Un estudio realizado en EE UU y publicado en 2024 ha llamado la atención sobre las cantidades de benceno que, con el tiempo, se forman en los medicamentos con peróxido de benzoilo de uso tópico para el acné [1,2].
El estudio analizó 111 muestras de productos (cremas, lociones, etc.) con peróxido de benzoilo obtenidas en diferentes puntos de venta de EE UU, exhibidos a temperatura ambiente o incubados a temperaturas de 37°C o 50°C durante tres a cuatro semanas [1,2].
Antes de la incubación, se detectaron concentraciones de benceno que iban de 0,16 a 35,30 partes por millón (ppm) en las muestras adquiridas recientemente, a pesar de que el nivel máximo aceptado por la FDA de EE UU es de 2 ppm. El 34% de las muestras superaron este umbral, y 11 contenían más de 10 ppm [1,2].
La tasa de formación de benceno varió considerablemente entre los productos. Tras cuatro semanas de incubación a 37°C, las concentraciones de benceno en los cinco productos analizados eran de entre 19 ppm y 60 ppm. Las cantidades de benceno que se formaron también aumentaron tras la exposición a luz ultravioleta equivalente a la luz solar moderada [1,2].
En 2023, la FDA envió una alerta a los fabricantes de medicamentos para recordarles el riesgo de que los medicamentos se contaminen con benceno debido a la desintegración del principio activo, como sucede con el peróxido de benzoilo, o debido a los excipientes como el benzoato, los carbómeros (que se usan para el espesamiento) o el isobutano (que se usa como gas propelente) [3].
El benceno es un cancerígeno conocido que conlleva un riesgo de leucemia. Tiene un aroma que se percibe cuando la concentración es de aproximadamente 5 ppm. Su presencia en los lugares de trabajo está regulada: en la Unión Europea, el límite de exposición ocupacional (OEL, por sus siglas en inglés) durante 8 horas se fijó en 0,05 ppm. A partir de 2026, este límite será de 0,02 ppm [4].
La formación de benceno se observa en muchos productos cosméticos. Como resultado, algunos productos que contienen más de 2 ppm de benceno se retiraron del mercado de EE UU, incluyendo, en particular, sanitizantes de manos, antitranspirantes y filtros solares [3].
En la práctica, el peróxido de benzoilo de uso tópico para tratar el acné se desintegra bajo el efecto del calor y forma benceno, un cancerígeno. Se debe tener la precaución de mantener los productos que contienen esta sustancia lejos del calor e incluso conservarlos en un refrigerador cuando las temperaturas son altas y evitar dejarlos cerca de una ventana expuestos a la luz solar [4-6].
Referencias