Hoy, la Oficina de la Casa Blanca para Políticas de Ciencia y Tecnología (Office of Science and Technology Policy OSTP) ha publicado un nuevo marco para la protección de la integridad científica [1], que mejorará el uso de la ciencia por las agencias de todo el gobierno federal. Este marco protegerá a los científicos, pero también a la salud pública y garantizará que la nación obtenga la mejor información científica del gobierno federal, según la Unión de Científicos Preocupados (Union of Concerned Scientists UCS).
A continuación, se incluye una declaración del Dr. Jacob Carter, director de investigación del Centro para la Ciencia y la Democracia de la UCS:
“Este marco es una política decisiva que la historia no olvidará. El nuevo marco refleja décadas de trabajo del Centro para la Ciencia y la Democracia y de muchos otros que han abogado por una mayor integridad científica [2]. Como antiguo científico federal, sé que uno no puede hacer su mejor trabajo si tiene el temor real de convertirse en un objetivo político, o de que oculten, manipulen o ignoren su trabajo. El nuevo marco envía un mensaje contundente a todos los que realizan trabajos científicos, y también a los representantes políticos y funcionarios públicos que supervisan esas agencias.
El trabajo de los científicos federales nos afecta a todos. Hay vidas que dependen de los pronósticos de fenómenos meteorológicos extremos, el monitoreo de la contaminación, la investigación médica y otros esfuerzos científicos. Por eso necesitamos poder confiar en que estamos recibiendo la mejor ciencia disponible basada en evidencia, basada en el interés público y no en los limitados intereses ideológicos o comerciales de los más poderosos. Por eso necesitamos normas de integridad científica claras y aplicables, como las del nuevo marco que hoy se presenta.
Se trata de un marco muy sólido, pero el verdadero impacto dependerá de cómo se aplique. Todas las agencias tienen ahora la responsabilidad de asegurarse de que su personal experto conoce sus derechos, y de que los representantes políticos saben que estas normas se tomarán en serio y si las incumplen tendrán que rendir cuentas. Y por muy importantes que sean estos compromisos de la administración, también necesitamos que el Congreso actúe y apruebe un proyecto de ley de integridad científica que codifique estas protecciones en una ley, para que no se pierdan en futuras presidencias. Nuestra salud y seguridad dependen de ello”.
Referencias