Eli Lilly y Novo Nordisk iniciarán una ola de adquisiciones significativa en 2025, pues se estima que en 2028 contarán con US$80.000 millones en efectivo, gracias al éxito de sus medicamentos para la obesidad. Novo Nordisk, pionero en este sector con su fármaco Ozempic (semaglutida), ha experimentado un aumento notable en las ventas, que se quintuplicaron en dos años, mientras que Eli Lilly, que lanzó Mounjaro (tirzepatida) en 2022, también se beneficia de la escasa competencia actual. Se anticipa que, en los próximos cinco años, los ingresos de Eli Lilly crecerán a una tasa anual del 20% y los de Novo Nordisk del 16%.
Las dos farmacéuticas enfrentan la presión de utilizar su capital de manera efectiva y de desarrollar nuevos productos antes de que sus fuentes de ingresos actuales se agoten, especialmente en el caso de Novo Nordisk, ya que la patente de Ozempic caduca en 2031.
Las estrategias de adquisición de Novo Nordisk podrían incluir la compra de nuevos medicamentos para la obesidad o la expansión hacia áreas de rápido crecimiento como las enfermedades autoinmunes. Sin embargo, la competencia en el sector de la obesidad es intensa, ya que empresas como Roche y AstraZeneca se están preparando para entrar en el mercado.
Las inversiones en nuevos medicamentos conllevan riesgos, como lo demuestra la reciente inversión de Roche en Carmot, bajo la expectativa de que desarrollará siete medicamentos contra la obesidad, pero uno de sus productos produjo demasiados n efectos secundarios indeseables. La competencia entre Eli Lilly y Novo Nordisk para las fusiones y adquisiciones podría llevar a que ambas compañías paguen precios excesivos, lo que beneficiaría a los banqueros que gestionan dichos procesos. [1]
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