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Investigaciones

Aprobación de fármacos: evidencia clínica a menudo inadecuada
Revue Precrire 2015; 35(384):782
Traducido por Salud y Fármacos

En Estados Unidos, así como en Europa, los fármacos se aprueban en base a una evidencia clínica muy limitada, comprometiendo la seguridad del paciente.

Cada mes, la sección Nuevos Productos de Prescrire muestra que los fármacos se aprueban en la Unión Europea en base a una evidencia clínica que a menudo resulta insuficiente. ¿La situación es mejor en Estados Unidos?

Evaluación clínica previa a la aprobación a menudo inadecuada. Un equipo de investigadores analizó documentos regulatorios correspondientes a los fármacos aprobados por la Agencia del Medicamento de Estados Unidos (FDA) en 2008 [1]. Estudiaron los tiempos de desarrollo, los ensayos clínicos y el seguimiento postcomercialización de estos fármacos [1].

La FDA había examinado 8 de los 20 fármacos nuevos aprobados en 2008 mediante el procedimiento acelerado. Antes de la aprobación, estos ocho fármacos se habían sometido a una media de cinco años de desarrollo clínico frente a los 7,5 años para los 12 fármacos revisados mediante el procedimiento estándar [1].

En los ensayos clínicos enviados como respaldo de los ocho fármacos aprobados mediante el procedimiento acelerado, como media 104 pacientes habían recibido tratamiento con el fármaco en estudio, frente a una media de 580 pacientes para los 12 fármacos aprobados mediante el procedimiento estándar [1].

Cinco de los 20 fármacos se aprobaron a partir de un único ensayo, 11 se basaron en dos ensayos, y cuatro se basaron en más de dos ensayos. Ninguno de los ocho fármacos aprobados por el procedimiento acelerado había sido evaluado en más de dos ensayos clínicos, y tres llegaron al mercado tras un único ensayo [1].

A pesar de la rápida introducción al mercado, estos fármacos no estaban exentos de riesgos: cinco de estos 20 nuevos fármacos requirieron un “recuadro de advertencia” (o recuadro negro de advertencia) en el etiquetado/ ficha técnica por sus efectos adversos particularmente graves; ocho fármacos requirieron un plan de gestión de riesgos; y ocho incluyeron una advertencia o contraindicación debido al riesgo de una reacción de hipersensibilidad [1].

Inquietantes deficiencias en el seguimiento postcomercialización. En 2013, gran parte de los datos de evaluación postcomercialización demandados por la FDA para 19 de los 20 fármacos estudiados aún no habían sido recopilados cinco años después de su aprobación. Específicamente, solo 28 de los 85 estudios postcomercialización requeridos habían sido completados, y ocho acababan de ser enviados a la FDA para su revisión [1].

Entre 2008 y 2013, se descubrieron riesgos graves adicionales: se añadieron nuevas contraindicaciones, precauciones o advertencias para cinco de los fármacos [1].

Según los autores, dado que una gran parte de la evaluación del fármaco ahora se efectúa tras la aprobación y los datos de evaluación postcomercialización son lentos en materializarse, se ha vuelto más difícil determinar el balance riesgo-beneficio de los nuevos fármacos [1].

Requisitos pre-aprobación demasiado laxos. Otro estudio estadounidense analizó las aprobaciones de la FDA entre 2005 y 2012 [2]. Durante este periodo, se aprobaron 188 fármacos nuevos para 206 indicaciones, 74 de las cuales se aprobaron a partir de un único ensayo clínico. 22 de estos 188 fármacos fueron aprobados mediante el procedimiento acelerado. Más de la mitad de los ensayos clínicos efectuados (247 de 448) compararon el fármaco con un placebo, y 58 no tenían ningún comparador. 91 aprobaciones (45%) se concedieron en base a ensayos clínicos que solo emplearon criterios de valoración indirectos.

Los autores de este estudio muestran que fármacos para el cáncer, fármacos huérfanos, y fármacos sometidos a un procedimiento de aprobación acelerado en general, experimentan una evaluación particularmente limitada. Los autores consideran que los profesionales sanitarios y los pacientes deberían conocer estas limitaciones.

Fármacos con más riesgos. Otro estudio estadounidense mostró que el procedimiento de aprobación acelerado ha llevado a un aumento del número de fármacos con recuadros de advertencia por sus efectos adversos graves, así como de retiradas de fármacos por efectos adversos. Desde la introducción de las aprobaciones aceleradas en Estados Unidos en 1992, el número de estas advertencias y retiradas del mercado ha aumentado del 21,2% al 26,7% [3].

En opinión de los autores, de este modo millones de personas están expuestas a fármacos peligrosos porque los permisos de comercialización se concedieron de forma demasiada apresurada. Reclaman una evaluación más robusta antes de la aprobación [3].

Varios de estos estudios muestran que en Estados Unidos, así como en Europa, los fármacos se aprueban tras una evaluación muy limitada de sus efectos adversos y por tanto de su balance riesgo-beneficio, especialmente con el procedimiento acelerado [1-4].

Estos procedimientos a veces son aceptables para enfermedades graves para las que no existe un tratamiento efectivo. Pero incluso en estos casos, los pacientes y los profesionales sanitarios tienen que ser conscientes de la gran incertidumbre existente sobre los posibles daños causados por el fármaco.

La aprobación del fármaco en Europa o Estados Unidos no es una prueba de un balance riesgo-beneficio positivo.

Referencias seleccionadas

  1. Moore T and Furbérg C “Development times, clinical testing, postmarket follow-up, and safety risks for the new drugs approved by the US Food and Drug Administration. The class of 2008” JAMA Intern Med 2014; 114 (1); 90-95.
  2. Downing N et al. “Clinical trial evidence supporting FDA approval of novel therapeutic agents, 2005-2012” JAMA 2014; 311 (4): 368-377.
  3. Frank C et al. “Era of faster FDA drug approval has also seen increased black-box warnings and market withdrawals” Health Affairs 2014; 33 (8):1453-1459.
  4. Prescrire Editorial Staff “Drug evaluation: agencies must do more to protect patients” Prescrire Int 2009; 18(100):86.
creado el 7 de Diciembre de 2016