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Utilización

Utilización de antibióticos y su monitoreo
Salud y Fármacos, 20 de octubre de 2019

Uno de los retos más importantes para la salud pública es el continuo aumento de la resistencia antimicrobiana, porque debilita la capacidad de nuestros sistemas para luchar contra infecciones que amenazan la vida. Para responder a este problema la OMS aprobó un plan de acción llamado Plan de Acción Mundial sobre la Resistencia a los Antimicrobianos (https://www.who.int/antimicrobial-resistance/global-action-plan/es/), que tiene como objetivo promover el acceso sostenible a antimicrobianos seguros y eficaces.

Muchos países de altos ingresos tienen programas para monitorear el uso de antibióticos, lo que les permiten ir impulsando medidas y políticas para mejorar su uso. Esto no sucede con tanta frecuencia en los países de bajos y medianos ingresos. Para subsanar esta falencia, la OMS desarrolló un sistema de monitoreo estándar, utilizando datos de ventas, para los países que no cuentan con este sistema de vigilancia. El primer informe sobre consumo de antibióticos en estos países lo publicó la OMS en noviembre de 2018, y Tao et al. [1] resumieron algunos de los resultados.

El informe de la OMS presenta el consumo de antibióticos en 2015 en 65 países, incluyendo 15 países de medianos y bajos ingresos para los que no había información previa. Los que más antibióticos utilizan consumen hasta 16 veces más que los que menos consumen, lo que probablemente indica que algunos países consumen demasiados y otros no llegan a cubrir sus necesidades mínimas.

Los antibióticos que más se consumen son los que la lista esencial de medicamentos de la OMS clasifica como de primera y segunda línea, es decir que tratan las infecciones más frecuentes. Los antibióticos que la OMS clasifica como “en observación”, porque tienen mayores probabilidades de generar resistencias, constituyeron entre el 20% y el 50% de los antibióticos recetados. Los antibióticos clasificados como reservados, es decir que se deben utilizar solo en última instancia, se consumieron exclusivamente en los países de altos ingresos.

Según Tao et al [1] este primer estudio que ha realizado la OMS también ha permitido que algunos países adopten medidas para mejorar el uso de antibióticos. Por ejemplo, en Costa de Marfil ha incluido códigos en los productos médicos para mejorar su trazabilidad. Bangladesh monitoreará la calidad de los antibióticos más vendidos.

Los países de altos ingresos también han mejorado el uso de antibióticos gracias a sus sistemas de monitoreo. Por ejemplo, cuando Francia y Bélgica se percataron que consumían más antibióticos que otros países europeos lanzaron una campaña que logró disminuir la prescripción. Australia y Eslovenia restringieron el uso de ciertos antibióticos y monitorearon la prescripción. Corea del Sur, para eliminar los incentivos perversos, prohibió que los médicos prescriptores dispensarán antibióticos. En general el acceso a los datos de monitoreo de consumo de antibióticos entre los humanos y en veterinaria ha permitido que los países entiendan mejor la relación entre el consumo de antibióticos por estas dos poblaciones y el desarrollo de resistencias.

Es importante, mantener y fortalecer los programas de monitoreo de consumo de antibióticos, tanto entre humanos como en veterinaria, para desarrollar y coordinar estrategias nacionales que impidan el desarrollo de resistencias a los antibióticos y priorizar los esfuerzos hacía las áreas de mayor impacto.

  1. Tao W, Ivanovska V, Schewickert B, Muller A. Proxy indicators for antibiotic consumption; surveillance needed to control antimicrobial resistance. Bulletin WHO 2019; 97:3-3A
creado el 4 de Diciembre de 2020