Una organización internacional sin ánimo de lucro para fomentar el acceso y el uso adecuado de medicamentos entre la población hispano-parlante

PRESCRIPCIÓN, FARMACIA Y UTILIZACIÓN

Farmacia

Colombia. El sector farmacéutico como parte importante de la reorganización de los sistemas de salud.
Pedro Amariles Muñoz, Luis Guillermo Restrepo Vélez, Francisco Rossi
Vitae, 2012;19 (2):153-155
http://aprendeenlinea.udea.edu.co/revistas/index.php/vitae/article/view/13024/11713
Resumido por Salud y Fármacos

Colombia, como otros países de la región y del mundo, efectuó una reforma sanitaria en la última década del siglo XX. Los cambios implicaron la transformación de servicios públicos fundamentados en el financiamiento de la oferta (esencialmente a cargo del Estado, con una organización vertical y una planeación centralizada), en servicios de carácter privado o mixto basados en la “financiación de la demanda” (fundamentalmente en la competencia por el aseguramiento y la prestación de servicios). De forma específica, en Colombia, en 1993, mediante la Ley 100 se promueve un sistema basado en el modelo de aseguramiento, la competencia y la solidaridad redistributiva para financiar a los sectores de la población más desposeídos (Sistema General de Seguridad Social en Salud –SGSSS).

De forma global, se puede decir que, hasta el momento, ha prevalecido la idea de que los ajustes son suficientes, pero a pesar de dos reformas (Ley 1122 de 2007 y Ley 1438 de 2012), una sentencia de la Corte Constitucional ordenando medidas al ejecutivo para la protección del derecho fundamental a la salud (Sentencia T 760 de 2008) y múltiples acciones del gobierno (una fallida declaratoria de “emergencia social en salud” y una cantidad de normas expedida por el Ministerio encargado de los asuntos de salud) el sistema continúa retrocediendo en su capacidad para atender las necesidades de la población, con la consecuente agitación social, que mantiene la búsqueda de soluciones en el primer reglón del debate político.

La crisis de los sistemas de salud y su relación con el gasto en tecnología y en especial en medicamentos, no es exclusiva de Colombia. Más bien, se trata de un fenómeno que está afectando a países de ingresos altos, medios y bajos, con modelos de salud públicos, privados o mixtos organizados de múltiples formas. Ibis Sánchez Serrano, 2011, plantea la hipótesis de que la crisis mundial tiene dos dimensiones principales: a) la incapacidad de los sistemas de salud para proporcionar a las personas los servicios y productos para satisfacer sus necesidades; y b) la influencia notoria del modelo de investigación, desarrollo e innovación de los medicamentos, el cual causa que la presión de la industria, vía precios de los productos, afecte la viabilidad financiera en el mediano y largo plazo. Por ello, se insiste en la necesidad de integrar, en las reformas de salud, los cambios necesarios mejorar la eficiencia del modelo de investigación, desarrollo e innovación y con ello aumentar la posibilidad de contar con sistemas de salud eficaces y eficientes.

La aprobación en Colombia el día 30 de Agosto de 2012, de un documento del Consejo Nacional de Política Económica y Social (CONPES: organismo asesor del Gobierno que coordina y orienta a los organismos encargados de la dirección económica y social) en el que se consigna la Política Farmacéutica Nacional es un paso en el camino correcto.

El documento CONPES adiciona al enfoque que ha venido manejando la OMS en sus recomendaciones sobre el particular, para que los países aborden los temas de acceso, uso adecuado y calidad, la visión holística sobre la cadena del medicamento, que incluye su investigación, desarrollo, fabricación, comercialización, dispensación, uso y disposición final, así como un enfoque basado en derechos. Su objetivo central es “desarrollar las estrategias que posibiliten a la población colombiana el acceso equitativo a medicamentos efectivos a través de servicios farmacéuticos de calidad, bajo el principio de corresponsabilidad de los sectores y agentes que inciden en su cumplimiento”, y para lograrlo estipula 3 estrategias transversales (en relación con el manejo de la información, la institucionalidad y el recurso humano), y siete estrategias específicas que abordan temas relacionados con:
1. La regulación de precios y del mercado
2. El fortalecimiento de la rectoría y del sistema de vigilancia con enfoque de gestión de riesgos
3. La sostenibilidad ambiental y aprovechamiento de la biodiversidad
4. La adecuación de la oferta de medicamentos a las necesidades en salud nacionales y regionales, e) el desarrollo de programas especiales de acceso a medicamentos
5. El diseño de redes de servicios farmacéuticos
6. La promoción del uso adecuado de los medicamentos.

Este marco de acción, acompañado de la asignación de recursos y de un sistema de seguimiento y evaluación, puede proporcionar el espacio social y legal para que se valore la importancia del sector farmacéutico en la reorganización del sistema de salud y aporte a la solución de un problema de clase mundial.

modificado el 28 de noviembre de 2013