La EMA está explorando algunas mejoras en el desarrollo y la evaluación de medicamentos biosimilares, respetando los estrictos estándares de seguridad de la Unión Europea (UE). La EMA cuenta con más de dos décadas de experiencia en la evaluación de medicamentos biosimilares, y prevé que este acercamiento mejorará el acceso de los pacientes a los biosimilares en la UE y garantizará que Europa sea un mercado atractivo para el desarrollo de estos tratamientos.
Esta estrategia, que se describe en un nuevo borrador del documento de reflexión [1], podría reducir la cantidad de datos clínicos necesarios para el desarrollo y la aprobación de medicamentos biosimilares.
Se invita a las partes interesadas a enviar sus comentarios sobre el documento de reflexión a través de una encuesta en línea de la UE [2] hasta el 30 de septiembre de 2025.
Un biosimilar es un medicamento biológico muy similar a otro ya aprobado (“el medicamento de referencia”). Los medicamentos biosimilares se han convertido en importantes opciones terapéuticas que mejoran el acceso de los pacientes a tratamientos esenciales. Se utilizan para tratar diversas enfermedades como el cáncer, la artritis reumatoide y la enfermedad inflamatoria intestinal. Ofrecen la misma eficacia clínica y seguridad que su producto de referencia. Al fomentar la competencia en el mercado, pueden ampliar el acceso de los pacientes a medicamentos esenciales.
Los biosimilares se autorizan en base al resultado de estudios que los comparan con su medicamento de referencia. Esto incluye comparar aspectos de calidad de los principios activos del biosimilar y del medicamento de referencia, y demostrar la eficacia clínica y la seguridad del biosimilar en ensayos clínicos confirmatorios.
El borrador del documento de reflexión se apoya en amplia experiencia con los medicamentos biosimilares y en los avances en los métodos analíticos, sugiere que demostrar la comparabilidad estructural y funcional, y presentar datos comparativos sobre cómo el organismo interactúa con los medicamentos (datos farmacocinéticos) podría ser suficiente para demostrar la similitud de un biosimilar con el medicamento de referencia. Esto podría reducir la necesidad de estudios exhaustivos de eficacia clínica. La exención de ciertos requisitos de datos clínicos simplificaría el proceso de desarrollo y evaluación, manteniendo al mismo tiempo los más altos estándares de seguridad y eficacia.
Este acercamiento simplificado garantizaría, en última instancia, una mayor disponibilidad de medicamentos biosimilares para los pacientes en la UE.
El borrador del documento de reflexión se basa en el documento conceptual de 2024 que discutía la importancia de utilizar un enfoque clínico personalizado para el desarrollo de biosimilares [3].
Referencias
Nota de Salud y Fármacos. Lo que propone la EMA es eliminar la obligación de que los patrocinadores de biosimilares incluyan los resultados de estudios de eficacia clínica al solicitar su permiso de comercialización. Para Third World Network es una buena noticia, y ha destacado los siguientes aspectos [1]:
El Documento de Reflexión prioriza los datos de comparabilidad estructural, funcional y farmacocinética sobre los extensos estudios de eficacia clínica cuando la evidencia científica respalda firmemente su biosimilitud. Concluye que: “se puede aprobar a los biosimilares sin proporcionar datos de eficacia clínica o incluso de PD (farmacodinámica), si se puede inferir que la eficacia clínica y la seguridad farmacológica son similares, a partir de una evaluación rigurosa de la comparabilidad analítica, la farmacología in vitro y un ensayo clínico comparativo de farmacocinética”.
Referencias