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Fábrica de vacunas en México, apuesta equivocada

En su último paquete de informes sobre la Cuenta Pública 2019, la Auditoría Superior de la Federación (ASF) corroboró que la fábrica de vacunas que construye la administración federal, a través de la empresa paraestatal Laboratorios de Biológicos y Reactivos de México (Birmex), está avanzando conforme a lo planeado, después de haber enfrentado múltiples inconvenientes.

El proyecto de contar con una fábrica nacional de vacunas contra la influenza encuentra sus raíces en 2006, cuando el Consejo de Salubridad General emitió su “Acuerdo para Desarrollar una Estrategia Operativa Multisectorial del Plan Nacional de Preparación y Respuesta ante una Pandemia de Influenza”

Al año siguiente y bajo el objetivo planteado de “iniciar y mantener la producción nacional de vacunas, estacional y pandémica contra el virus de influenza”, la paraestatal se hizo de una fábrica a un costo de Pm237 millones (1US$=Pm19,9).

“En noviembre de 2007, Birmex compró una planta a la empresa Sanofi Aventis, ubicada en Cuautitlán Izcalli, Estado de México (…); el objetivo de dicha adquisición fue remodelarla y acondicionarla para la producción de vacuna contra la influenza en México”, se lee en la auditoría.

Sin embargo, el proyecto quedaría inconcluso. “La primera etapa se desarrolló de 2008 al 2014, la segunda etapa correspondiente al revestimiento de la planta, ya no se realizó”, establece la revisión de la ASF. Fue por eso que durante el mismo 2014, Birmex “tomó la decisión de buscar alternativas de solución para finalizar la obra y ponerla en operación”.

La salida por la que se optó fue establecer una Asociación Público Privada con la farmacéutica francesa Sanofi Pasteur.

“El 1 de septiembre de 2015, se celebró el Contrato de la Asociación Pública Privada (CAPP) entre Birmex y el Consorcio de empresas de objeto especifico constituidas por Sanofi Pasteur denominadas Azteca Vacunas y Suministrador de Vacunas, a fin de concluir los trabajos de la construcción de la planta para la producción de vacunas contra la influenza en México”.

Para hacer viable financieramente la APP, Birmex adquirió el compromiso de establecer un contrato plurianual con la Secretaría de Salud, para venderle la producción de la fábrica, que ya no solo contemplaba la vacuna anti-influenza, sino también la del llamado “Combo Pediátrico hexavalente (combinación de seis vacunas: Hepatitis “B”, Tétanos, Difteria, Tos ferina, Poliomelitis y Haemophilus Influenzae B)”.

Dicho contrato, dice la ASF, tiene “el fin de garantizar la venta a dicha Secretaría de 450 millones de vacunas contra la influenza y 83 millones de dosis de vacuna combo pediátrico, durante los 15 años de vigencia del CAPP y conforme a las etapas que se señalan en la cláusula primera del propio contrato”.

Fábrica de vacunas en tiempo
Ese contrato debía concretarse a más tardar el 31 de diciembre de 2015, sin embargo, al no lograrse, dio lugar a múltiples convenios modificatorios; fue hasta dos años después que se estableció con el Centro Nacional para la Salud de la Infancia y Adolescencia (CeNSIA) de la Secretaría de Salud.

“El 29 de diciembre de 2017 se firmó el contrato plurianual para la adquisición de vacunas entre el CeNSIA y Birmex por 15 años, con el cual la CAPP pudo iniciar operaciones y Birmex pudo vender mínimo 15 millones de dosis de la vacuna de anti-influenza y 1.536.000 dosis de combo pediátrico pentavalente al año”, estipula la Auditoría.

Además, e independiente a ese trato, el CeNSIA realizó otro contrato con Birmex, con el propósito de que se cubriera su programa de vacunación, estableciendo la compra de 1.673.000 dosis de combo pediátrico pentavalente y hasta un máximo de 4.183.000; así como una adquisición mínima de 537,000 dosis de la vacuna anti-influenza y un máximo de 1.344.000 dosis.

La ASF no generó observaciones sobre los avances de la obra, pues concluyó que en la revisión del proyecto para la construcción, adaptación y puesta en marcha de la Planta de Vacunas se observó que se ha cumplido en términos generales durante la visita del órgano fiscalizador realizada el 27 de febrero de 2020.

Agregó que “a la fecha de la visita se encuentran en la etapa del montaje de todas las instalaciones del laboratorio, dichos trabajos están programados para terminarse en el primer trimestre del año 2021; por lo anterior, aún no se ha visto afectado el inicio de operación programado de la planta de vacunas, realizándose de conformidad con la legislación y normativa aplicables en la materia”, según la auditoría 2019-2-12NEF-22- 0186-2020.

La metamorfosis
Birmex es la misma paraestatal que el gobierno de Andrés Manuel López Obrador quiere convertir en una distribuidora nacional de insumos y medicamentos para el sector salud.

“En días recientes el presidente anunció una instrucción que ha dado, de que México desarrolle una empresa nacional de distribución pública. (…) a partir de nuestra empresa pública de vacunación que existe, que se llama Birmex, una empresa que es paraestatal con una propiedad casi de manera absoluta pública, pero con un porcentaje de participación privada, hasta el momento que se convierta en la empresa nacional de distribución de insumos para la salud”, dijo Hugo López-Gatell Ramírez, subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, en agosto de 2020.

A inicios de septiembre pasado el funcionario federal agregó que “anteriormente era una fábrica de vacunas, hace muchos años que dejó de serlo y la última vacuna que fabricaba, que era la vacuna contra la polio ya no se va a usar en el mundo. (…) se deja de usar este año en México”.

creado el 23 de Septiembre de 2021