Bienvenidos al quinto número de Governing Pandemics Snapshot[1]. Este número proporciona una visión fundamental de los últimos seis meses de negociaciones de un acuerdo sobre la pandemia de la Organización Mundial de la Salud (OMS), analizando si es posible lograr un acuerdo significativo este año.
Este número aborda cuestiones polémicas como el Acceso a Patógenos y Distribución de Beneficios (Pathogen Access and Benefit Sharing – PABS) y One Health, al tiempo que destaca los éxitos recientes en Investigación y Desarrollo y financiación sostenible.
La reciente retirada de EE UU de la OMS añadirá complejidad a las negociaciones, con implicaciones potenciales de gran alcance para el futuro del acuerdo sobre la pandemia y la gobernanza sanitaria mundial.
El segundo artículo explora la reciente Decisión del Convenio sobre la Diversidad Biológica (Convention on Biological Diversity – CDB) sobre la información de secuencias digitales (Digital Sequence Information – DSI) y sus implicaciones para las negociaciones del acuerdo sobre la pandemia, en particular para su sistema PABS.
Finalmente, la edición analiza los desafíos para la gobernanza que se deberán afrontar para establecer mecanismos de coordinación y sinergias entre el Reglamento Sanitario Internacional (International Health Regulations – RSI) recientemente modificado y el acuerdo sobre la pandemia.
Pequeños pasos en la dirección correcta, pero ¿se mantendrá el centro?
Bajo el liderazgo de una Mesa reorganizada, el organismo de seis miembros que dirige las negociaciones, en los últimos seis meses se llevaron a cabo tres rondas adicionales de negociaciones del Órgano de Negociación Internacional (International Negotiating Body – INB), y los estados miembros lograron avances considerables.
En las reuniones más recientes, el INB acordó disposiciones esenciales que incluyen Investigación y Desarrollo (Artículo 9), Producción Local Sostenible y Diversificada (Artículo 10) y Financiamiento Sostenible (Artículo 20).
Si bien esto representa un avance en algunas disposiciones fundamentales del futuro Acuerdo Pandémico (AP), persisten profundas brechas en temas como el establecimiento del novedoso Sistema de Acceso a Patógenos y Distribución de Beneficios (PABS), prevención y One Health, y mayor acceso equitativo a los productos para la salud que se requieran para afrontar las pandemias.
Artículo 9: ¿Primer acuerdo internacional vinculante sobre I+D?
Si se adopta el artículo 9 tal como está el texto en la actualidad, el AP será el primer acuerdo internacionalmente vinculante que exigirá el fortalecimiento de la investigación y el desarrollo (I+D) de productos para la salud y hará referencia a la inclusión de condiciones que promuevan el acceso oportuno y equitativo a los productos en los acuerdos de I+D financiados con fondos públicos.
Esto sentaría un precedente global, pues formalizaría la cooperación y la promoción en el área de I+D, que tradicionalmente se ha guiado por acuerdos voluntarios o no vinculantes. Además, un texto que incorpore equidad en los mecanismos de I+D financiados con fondos públicos podría afectar la forma en que se desarrollan y distribuyen los productos relacionados con la pandemia, beneficiando particularmente a los países en desarrollo.
El artículo 20 solicita a los Estados miembros que, en la medida de lo posible, fortalezcan la financiación sostenible y previsible para la implementación del acuerdo. También establece un Mecanismo de Coordinación Financiera para implementar el acuerdo, sin crear nuevas fuentes de financiamiento dedicadas al AP.
En un contexto de disminución de la ayuda internacional y restricciones fiscales nacionales generalizadas, este artículo es en gran medida un producto de su época. Sin embargo, se esfuerza por alinearse con el mecanismo financiero de coordinación del Reglamento Sanitario Internacional recientemente adoptado, como lo analiza con más detalle Gian Luca Burci en la última sección de este resumen.
En cuanto a los procedimientos, después de solicitudes persistentes para tener mayor acceso a las negociaciones a puerta cerrada, en la 11ª reunión del INB se introdujeron breves sesiones informativas diarias, abiertas a las partes interesadas debidamente acreditadas.
Estas sesiones permitieron vislumbrar las negociaciones y discusiones sostenidas durante el día anterior y ofrecieron a las partes interesadas la oportunidad de realizar intervenciones y hacer preguntas.
Desde la reanudación de la 12ª reunión del INB, estas sesiones informativas diarias se transmiten públicamente a través de la web y al final de día se presenta en la pantalla el texto de negociación para que lo lean las partes interesadas, lo que permite intervenciones más informadas. Este cambio tan buscado en la modalidad de trabajo mejora la transparencia del proceso. Se espera que estas prácticas se mantengan en el futuro.
One Health: Divergencia entre los países de ingresos más altos y más bajos
Algunos países de ingresos altos, entre ellos la Unión Europea, están presionando fuertemente para lograr compromisos detallados y operativos sobre prevención y el enfoque Una Salud (One Health). Consideran que tales obligaciones son el logro más importante, más allá del status quo que lograrían a través del AP.
Por el contrario, muchos países de bajos y medianos ingresos (PIBM) están preocupados por los costos y posibles desventajas comerciales que podrían resultar de los compromisos con Una Salud, ya que podrían requerir sistemas de vigilancia más amplios y tendrían implicaciones de largo alcance para la cría de ganado, la vida silvestre y las prácticas de uso de la tierra.
También hay un debate sobre si las normas legalmente vinculantes de Una Salud deberían estar bajo un tratado administrado por la OMS o involucrar a las cuatro organizaciones internacionales que ahora trabajan juntas en una colaboración cuatripartita, y bajo cuya competencia recaen los diferentes componentes del enfoque Una Salud.
Obstáculo de negociación: el sistema PABS
Éstas y otras disposiciones dependen en última instancia de resolver un tema complejo y difícil conocido como el Sistema PABS. En resumen, el seguimiento de la propagación y mutación de los patógenos que podrían causar pandemias requiere que la comunidad global de científicos comparta muestras de patógenos y datos de secuencias genéticas de manera rápida e internacional, y los científicos lo hicieron en gran medida durante la pandemia por covid-19.
Este intercambio es también el ingrediente de partida que permite que, cuando se detecta un nuevo brote, los investigadores desarrollen rápidamente pruebas diagnósticas y vacunas. Actualmente, ninguna norma internacional (incluyendo el RSI modificado) exige que los gobiernos compartan muestras y datos de patógenos a nivel internacional, y esta brecha en el marco legal expone a todos los países a un mayor riesgo.
Sin embargo, muchos PIBM dudan en aceptar tales obligaciones sin garantías claras y vinculantes de acceso a los beneficios derivados de la utilización de sus muestras y datos, por temor a que se les niegue el acceso a los productos desarrollados a partir de lo que comparten.
Para complicar las cosas, el Convenio sobre la Diversidad Biológica (CDB) de 1992 y su Protocolo de Nagoya de 2010 rigen la distribución de beneficios para el acceso a los recursos genéticos, incluyendo las muestras de patógenos. Sin embargo, estos acuerdos suelen implicar largas negociaciones bilaterales, que no son adecuadas para la urgencia de una pandemia.
El auge de la información de secuenciación digital (Digital Sequencing Information o DSI), que puede reemplazar las muestras físicas en el desarrollo de nuevos productos para la salud, está en una zona legal gris, lo que ha complicado aún más el llegar a acuerdos sobre la forma de garantizar una distribución justa y equitativa de los beneficios.
Si bien las negociaciones en el CDB han intentado abordar la cuestión de la DSI, todavía no hay acuerdo, como lo analiza Adam Strobeyko en el siguiente artículo de esta edición de Snapshot.
También se ha debatido mucho la llamada “arquitectura jurídica” del tratado, incluyendo el nivel de detalle que se debe incluir en el texto del AP, y cuánto se puede aplazar su negociación para incluirlo en uno (o más) anexos posteriores al tratado, después de que este último sea adoptado o después de su entrada en vigor. Esta cuestión está adquiriendo cada vez más importancia en las negociaciones PABS, ya que la complejidad del asunto y las dos semanas restantes de negociaciones formales probablemente no sean suficientes para acordar disposiciones detalladas.
Retirada de Estados Unidos de la OMS
Otro factor que complica la situación es la retirada de EE UU de la OMS, promulgada mediante una orden ejecutiva emitida horas después de que Donald Trump asumiera como presidente de EE UU el lunes 20 de enero.
La orden ejecutiva dicta específicamente al Secretario de Estado de EE UU que cese las negociaciones sobre el AP y las enmiendas al RSI y que tome medidas para garantizar que el acuerdo y las enmiendas no tengan fuerza vinculante para EE UU.
La retirada de EE UU, que es el mayor financiador de la OMS, amplificará en gran medida las presiones fiscales sobre los otros Estados miembros de la OMS y tendrá inmensas consecuencias, no sólo para la futura implementación del tratado sino para la estabilidad y funcionalidad de las instituciones de salud globales y de los sistemas multilaterales.
Lo que queda por ver es cómo procederán los otros 193 Estados miembros de la OMS que participan en el INB. Dado que la ratificación del AP parte de EE UU siempre ha estado en serias dudas, los Estados miembros debe permanecer concentrados y llevar estas negociaciones a la meta para mayo de 2025.
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