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Revista de Revistas

Medicamentos contra la obesidad y el sobrepeso: Resultados de un metanálisis
Editado por Boletín Fármacos en base al reporte de Rev Panam Salud Publica 2008;23(1):68-72 sobre el siguiente artículo: Rucker D et al., Long term pharmacotherapy for obesity and overweight: updated meta-analysis, Br Med J 2007;335:1194–9

La obesidad y el sobrepeso son trastornos crónicos de alta prevalencia que afectan en la actualidad a más de mil millones de personas en todo el mundo y están asociados con la mortalidad prematura, diversas enfermedades crónicas y un mayor uso de los servicios de salud. Aunque según directivas publicadas recientemente, el tratamiento inicial contra la obesidad se debe basar en modificaciones del estilo de vida, se recomienda aplicar tratamientos con medicamentos en pacientes con índice de masa corporal (IMC) 30 o con valores del IMC entre 27 y 29,9 si se observan complicaciones debido a la obesidad. Entre los medicamentos aprobados para el tratamiento prolongado contra la obesidad (un año o más) se encuentran el orlistat, un inhibidor de la lipasa gastrointestinal; la sibutramina, un inhibidor de la recaptura de monoaminas de acción centralizada; y el rimonabant, un antagonista de los receptores de endocannabinoides.

En este trabajo se presentan los resultados de una revisión sistemática y un metanálisis dirigidos a cuantificar la eficacia de los medicamentos más frecuentemente empleados contra la obesidad, así como a caracterizar sus efectos secundarios. La revisión sistemática actualizada recientemente por Cochrane Collaboration se basó en la información publicada entre diciembre de 2002 y diciembre de 2006 e indexada por Medline, Embase, el registro de ensayos controlados de Cochrane y el registro de ensayos controlados de Current Science y en las referencias de los artículos identificados. Se encontraron 30 ensayos que tenían una duración de 1 a 4 anos: 16 emplearon orlistat (n = 10 631 participantes), 10 utilizaron sibutramina (n = 2 623) y 4 usaron rimonabant (n = 6 365). De ellos, 14 ensayos eran nuevos y 16 se habían identificados previamente.

Se observó que todos los medicamentos dieron como resultado una pérdida promedio de peso de menos de 5 kg en comparación con el placebo. No se encontraron datos sobre el efecto de estos medicamentos en la mortalidad o la morbilidad cardiovascular. Los estudios sobre el mantenimiento del peso corporal con cada uno de los medicamentos analizados demostraron que la recuperación del peso fue similar en el grupo tratado y en el de placebo, de manera que se mantuvieron las diferencias originales en el peso de ambos grupos. No se encontraron efectos diferenciadores en cuanto a las reacciones secundarias. Estos resultados confirman hallazgos anteriores, pero definen con mayor precisión los efectos a largo plazo de estos medicamentos con respecto a la pérdida de peso y sus efectos secundarios.

A pesar de algunas limitaciones del trabajo, se observó que en los estudios en los que participaron pacientes diabéticos, la pérdida de peso con orlistat y rimonabant fue ligeramente menor que con sibutramina. No obstante, tanto el orlistat como el rimonabant redujeron los niveles de glucemia en los pacientes diabéticos, mientras que la sibutramina no mejoró este parámetro. Aunque no se conocen las causas de este importante hallazgo, un factor que puede influir en esta reducción de los niveles de glucemia con el rimonabant es el aumento en los niveles de adiponectina. Se requieren investigaciones adicionales, preferentemente mediante ensayos clínicos con los tres medicamentos, para establecer las conclusiones definitivas.

A pesar de que los pacientes se seleccionaron por su adhesión y su tolerancia a los tratamientos, las tasas de abandono fueron elevadas, lo que comprometió la validez interna de muchos de los estudios analizados. La falta de adhesión al tratamiento parece constituir el principal factor que limita la eficacia y la efectividad de los medicamentos contra la obesidad.

Con relación a la sibutramina, es preocupante el aumento observado en la tensión arterial de los pacientes, por lo que se debe monitorear este signo vital durante el tratamiento. También se debe vigilar el estado emocional de los pacientes que emplean rimonabant, especialmente en personas con trastornos psiquiátricos.

La decisión de prescribir un medicamento para bajar de peso debe basarse en un cuidadoso balance entre los riesgos y los beneficios del tratamiento específico que se propone. Los medicamentos empleados actualmente para este fin son costosos y tienen diversos efectos secundarios. A falta de datos definitivos que demuestren que un medicamento en particular es más efectivo que los otros, se debe establecer el tratamiento inicial de acuerdo con las preferencias del paciente, los costos locales del medicamento, su disponibilidad y cobertura por las compañías aseguradoras de servicios de salud, los efectos colaterales del medicamento y su relación con otras enfermedades que pueda presentar el paciente. La importancia clínica de la reducción observada en la incidencia de la diabetes al emplear orlistat no está clara y se requieren investigaciones adicionales para determinar su verdadero efecto preventivo.

Notas de los editores:
– Según lo ha anunciado su fabricante, GlaxoSmithKline (GSK), en tan sólo cuatro meses en el mercado, la versión sin receta del famoso orlistat se ha convertido en todo un éxito en EE.UU. “Alli” (por su nombre comercial) ha vendido US$69 millones, casi 50 millones de euros. Un kit Alli incluye unas 90 píldoras (hay que tomar tres diariamente) y cuesta entre US$50 y 60 (35-42 euros). Se trata del único fármaco para adelgazar que puede adquirirse sin receta. No está previsto su lanzamiento en Europa, donde los derechos de orlistat obran en manos de Roche. La píldora fue autorizada en febrero por la FDA y su aprobación no estuvo exenta de polémica y, de hecho, se produjo tras un aplazamiento durante el cual la compañía tuvo que recavar más datos. Algunos expertos ponían en duda que los usuarios empleasen adecuadamente este fármaco sin la supervisión médica que garantiza una receta. Por eso, GSK lanzó su producto acompañado de consejos para perder peso mediante dieta y ejercicio. Según la farmacéutica, Alli es un “aliado” de estas estrategias, de ahí su nombre. También se cuestionó si realmente los consumidores tomarían un fármaco con molestos efectos secundarios, como diarreas y gases. Precisamente, estos efectos son una de las causas de que la versión con receta de orlistat no haya colmado las expectativas que despertó en su día. Pero en el caso de Alli, la estrategia de marketing de la compañía ha conseguido salvar estos problemas. Esta estrategia incluye un programa de asesoramiento on line y un blog en el que los primeros usuarios de Alli cuentan su experiencia. Sus estudios de mercado sugerían que a las personas que están a dieta les gusta obtener consejos y ánimos de otros compañeros de fatigas, de ahí que la compañía británica haga hincapié en la web. Su ambiciosa campaña para promocionar el producto también incluye iniciativas televisivas y en prensa (Resumido de: EE.UU.: Arrasa la píldora de la obesidad sin receta, El Mundo (España), 25 de octubre de 2007).
– En el Boletín Fármacos ya hemos publicado las advertencias efectuadas sobre orlistat, por ejemplo: “EE.UU.: Por ahora, no habrá “píldora antiobesidad” sin receta” en BF 2006;9(3); “Orlistat (Xenical): La organización Public Citizen solicita a la FDA que lo retire del mercado de forma inmediata” en BF 2006;9(5).

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modificado el 13 de septiembre de 2017