200 mg por día durante cuatro días, posteriormente 600 mg por día durante seis días.

La tripanosomiasis africana humana (o enfermedad del sueño) es una infección parasitaria. En África meridional y oriental, el principal patógeno causante es el Trypanosoma brucei rhodesiense. Si no se trata, la enfermedad casi siempre provoca la muerte en semanas o meses [1, 2].

Tras un período de incubación inferior a tres semanas, la enfermedad avanza en dos etapas:

Durante la primera fase (hematolinfática), el tripanosoma se multiplica en el torrente sanguíneo y el sistema linfático y los síntomas son inespecíficos e incluyen accesos febriles, cefalea, fatiga y prurito.

Durante la segunda fase (meningoencefálica), los parásitos infectan el sistema nervioso central y se presentan trastornos neuropsiquiátricos, incluyendo trastornos del sueño y del comportamiento y confusión mental.

La infección se suele diagnosticar en la segunda etapa debido a que durante la primera no hay síntomas específicos y a que avanza rápidamente [2, 3].

Durante mucho tiempo, el tratamiento de la tripanosomiasis africana humana provocada por el T. brucei rhodesiense se ha basado en medicamentos que se administran por vía intravenosa: la suramina (un derivado del azul tripán) en la primera fase de la enfermedad y el melarsoprol (un derivado del arsénico) en la segunda fase. Con estos tratamientos la mortalidad es menor al 22%.

La suramina es nefrotóxica y sus otros efectos adversos incluyen neuropatía, agranulocitosis y reacciones alérgicas. El melarsoprol tiene muchos efectos adversos, de los cuales el más grave es la encefalopatía reactiva, que ocurre en el 5% al 18% de los pacientes y es mortal en el 10% al 70% de los casos (dependiendo, en particular, del momento en el que se diagnostica, del tratamiento y de la interrupción del medicamento) [1, 2, 4].

En 2018 la EMA evaluó al antiparasitario del grupo de los nitroimidazoles fexinidazol para tratar la tripanosomiasis causada por el T. brucei gambiense. Para este problema representó un avance terapéutico importante, con una alta eficacia en ambas fases de la enfermedad. Recientemente la EMA evaluó al fexinidazol para tratar la tripanosomiasis africana humana provocada por el T. brucei rhodesiense [2, 3].

Un ensayo clínico no comparativo: 44 de 45 pacientes seguían con vida tras un año de tratamiento con fexinidazol.
Para la tripanosomiasis africana humana, el fexinidazol se evaluó principalmente en un ensayo clínico no comparativo ejecutado en Malawi y Uganda en 45 pacientes, de los cuales 35 estaban en la segunda fase de la enfermedad y 17 eran niños entre 7 y 16 años.

Los pacientes recibieron fexinidazol durante 10 días y se les dio seguimiento durante un año. Al final del período de seguimiento, 44 pacientes seguían con vida.

Un paciente en la segunda fase de la enfermedad murió por una lesión hepática aguda durante el tratamiento: para los investigadores, no se relacionó ni con la tripanosomiasis ni con el fexinidazol. Otro paciente padeció una recaída nueve semanas después de la primera dosis de fexinidazol, a pesar de que el tratamiento se administró correctamente. Posteriormente, se trató al paciente con melarsoprol, que curó la infección [2].

Menos tóxico que el melarsoprol, pero con muchas interacciones farmacológicas.
Los principales efectos adversos del fexinidazol son los siguientes: trastornos gastrointestinales, incluyendo náuseas, vómitos y disgeusia; trastornos neuropsiquiátricos, incluyendo convulsiones, neuropatía, depresión y pensamientos suicidas, insomnio y cefalea; trastornos musculares; y trastornos cardíacos, incluyendo prolongación del intervalo QT y taquicardia.

En el ensayo clínico presentado arriba, cinco pacientes padecieron efectos adversos (que los investigadores consideraron que se relacionaron con el medicamento). Los efectos adversos reportados incluyeron anomalías electrocardiográficas, aumento de la presión arterial, gastritis y vómitos, de los cuales ninguno fue grave [2, 3, 5].

Dado que el fexinidazol es metabolizado por diferentes isoenzimas del citocromo P450, se pueden prever muchas interacciones farmacológicas. Además, el riesgo de torsade de pointes asociado a la prolongación del intervalo QT aumenta con el uso simultáneo de otros medicamentos que prolongan el intervalo QT, como algunos antipalúdicos o los medicamentos que disminuyen la frecuencia cardíaca o los niveles de potasio en sangre. Al igual que ocurre con otros nitroimidazoles, se puede prever una reacción de intolerancia al alcohol similar a la que provoca el disulfiram [3].

Administración oral en lugar de intravenosa.
La administración oral del fexinidazol es más conveniente que el tratamiento intravenoso con la suramina o el melarsoprol. Esta ventaja es muy importante en algunas de las regiones más afectadas por esta infección parasitaria, donde la infraestructura sanitaria es deficiente y los pacientes tienen que viajar grandes distancias para acceder a un centro de tratamiento o viven en áreas afectadas por conflictos armados [3]. Además, la eficacia del fexinidazol en ambas fases de la enfermedad elimina la necesidad de realizar una punción lumbar para distinguirlas y determinar si se usará suramina o melarsoprol [1].

Para garantizar que la absorción del fexinidazol sea adecuada para alcanzar los niveles plasmáticos terapéuticos, los comprimidos se deben tomar a la misma hora, una vez por día durante 10 días, después de un alimento. Los comprimidos no se deben triturar, ya que esto podría aumentar la biodisponibilidad del fexinidazol y la incidencia de los efectos adversos [3].

Revisión de la literatura hasta el 8 de octubre de 2024
En respuesta a nuestra solicitud de información, Sanofi Winthrop no nos proveyó documentación sobre su producto.

  1. WHO. “Guidelines for the treatment of human African trypanosomiasis” June 2024: 50 pages.
  2. EMA. CHMP. “Public assessment report for Fexinidazole Winthrop. EMEA/ H/W/002320/II/0016” 14 December 2023: 120 pages.
  3. Prescrire Editorial Staff . “Fexinidazole – Fexinidazole Winthrop°. Sleeping sickness caused by Trypanosoma brucei gambiense: effective and more convenient than injectable treatments” Prescrire Int 2020; 29 (221): 285-289.
  4. Krishna S et al. “Human African trypanosomiasis: Treatment and prevention” UpToDate. www.uptodate.com accessed 9 October 2024: 26 pages.
  5. EMA. “SmPC-Fexinidazole Winthrop” 25 July 2024.

Fexinidazol. Opinión de los editores (EDITORS’ OPINION)
Prescrire International 2025; 34 (269): 95

Excepción a la regla
La base del método científico riguroso para demostrar la posible eficacia de un medicamento es la ejecución de ensayos clínicos aleatorizados de doble ciego. Este es el método más confiable para eliminar los factores de confusión y obtener evidencia relevante de alta calidad.

En cambio, como regla general, los ensayos clínicos no comparativos no son adecuados para demostrar una relación causal entre el tratamiento con un medicamento y la mejora clínica observada. Sin un comparador, existe la posibilidad de que la mejora se deba a algo que no sea el tratamiento recibido, como la tendencia de la enfermedad a remitir o resolverse sin intervención o el efecto de otros tratamientos farmacológicos o no farmacológicos.

Sin embargo, en ocasiones, un ensayo no comparativo puede aportar evidencia de alta calidad sobre la eficacia del medicamento. Este fue el caso del fexinidazol (Fexinidazol Winthrop) para la enfermedad del sueño provocada por la infección por Trypanosoma brucei rhodesiense. Si no se trata, casi todos los pacientes afectados mueren en pocas semanas o meses.

En un ensayo clínico no comparativo en 45 pacientes, tras 10 días del tratamiento con fexinidazol y un año de seguimiento, solo un paciente había muerto. La eficacia del medicamento se demostró claramente, basándose en un criterio de valoración real, con un marcado contraste entre los resultados con y sin tratamiento.

Este es uno de los casos raros —en una enfermedad que casi siempre empeora a corto plazo si no se trata— en los que la evidencia no comparativa de mejora en la mayoría de los pacientes que recibieron un medicamento, documentada usando criterios clínicos de valoración tangibles, puede bastar para demostrar su eficacia.

Sin embargo, insistir en el uso de ensayos clínicos aleatorizados de doble ciego no es un dogma arbitrario. Se basa en la observación de que existen pocas situaciones en las que un ensayo clínico no comparativo basta para comprobar la eficacia de un medicamento.

creado el 3 de Septiembre de 2025