Aparentemente, varios exfuncionarios de comercio de la India, incluyendo expertos comerciales que representaban al país en la Organización Mundial del Comercio, han instado al Gobierno de India a garantizar “acuerdo comercial justo y equilibrado con EE UU, que responda al interés nacional de la India a largo plazo”, ya que los dos gobiernos planean concluir un Acuerdo Comercial Bilateral (BTA) provisional para fines de junio, según informes de los medios.
“Si se exigen concesiones excesivas o desproporcionadas a los intereses más importantes de la India, esta debería adoptar posiciones igualmente firmes y resistir, aunque eso implique no lograr un acuerdo”, advirtieron los firmantes en un memorando emitido en nombre de los ciudadanos indios.
El memorando observó que las negociaciones con EE UU para lograr un Acuerdo Comercial Bilateral (BTA) “se desarrollan en el contexto de una política comercial atípica de EE UU”, y recordó al Gobierno de India que el presidente estadounidense Donald Trump, en su segundo mandato, está redefiniendo “el sistema comercial global y ha tomado diversas medidas en esa dirección, incluyendo el uso indiscriminado de medidas arancelarias”.
El memorando
En su memorando, los firmantes señalaron que “si bien persisten importantes fricciones comerciales entre India y EE UU, que tradicionalmente han representado un gran desafío para el avance de la relación comercial bilateral, las recientes medidas arancelarias -universal y recíproca – de EE UU, representa un cambio de paradigma”.
Los firmantes argumentaron que “EE UU ahora está utilizando los aranceles como una herramienta económica para limitar el ingreso al mercado de las importaciones procedentes de la India y como palanca para negociar un mejor acceso al mercado indio para incrementar las exportaciones estadounidenses a la India”.
Según los firmantes, esta acción de EE UU “no sólo ha distorsionado toda la premisa de un sistema comercial basado en reglas, sino que también ha alterado la dinámica de la negociación”.
India, que es un importante exportador de bienes a EE UU, podría enfrentar numerosas consecuencias adversas debido al cambio de paradigma “de intentar asegurar ‘mejores’ condiciones de acceso al mercado para las exportaciones indias a simplemente proteger el acceso básico al mercado en EE UU”.
Consecuentemente, India se encuentra en una situación difícil ya que “su principal interés ofensivo ahora es negociar para evitar recibir un golpe arancelario recíproco y sectorial”, señalaron los firmantes.
A diferencia de China y algunos otros países, el Gobierno de India decidió no tomar represalias contra la imposición de aranceles por parte de la administración Trump a los productos de acero, autopartes y un arancel universal del 10% a todos los bienes que ingresan a EE UU, con el argumento de invertir sus esfuerzos en negociar un BTA.
“Por lo tanto, el debate ha pasado de centrarse en lograr términos comerciales mutuamente beneficiosos, como ha sido el pilar de las negociaciones comerciales hasta el momento, a simplificar una serie de medidas arancelarias y no arancelarias (MNA), que ambas partes perciben como barreras para establecer un comercio bilateral de bienes y servicios más libre”, dijeron los firmantes.
Sin embargo, “la atención se centra enteramente en las concesiones que India tenga que hacer para evitar la imposición de aranceles al comercio de mercancías y preservar su presencia exportadora en el mercado estadounidense”, sugiere el memorando.
Los firmantes reconocieron que “las negociaciones en curso con EE UU no pueden considerarse como algo habitual” y agregaron que “se debe reconocer su naturaleza excepcional”.
Instaron al Gobierno de India a informar a sus ciudadanos que “el BTA propuesto tendrá como objetivo mitigar la acción arancelaria escalonada de EE UU y alcanzar un compromiso aceptable –equilibrando la ecuación por así decirlo– en lugar de un pacto que realmente resuelva los problemas comerciales con EE UU”.
Los firmantes del memorando sugirieron que, durante las negociaciones en curso del BTA, se utilice una “estrategia sensata para conceder selectivamente y dejar que EE UU declare “victoria” en ciertos aspectos, si eso ayuda a negociar con éxito una exención de la acción arancelaria recíproca, en caso de que se impongan”.
Las líneas arancelarias más sensibles al comercio se concentran “en sectores como la agricultura y los productos lácteos, y los aspectos sanitarios y fitosanitarios (MSF) relacionados, así como en otras disposiciones regulatorias como las prohibiciones a la perennización de las patentes que se ha codificado en nuestra Ley de Patentes, y cuya flexibilización EE UU ha estado deseando desde hace mucho tiempo”.
Dada la importancia de las medidas no arancelarias (MNA) para garantizar un acceso significativo al mercado estadounidense, los firmantes sugirieron que, “si los problemas relacionados con las MNA se pueden abordar a través del BTA, este es el enfoque que India debería adoptar como contrapartida (quid pro quo)”.
“Si bien India puede aceptar una reducción de los aranceles para los productos estadounidenses, debe simultáneamente asegurar Acuerdos de Reconocimiento Mutuo (ARM) en aspectos prioritarios, como que los laboratorios indios puedan emitir certificados de cumplimiento de los requisitos estadounidenses en materia de aspectos sanitarios y fitosanitarios y Obstáculos Técnicos al Comercio (OTC)”.
En su memorando, los firmantes aludieron a la “ausencia de una Autoridad de Promoción Comercial (APC) válida”, argumentando que “la actual Administración estadounidense no está legalmente autorizada a reducir aranceles y, por lo tanto, no puede hacer concesiones comerciales sustanciales a corto plazo”.
“Por consiguiente, se espera que las discusiones arancelarias en las negociaciones del BTA se limiten únicamente a las tarifas del ejecutivo que ha impuesto la actual Administración”, lo que también “cuestiona la duración del acuerdo alcanzado”, dijeron.
Es en este contexto los firmantes subrayaron que “si se exigen concesiones excesivas o desproporcionadas a los intereses más importantes de la India, esta debería adoptar posiciones igualmente firmes y resistir, incluso a costa de no lograr un acuerdo”.
Señalaron que “los costos de no llegar a un acuerdo (es decir, navegar en un mercado estadounidense bloqueado por aranceles elevados en el corto y mediano plazo), pueden ser menores que los costos a largo plazo de un pacto desigual”.
Al sugerir que, si bien el “BTA puede, en el mejor de los casos, ser una vía de escape a la escalada arancelaria de EE UU y servir de base para un futuro acuerdo comercial completo entre India y EE UU”, los firmantes dijeron que India “debe transmitir claramente el mensaje de que, en esta coyuntura, la prioridad es “gestionar” la relación comercial con EE UU”.
Según los firmantes, «por ahora, se espera que las negociaciones y la negociación de acuerdos transaccionales sigan entrelazadas, y la India necesita presentar una propuesta ganadora». Tras lograr un reajuste, la atención de la India «debe centrarse de nuevo en desplegar su propia influencia hacia el intercambio convencional para lograr un acuerdo comercial mutuamente beneficioso con EE UU», sostuvieron los firmantes.
Asimismo, los firmantes destacaron la necesidad de dotar al BTA “con una sólida arquitectura legal, ‘dado que aún no está definido si el acuerdo se configurará como un acuerdo provisional hasta establecer un Acuerdo Comercial Regional de carácter convencional bajo el Artículo XXIV del GATT —lo que implicaría tener un plan hacia su conclusión con liberalización comercial preferencial en ‘una parte sustancial de todo el comercio’ (interpretado en sentido cualitativo)—, o si, por el contrario, las concesiones arancelarias contempladas en el BTA se limitarán a un conjunto selecto de bienes (menos de ‘una parte sustancial del comercio’), negociadas en base a la Nación Más Favorecida (NMF), (aunque en la práctica esté orientado principalmente a los intereses de exportación de EE UU)’”.
Los firmantes instaron al gobierno a garantizar que “los parámetros de cualquier resultado negociado sean compatibles con las obligaciones vigentes de India en el marco de la Organización Mundial del Comercio (OMC)”.
Es de conocimiento público que los aranceles recíprocos anunciados por el presidente Trump el 2 de abril parecen ser un “flagrante desprecio por el sistema multilateral de comercio basado en normas, cuyo núcleo es la OMC”.
Por lo tanto, “India, tratándose de una potencia global en ascenso, también debería denunciar la acción de EE UU”, al tiempo que insiste en que Washington debe “respetar los compromisos asumidos con sus socios comerciales en el marco del sistema de comercio internacional basado en normas”.
Además, “India también debe transmitir claramente a la comunidad de la OMC que cualquier acuerdo que India logre con EE UU para evitar los aranceles no se debe interpretar como una flexibilización de nuestro compromiso con las normas de la OMC y el proceso multilateral”, dijeron los firmantes.
Todavía más importante, India no debe “dudar en demostrar nuestro propio compromiso con el orden comercial basado en reglas”, dijeron los firmantes, y agregaron que “India debe liderar los esfuerzos para construir alianzas, preservar la arquitectura del sistema comercial multilateral basado en reglas e impulsar su reforma, en un momento en que está bajo una gran presión”.
Los firmantes aseguraron al Gobierno de India que están “dispuestos a trabajar con el Departamento de Comercio para apoyar, primero, una estrategia que apunte a proteger a la India contra la actual ronda de acciones arancelarias punitivas de EE UU (pero sin sacrificar los intereses más importantes de la India), y segundo, un resultado comercial justo y equilibrado con EE UU, ya que a largo plazo responde a los intereses nacionales de India”.