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Canadá. Cuatro maneras de ahorrar en medicamentos de venta con receta en Canadá
(Four ways Canadians can save money on prescription meds)
Kathleen O’Grady
The Global and Mail, 31 de enero de 2017
http://www.theglobeandmail.com/globe-investor/personal-finance/household-finances/four-ways-canadians-can-save-money-on-prescription-meds/article33825086/
Traducido por Salud y Fármacos

Como canadienses, estamos orgullosos de nuestro sistema universal de servicios de salud, que con fondos públicos provee esenciales servicios de atención médica y hospitalaria según la necesidad e independientemente de la capacidad de pago. Desafortunadamente, nuestro sistema de salud se queda corto cuando se trata de medicamentos de venta con receta.

Canadá es el único país industrializado en el mundo con un sistema de salud universal que excluye el financiamiento público de los medicamentos de venta con prescripción para pacientes no hospitalizados. Lo que esto significa es que la mayoría de los canadienses pagan por sus medicamentos de venta con receta con fondos privados – ya sea a través de programas de seguros privados o como gastos de bolsillo.

Los canadienses están entre los que pagan los precios más altos por los medicamentos de venta con receta en el mundo desarrollado, gracias a un sistema fragmentado de negociación de precios que socava el poder que podríamos tener como colectivo.

El resultado es que muchos canadienses no pueden pagar los medicamentos que sus médicos les prescriben – hasta uno de cada cinco según una encuesta nacional – y algunos incluso pueden que abandonaen el tratamiento por completo, con consecuencias que podrían ser catastróficas para su salud.

Así que ahorrar, aunque solo sean unos cuantos dólares por receta, podría con el tiempo resultar en grandes ahorros. A continuación describimos cuatro maneras para ahorrar dinero en sus medicamentos de venta con receta.

1. Pregúntele a su médico si debe (todavía) estar tomando el medicamento
Nunca deje de tomar un medicamento recetado sin consultar con su médico porque reducir o no tomarlo podría tener consecuencias graves para su salud. Sin embargo, en primer lugar, vale la pena preguntarle a su médico si necesita seguir tomando el medicamento.

Campañas como Choosing Wisely Canada, en asociación con la Asociación Médica Canadiense, han publicado sugerencias para ayudar a evitar exámenes médicos innecesarios y tratamientos que según la mejor evidencia disponible no contribuyen a mejorar la atención. Por ejemplo, tomar antibióticos para una infección viral es ineficaz.

Otras organizaciones, como Deprescribing Network, advierten contra la sobremedicalización, especialmente para las personas mayores. A menudo los medicamentos que antes eran útiles ya no se requieren, e incluso pueden ser perjudiciales. Siempre es útil revisar regularmente con su médico los medicamentos que está tomando para asegurarse que está tomando la dosis más baja requerida, sospesar los beneficios y riesgos – y considerar si sigue necesitando el medicamento.

2. Pregunte a su farmacéutico o médico si puede utilizar un medicamento genérico en lugar de un medicamento de marca
Los medicamentos genéricos son más asequibles y los ingredientes medicinales que tienen son idénticos a los de sus homólogos de marca, que son más caros. Esto significa que el medicamento genérico más barato tiene los mismos beneficios, riesgos y efectos secundarios que el producto de marca, y ha pasado por las mismas pruebas de calidad que hace el gobierno.

Las únicas diferencias pueden estar en los ingredientes no medicinales. Y, por supuesto, el precio, que puede ser sustancialmente distinto.

Los medicamentos más recientes no suelen tener equivalentes genéricos – debido a que en Canadá los medicamentos están protegidos por patentes – pero la mayoría de los problemas de salud pueden tratarse con medicamentos genéricos más baratos.

3. Averigue si alguien vende el medicamento a precios más baratos o cobra menos por la dispensación.
Cuando compre sus medicamentos de venta con receta en una farmacia, revise su recibo y verá que cada vez que compra su medicamento le cobran una “tarifa de dispensación” profesional. El honorario puede ser varios dólares más caso en una farmacia que en otra, y todo suma.

Asegúrese de comparar los honorarios de dispensación de las farmacias en su área. También, en algunas provincias, incluso el precio que el consumidor paga por los medicamentos puede variar de farmacia a farmacia, así que revise rápidamente los precios para obtener el mejor precio.

Si usted ha tomado el medicamento por mucho tiempo y, por recomendación de su médico, sabe que va a seguir tomándolo por un largo período, llenar la receta con menos frecuencia también puede ahorrarle dinero, pues evitará pagar las tasas de dispensación.

Cuando compare precios, tenga en cuenta que ahora puede encontrar farmacias en muchos lugares, en centros médicos, tiendas de abarrotes e incluso en grandes almacenes, y todos tienen farmacéuticos con licencia. Los farmacéuticos pueden ser buenas fuentes de información, por lo que si encuentra uno que se tome el tiempo de asesorarle, tenga en cuenta tanto la calidad de la atención que recibe como la tarifa de dispensación.

4. Revise si hay programas subsidiados
Cada provincia, y algunos programas federales, han subsidiado o parcialmente subsidiado la cobertura de medicamentos para ciertos grupos de personas, por ejemplo personas discapacitadas, personas con ciertos niveles de ingresos, personas mayores, poblaciones nativas y refugiados – así que compruebe si usted es elegible.

En Ontario, Manitoba, Columbia Británica y otras provincias se han escrito nuevas guías para que los médicos puedan ayudar a conectar a los pacientes con los programas gubernamentales, incluyendo la cobertura de medicamentos con receta, así que pídale más información a su médico.

Las organizaciones sin fines de lucro, como las que se centran en un trastorno o enfermedad específica, o en las personas de la tercera edad, a menudo tienen recursos para conectar a los pacientes con programas gubernamentales.

Si aún no está seguro, pída ayuda a su representante provincial en el Parlamento para que le indique los programas que le pueden ayudar. También puede utilizar esa oportunidad para preguntarle por qué Canadá aún no tiene un programa nacional de medicamentos.

Kathleen O’Grady es editora gerente de EvidenceNetwork.ca e investigadora asociada en el Instituto Simone de Beauvoir de la Universidad Concordia. También es coeditora de Why we Need More Canadian Health Policy in the Media.

creado el 9 de Marzo de 2022