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Precios y Acceso

EE UU. A medida que el precio de la insulina se dispara, caravanas de estadounidenses van a Canadá para conseguirla (As price of insulin soars, Americans caravan to Canada for lifesaving medicine)
Emily Rauhala
The Washington Post, 16 de junio de 2019
https://www.washingtonpost.com/world/the_americas/as-price-of-insulin-soars-americans-caravan-to-canada-for-lifesaving-medicine/2019/06/14/0a272fb6-8217-11e9-9a67-a687ca99fb3d_story.html?utm_term=.03df604d17a
Traducido por Salud y Fármacos

Presentamos un ejemplo de la peregrinación de los estadounidenses a Canadá en busca de medicamentos que no pueden pagar en su país.

Al volante: Lija Greenseid, una madre de Minnesota respetuosa de la ley conduce su Mazda5. Su hija, de 13 años, tiene diabetes tipo 1 y necesita insulina. En EE UU, cada vial puede costar cientos de dólares. En Canadá, puede comprarlo sin receta por una décima parte de ese precio.

Por eso, Greenseid dirigió una pequeña caravana a la ciudad de Fort Frances, Ontario, donde ella y otros cinco estadounidenses pagaron alrededor de US$1.200 por medicamentos que en EE UU les habrían costado US$12.000.

“Nos sentíamos como si estuviéramos robando la farmacia”, dijo Quinn Nystrom, un diabético tipo 1 que se unió a la caravana ese día. “Hacía muchos años que no tenía 10 viales en mis manos”.

Están planeando otro viaje a Canadá para abastecerse de insulina y llamar la atención sobre su causa. Esta vez, tomarán la ruta panorámica, conduciendo desde Minnesota a través de Wisconsin, Illinois y Michigan hasta London, Ontario, donde Frederick Banting descubrió la insulina hace casi un siglo.

Al igual que millones de estadounidenses, Greenseid y Nystrom están estresados ​​e indignados por el aumento del precio de los medicamentos de venta con receta en EE UU, un problema que tanto republicanos como demócratas han prometido solucionar.

La insulina es uno de ellos. Más de 30 millones de estadounidenses tienen diabetes, según la Asociación Americana de Diabetes. Aproximadamente 7,5 millones, incluyendo 1,5 millones con diabetes tipo 1, dependen de la insulina.

Entre 2012 y 2016, el costo de la insulina para tratar la diabetes tipo 1 casi se duplicó, según el organismo sin ánimo de lucro Health Care Cost Institute.

Algunas compañías farmacéuticas, bajo la presión de los legisladores estadounidenses, han tratado de reducir el costo para algunos pacientes. Pero muchos que dependen de la insulina siguen con dificultades. Es frecuente que recurrn al racionamiento, una práctica peligrosa y a veces mortal.

Algunos diabéticos y sus familias están tomando el asunto en sus propias manos. Se reúnen en cafeterías y estacionamientos de centros comerciales para intercambiar suministros de emergencia. Un número desconocido viaja fuera del país para comprar el medicamento que salva vidas a más bajo costo.

Los funcionarios de EE UU no recomiendan nada de esto y, según las normas de la FDA, podría ser ilegal. Pero los organizadores de la caravana están hablando de su viaje porque quieren que los estadounidenses vean cómo los precios de los medicamentos llevan a la gente común a adoptar conductas extremas.

“Un sistema de atención médica malo, provoca que personas buenas se sientan como bandidos cuando necesitan medicamentos que no son asequibles”, dijo Greenseid.

“Es degradante. Es desmoralizante. Es injusto”.

Los pasajeros de las caravanas no son los únicos que miran hacia el norte. Los legisladores republicanos y demócratas han presentado propuestas federales y estatales para importar medicamentos de Canadá.

Esas ideas no son necesariamente populares en Ottawa, donde a muchos les preocupa que las compras masivas de los estadounidenses puedan causar escasez o subidas de precio.

Barry Power, director de farmacoterapia de la Asociación Canadiense de Farmacéuticos dijo que el grupo está siguiendo de cerca tanto las propuestas de compra de medicamentos desde EE UU como los informes de comercio transfronterizo, pero aún no ha visto que se haya interrumpido el suministro de insulina para los canadienses.

Dijo que los precios de la insulina en Canadá se controlan a través de políticas, incluyendo precios máximos y negociaciones con los fabricantes.

“Es algo que EE UU podría hacer”, dijo.

Cuando Banting descubrió la insulina, con otros investigadores, a principios de la década de 1920, se negó a venderla como negocio porque no le parecía ético beneficiarse de un medicamento crítico. Finalmente vendió su parte de la patente a la Universidad de Toronto por un dólar, con la esperanza de que el medicamento siguiera siendo ampliamente accesible.

En los casi 100 años transcurridos desde entonces, la insulina se ha convertido en salvavidas para millones. Pero el precio en EE UU ha aumentado en formas que sus descubridores no podrían haber imaginado.

Cuando Nystrom fue diagnosticada con diabetes cuando era niña, a finales de la década de 1990, dijo que su familia pagaba entre US$15 y $20 por vial. Ahora, a los 33 años, a veces paga más de US$300 por la misma cantidad.

Nicole Smith-Holt, quien condujo hacia el norte con Greenseid y Nystrom, dijo que su hijo gastaba en insulina alrededor de US$1.000 al mes. Alec Raeshawn Smith, un diabético tipo 1 sin seguro, racionó su suministro de insulina debido al costo, dijo su madre. Murió en 2017.

Elizabeth Pfiester es fundadora y directora ejecutiva de T1International, una organización sin fines de lucro con sede en Gran Bretaña que aboga a favor de las personas con diabetes tipo 1 de todo el mundo.

“Que EE UU tenga el mejor sistema de atención médica del mundo es un mito, porque está configurado para permitir que los estadounidenses quiebren o mueran porque no pueden pagar sus medicamentos”, dijo.

Pfiester creció en EE UU. Una de las razones por las que su organización tiene su sede en el extranjero, dijo, es por el alto costo del tratamiento de su diabetes en EE UU.

“Lo que creo que está bastante claro es que estas compañías cobrarán lo que puedan”, dijo. “Han logrado aumentar los precios todo lo que han querido porque el sistema de atención de salud es opaco y no funciona”.

Una portavoz de Pharmaceutical Research and Manufacturers of America señaló que las compañías farmacéuticas ofrecen cada vez más descuentos para la insulina en EE UU, pero los descuentos no siempre llegan a los consumidores.

“Con demasiada frecuencia, estos descuentos y reembolsos negociados no se comparten con los pacientes, lo que hace que los pacientes más enfermos paguen costos de bolsillo más altos para subsidiar a los sanos”, dijo la portavoz de PhRMA Holly Campbell en un correo electrónico. “Esto es lo opuesto a cómo se supone que debe funcionar un seguro de salud”. [Salud y Fármacos: esto quiere culpar a las aseguradoras y las empresas que administran los beneficios de farmacia por quedarse con los descuentos que la industria les hace y que deberían pasar a los usuarios].

Greenseid, quien compró insulina para su hija en seis países dijo que los precios en EE UU destacan no solo por ser altos, sino también por ser impredecibles. A medida que los ciudadanos tienen que cambiar por diversas razones su seguro médico, cambian los sistemas de reembolsos, dijo, a menudo “no tienes idea de cuánto vas a pagar”.

En EE UU, se pueden comprar algunos tipos de insulina sin receta. Pero para obtener la insulina análoga más nueva, de la que dependen los diabéticos tipo 1, debe visitar o llamar a su médico.

Si Nystrom olvida empacar lo suficiente para un viaje prolongado, dijo, necesita llamar a su endocrinólogo. En Canadá, puede ingresar a una farmacia y obtener la insulina análoga que necesita.

“La actitud allí es: ¿Por qué alguien compraría insulina si no la necesitara?”, Dijo Nystrom.

En su primer viaje al norte, las caravanas recibieron el apoyo de los canadienses, dijeron, pero también les acusaron de saquear los suministros de medicamentos.

“Escuchamos muchos comentarios como, ‘Canadá necesita levantar un muro’, dijo Smith-Holt. “Pensé, ‘Oh, venga ya'”.

Antes de que el grupo partiera hacia Fort Frances, verificaron que la farmacia local tenía suficiente para completar su pedido sin interrumpir el suministro.

Ven la compra en Canadá como una medida de emergencia a corto plazo, y una forma de llamar la atención sobre los precios en EE UU, no la solución del problema.

“No creo que la solución se encuentre fuera de EE UU”, dijo Greenseid. “La razón por la que los canadienses tienen precios más bajos es porque han regulado los precios de los medicamentos, lo que asegura que sus ciudadanos no paguen demasiado. Todavía no hemos tomado esa decisión en EE UU”.

LaShawn McIver es vicepresidenta de asuntos gubernamentales y de defensa de los consumidores en la American Diabetes Association. “La insulina no es un lujo, es una cuestión de vida o muerte”, escribió en un comunicado enviado por correo electrónico. “Encontrar soluciones para reducir los altos gastos de bolsillo que ponen en peligro la vida de millones de estadounidenses que dependen de este medicamento es crítico y urgente”.

Una portavoz del Departamento de Salud y Servicios Humanos, que supervisa a la FDA, dijo que la administración Trump se centra en reducir los precios de los medicamentos.

“El presidente Trump y el secretario de salud, Alex Azar están firmemente comprometidos con bajar los precios de los medicamentos”, escribió la portavoz Caitlin B. Oakley en un correo electrónico. “Ambos están muy abiertos a la importación de medicamentos de venta con receta, siempre que se pueda hacer de manera segura y puedan ofrecer resultados reales para los pacientes estadounidenses”.

creado el 24 de Febrero de 2021